La Europa de dos velocidades

Las llamadas cooperaciones reforzadas y su consecuencia, la Europa de dos velocidades, son el cuarto gran cap¨ªtulo de la reforma. Francia y Alemania se han propuesto facilitar la puesta en pr¨¢ctica de las cooperaciones reforzadas, el mecanismo introducido en el Tratado de Amsterdam para que un grupo de pa¨ªses puedan avanzar en la integraci¨®n europea sin obligar a los m¨¢s reticentes a seguir el mismo camino.La propuesta de estos dos pa¨ªses, que cuentan desde siempre con el apoyo entusiasta de Italia y del Benelux, tiene como objetivo eliminar el derecho de veto que hasta ahora dificulta la aplicaci¨®n real de las cooperaciones reforzadas y suavizar la exigencia del Tratado de Amsterdam de que al menos participen en ella la mitad m¨¢s uno de los socios.

Las cooperaciones reforzadas est¨¢n llamadas a ser el instrumento que permita crear una Europa a dos velocidades. Se trata de hacer en otros ¨¢mbitos algo parecido a lo que se hizo en su d¨ªa con el euro y con los acuerdos de libre circulaci¨®n de Schengen, con el requisito de que se haga siempre a partir del m¨¦todo comunitario y con la participaci¨®n de la Comisi¨®n Europea, guardiana del Tratado.

El no de los daneses al euro ha dado fuerza a los pa¨ªses partidarios de facilitar la Europa a dos velocidades porque ha puesto de relieve hasta qu¨¦ punto algunos Estados miembros son reticentes a seguir cediendo soberan¨ªa a la Uni¨®n. Por eso es importante que haya un instrumento que permita que quienes quieran seguir avanzando en la integraci¨®n europea puedan hacerlo sin depender del veto de los m¨¢s reticentes.

Espa?a, que era muy reticente a incluir ese tema en la reforma del Tratado, no ha tenido m¨¢s remedio que aceptar hablar de ello. Su intenci¨®n ahora es que, aunque se elimine el derecho de veto, se excluyan de las cooperaciones reforzadas ¨¢reas tan sensibles como el mercado interior y la cohesi¨®n social.