El PP abandona una reforma que hace 10 meses era "prioritaria" y que se aprob¨® sin debate parlamentario

Oposici¨®n al decreto

El reglamento de fundaciones, que sigue vigente, fue aprobado por el anterior Gobierno del PP en enero, a s¨®lo dos meses de las elecciones generales del 12 de marzo. El plan, impulsado por el entonces ministro de Sanidad, Jos¨¦ Manuel Romay Beccar¨ªa, se ofreci¨® en su momento como el proyecto estrella de la gran reforma sanitaria de los populares. Justo 10 meses despu¨¦s, tras superar en el camino numerosas protestas y negociaciones con sindicatos y colegios m¨¦dicos, ha dejado de ser prioritario y se transfiere la responsabilidad sobre su desarrollo a la voluntad de las comunidades aut¨®nomas. Buena prueba del inter¨¦s que ten¨ªa el Gobierno en aprobar la pretendida reforma fue el modo en que se aprob¨® en diciembre de 1999 la regulaci¨®n de las fundaciones p¨²blicas sanitarias.Lo incluy¨® el PP en el Senado, en el ¨²ltimo momento, y por sorpresa, en la Ley de Acompa?amiento de los Presupuestos, un ardid para eludir el debate parlamentario. El real decreto -desarrollo de una ley aprobada en 1997 con el consenso del PSOE- que recoge el reglamento de fundaciones se aprob¨® en Consejo de Ministros, sin contar tampoco con el debate parlamentario. La reforma que introdujo Romay, y que sigue vigente, supone que los hospitales, previa solicitud al Insalud y con la necesaria aprobaci¨®n del Consejo de Ministros, pueden obtener forma jur¨ªdica de fundaci¨®n, consorcio, sociedad estatal o fundaci¨®n p¨²blica sanitaria.

En la pr¨¢ctica, esto les otorga autonom¨ªa para contratar personal, realizar fichajes, vender o alquilar bienes, as¨ª como recibir dinero extra procedente de donaciones p¨²blicas o privadas. La oposici¨®n rechaz¨® el decreto desde el principio, tanto por la manera y el momento en que fue aprobado como por su contenido. La portavoz del PSOE de Sanidad en el Congreso, Matilde Valent¨ªn, recuerda que los socialistas no se opusieron a otorgar autonomia de gesti¨®n a los centros hospitalarios, pero s¨ª a que pudieran vender libremente patrimonio p¨²blico. El PSOE se opuso sobre todo a que los hospitales p¨²blicos, una vez convertidos en fundaciones, puedan recibir el apoyo de dinero privado, porque provoca diferencias en los servicios de los centros y crea desigualdad de oportunidades en el acceso a la sanidad.