Se acab¨® el cuento
"Si las cosas van as¨ª, los siguientes [detenidos] seremos nosotros, que tambi¨¦n podremos despertarnos entre rejas; y si no, al tiempo. Y ojal¨¢ venga ese d¨ªa, porque entonces se acab¨® el cuento". El comentario de Xabier Arzalluz, el pasado domingo, en el batzoki de Derio ( Vizcaya), recuerda la met¨¢fora utilizada hace un siglo por Santiago Meabe, uno de los primeros seguidores de Sabino Arana, para quien la historia de los vascos era la de una opresi¨®n que pasaba sucesivamente por las fases de prisi¨®n menor, prisi¨®n mayor y fusilamiento. Meabe abogaba por la pronta llegada de esa tercera fase, que favorecer¨ªa el levantamiento patri¨®tico. Durante el franquismo, ETA traducir¨ªa esa teor¨ªa en la estrategia de acci¨®n-represi¨®n-acci¨®n.Ese discurso de Arzalluz enlaza con otros tendentes a recrear el imaginario del PNV heroico de la clandestinidad. Para ello es necesario identificar al PP con el franquismo: los hijos de los que bombardearon Gernika, etc. A veces, llevando la met¨¢fora hasta el absurdo: frente a los "tanques medi¨¢ticos" nos defenderemos "como los gudaris, con escopetas de caza". El mensaje se dirige tanto a la parroquia propia como a la de los socialistas. "Hay que tener est¨®mago" para votar a Iturgaiz, les dijo Anasagasti a los de Redondo la v¨ªspera del debate de las mociones de censura.
?Es justa esa identificaci¨®n entre el PP y el franquismo? La derecha espa?ola tard¨® tres lustros en encontrar un l¨ªder que no hubiera estado comprometido con el franquismo, y hasta Aznar, que por edad no pudo estarlo, era un nieto del r¨¦gimen que hab¨ªa dejado alg¨²n rastro de su falangismo adolescente. Ese lastre hist¨®rico de la derecha fue uno de los factores que favorecieron la larga permanencia de la izquierda moderada en el poder. Pero ello permiti¨® al PP salir casi indemne de los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n institucional (financiaci¨®n ilegal, especialmente) que afectaron a casi todos los partidos gobernantes durante la d¨¦cada de los 80 (incluyendo los de derecha, como se comprueba ahora con Kohl y Chirac). Tambi¨¦n le evit¨® verse comprometido en la guerra sucia contra ETA.
Ambas cosas compensaron en los 90 la ventaja comparativa con que hab¨ªa contado el PSOE en los 80. Pero el PP segu¨ªa careciendo de cicatrices democr¨¢ticas, de memoria heroica. ETA le ha proporcionado ambas cosas, de manera que nada resulta hoy tan indecente como discutir su condici¨®n de partido democr¨¢tico a una formaci¨®n cuyos militantes (incluyendo miles de concejales) arriesgan cada d¨ªa su vida en defensa de la libertad. Sobre todo en Euskadi, donde ning¨²n aliciente personal, material o psicol¨®gico podr¨ªa compensar el riesgo de su militancia. El valor est¨¢ ahora en el otro bando, y eso saca de quicio a quienes estaban acostumbrados a ocupar siempre el lado bueno de la escena; y a que los dem¨¢s cedieran siempre.
En los inicios de la transici¨®n, la actitud ante el Partido Comunista (ante su legalizaci¨®n) se convirti¨® en la piedra de toque de la autenticidad democr¨¢tica de pol¨ªticos y partidos. Algo as¨ª ocurre ahora en Euskadi en relaci¨®n a los intentos nacionalistas de marginar al PP mediante el expediente de presentarle -ante los socialistas, sobre todo- como un apestado con el que ser¨ªa suicida pactar. Tal vez fuera una torpeza la forma como Aznar dijo que habr¨ªa menos ETA con un Gobierno PP-PSOE, pero tiende a olvidarse que estaba respondiendo a una pregunta sobre la insinuaci¨®n de Anasagasti de que con un Gobierno no nacionalista habr¨ªa m¨¢s atentados. Es decir, que la alternancia democr¨¢tica podr¨ªa irritar a ETA. Eso s¨ª que es ventajismo.
El voto de los socialistas a favor de la moci¨®n de censura presentada por Iturgaiz (y viceversa) era necesario para refutar el argumento nacionalista de que no exist¨ªa una alternativa al Gobierno PNV-EA, sino una "mayor¨ªa en negativo". Ese voto fue la expresi¨®n de la resistencia democr¨¢tica contra el totalitarismo: cuando hay tantas personas amenazadas de muerte por sus ideas que se sienten indefensas frente a la coacci¨®n, antes que la proximidad ideol¨®gica est¨¢ la defensa de las v¨ªctimas, de la igualdad de derechos y de la libertad; es decir, del sistema democr¨¢tico.
(Santiago Meabe (1878-1961), que en su juventud firmaba sus art¨ªculos con el acr¨®nimo GEYME: Gora Euskadi y muera Espa?a, era hermano de Tom¨¢s (1879-1915), fundador de las Juventudes Socialistas. Santiago acabar¨ªa afili¨¢ndose al PSOE en la segunda d¨¦cada del siglo).
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