Kostunica sella con su juramento de presidente el fin de 13 a?os de opresi¨®n
El nuevo l¨ªder se compromete a respetar las libertades y los derechos humanos
Eran las nueve y doce minutos de la noche en la desangelada sala de congresos del Sava, en la parte nueva de Belgrado. El acto no pudo celebrarse en el edificio del Parlamento Federal, en la ciudad vieja, porque qued¨® arrasado por la ira de un pueblo en rebeld¨ªa, que dio la puntilla al r¨¦gimen desp¨®tico del presidente de Yugoslavia Slobodan Milosevic. Con gesto grave, profundas ojeras en la cara, traje gris, Vojislav Kostunica, un jurista de 56 a?os, nacionalista serbio y dem¨®crata, sell¨® con su juramento como presidente de Yugoslavia el fin de 13 a?os de guerras y opresi¨®n.
Con voz grave, Kostunica ley¨® el texto de juramento: "Me comprometo a respetar y aplicar la Constituci¨®n de la Rep¨²blica Federal de Yugoslavia y las leyes federales; guardar¨¦ la soberan¨ªa, independencia e integridad de la Rep¨²blica Federal de Yugoslavia; contruibuir¨¦ al respeto a las libertades y derechos civiles y ejercer¨¦ los derechos y obligaciones de presidente con conciencia y responsabilidad".La ceremonia se retras¨® cuatro horas por un qu¨ªtame all¨¢ esos mandatos. Prevista para las cinco de la tarde, el reconocimiento de los diputados de Kosovo, cuyos votos se encuentran en entredicho y bajo la sospecha de fraude cometido por el r¨¦gimen, retras¨® el acto de la jura. Al fin, tras elegir las dos c¨¢maras, la de los Ciudadanos (baja) y la de las Rep¨²blicas (alta) a sus presidentes, se procedi¨® a la ceremonia. Lleg¨® Kostunica acompa?ado de su mujer y, cuando entr¨® en la sala, se oyeron gritos de "Vojo, Vojo", el nombre familiar con el que durante la campa?a electoral le saludaban sus seguidores. Kostunica respondi¨® a las aclamaciones con la mano derecha en alto. Tras proferir la f¨®rmula de juramento y firmar el acta, se repitieron los gritos, que Kostunica agradeci¨® con su mano derecha sobre el coraz¨®n.
A continuaci¨®n pronunci¨® un discurso, no le¨ªdo, de unos diez minutos, en el que no mencion¨® ni una s¨®la vez a su antecesor en el cargo Slobodan Milosevic, quien, el d¨ªa anterior, reconoci¨® su derrota y felicit¨® al nuevo presidente de la Yugoslavia democr¨¢tica. Se refiri¨® Kostunica a la rapidez de los acontecimientos de los ¨²ltimos d¨ªas y precis¨® que sus palabras eran una simple f¨®rmula de agradecimiento. Para los pr¨®ximos d¨ªas anunci¨® una intervenci¨®n m¨¢s elaborada ante el Parlamento Federal. A continuaci¨®n realiz¨® un canto a la democracia: "Mis convicciones pol¨ªticas m¨¢s profundas me mostraban que, sin democracia, no hay prosperidad, no hay felicidad, no hay progreso. Ese camino de la democracia no es posible si la gente con diferentes convicciones pol¨ªticas no puede dialogar entre s¨ª".
Se refiri¨® despu¨¦s Kostunica a los "muchos a?os que vivimos en una sociedad donde no existi¨® la democracia. Hoy existe y se demuestra por el hecho de que los partidos pol¨ªticos se turnan en el ejercicio del poder, que ese cambio se realiza de forma pac¨ªfica. Seg¨²n mi conviccion m¨¢s profunda, Yugoslavia y Serbia se alinean entre los pueblos dem¨®cratas". Con espontaneidad expuso Kostunica su sorpresa por el proceso que vive ¨¦l y su pa¨ªs: "Estamos sorprendidos y yo mismo pienso que todo es un sue?o. Me despierto y veo que es la realidad". Anunci¨® despu¨¦s la entrada "en una nueva era de nuestra vida pol¨ªtica, en la que la paz va a reinar entre nosotros y tambi¨¦n con los pa¨ªses del mundo. Si algo necesita este pueblo despu¨¦s de todo lo que pas¨® es la paz".
Expres¨® Kostunica su confianza en que se har¨¢ m¨¢s s¨®lida la relaci¨®n entre Serbia y Montenegro y "lograremos reintegrarnos a la comunidad internacional con dignidad y respetando nuestros intereses nacionales". Seg¨²n Kostunica, "el mundo y Europa ya nos ven as¨ª. Hay muchos pa¨ªses que hicieron da?o a este Estado y este pueblo. En las declaraciones de algunos pa¨ªses se advierten remordimientos de conciencia, pero entramos a la familia de la comunidad intenacional de una manera digna". Con gesto de aut¨¦ntica conmoci¨®n interior dijo Kostunica: "Este momento me emociona muy personalmente. Siempre imagin¨¦ que podremos estar juntos, a pesar de nuestras diferencias, que podremos dialogar de forma civilizada unos con otros, sin violencia ni palabras fuertes. ?sa es la petici¨®n y el mandato del pueblo a todos los parlamentarios". Concluy¨® el nuevo presidente de Yugoslavia con un "?Gracias!. Las palabras de juramento de la Constituci¨®n est¨¢n escritas en mi coraz¨®n desde el d¨ªa en que nac¨ª, porque yo amo a este pa¨ªs, la Rep¨²blica Federal de Yugoslavia".
En el vest¨ªbulo del Centro Sava se cruzaban los parlamentarios de la DOS y de la coalici¨®n del r¨¦gimen de Milosevic, socialistas (SPS), comunistas de la Izquierda Unida Yugoslava (JUL) y socialistas montenegrinos del SNP, hasta ahora una sucursal de Milosevic en Montenegro. La DOS no cuenta con mayor¨ªa en las c¨¢maras. Pendientes todav¨ªa de la resoluci¨®n sobre los esca?os de Kosovo, en la C¨¢mara de los Ciudadanos la Oposici¨®n Democr¨¢tica de Serbia (DOS) cuenta con 59 esca?os y la coalici¨®n izquierdista del SPS y la JUL, 44. Con los 19 votos del SNP montenegrino, logrados gracias al boicoteo del Gobierno de la rep¨²blica menor, los seguidores de Milosevic cuentan con mayor¨ªa. En la C¨¢mara de las Rep¨²blicas, si los votos del SNP se suman a los de Milosevic, tambi¨¦n cuenta con mayor¨ªa el r¨¦gimen derrotado en las urnas y en las calles de Serbia.
A pesar de disfrutar de esta mayor¨ªa, el lenguaje gestual de los parlamentarios del r¨¦gimen de Milosevic era la expresi¨®n palpable de su derrota.
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