Asenjo
Jos¨¦ Asenjo, hombre tranquilo por naturaleza, se jug¨® su futuro como diputado si la entonces alcaldesa de M¨¢laga, Celia Villalobos, consegu¨ªa se incluyeran en los presupuestos el Plan Guadalmedina, propuesta electoral que se sac¨® de su chistera populista en el ¨²ltimo tramo de la pasada campa?a. El regate en corto de Villalobos dej¨® descolocados a los socialistas, que no supieron c¨®mo reaccionar. Asenjo respondi¨® al farol de la alcaldesa de M¨¢laga con otro envite: dejar¨ªa el esca?o de diputado si el proyecto del Guadalmedina se recog¨ªa en los Presupuestos Generales del Estado para el pr¨®ximo a?o. Nada menos que una obra de 82.000 millones.
Asenjo podr¨¢ dormir tranquilo. Ni Villalobos, ni su m¨¢s ferviente admirador, J. A. Villegas, presidente de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Sur, han tenido, al parecer, la fuerza pol¨ªtica suficiente para imponer a Crist¨®bal Montoro, Rodrigo Rato, Matas y Francisco ?lvarez Cascos que se incluyera partida presupuestaria alguna para desarrollar el plan presentado a bombo y platillo por la alcaldesa y que cont¨® con la maniobra publicitaria m¨¢s descarada de cuantas se conocen, con dineros de la Confederaci¨®n.
Si Jos¨¦ Asenjo no tiene ya motivos para abandonar su esca?o, Celia Villalobos, por la misma regla de tres, tendr¨ªa que dar explicaciones al pueblo de M¨¢laga o, al menos, a quienes la votaron. Y puestos a pedir, lo m¨¢s l¨®gico ser¨ªa que renunciara a su esca?o como diputada nacional. Y ya que la memoria de algunos pol¨ªticos parece estar aquejada de Alzheimer, hay que tirar de hemeroteca y recordar las pomposas palabras de Celia Villalobos cuando afirmaba que el ser diputada, el estar en Madrid, cerca del Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, del "banco azul" en el Congreso, le permitir¨ªa ser una conseguidora para M¨¢laga.
El Plan Guadalmedina es un ejemplo. Celia Villalobos, en la noche de la victoria del Partido Popular, pidi¨® a Jos¨¦ Asenjo que no dimitiera. Es posible que, ahora, Asenjo le pida tambi¨¦n a Villalobos que no dimita. Cuesti¨®n de estilo.
JUAN DE DIOS MELLADO
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