El nuevo D¨ªa de la Ira desencadenado por Ham¨¢s acaba con un muerto y 50 heridos

El segundo D¨ªa de la Ira de la nueva Intifada se sald¨® ayer con un muerto y m¨¢s de medio centenar de heridos en los enfrentamientos de palestinos con el Ej¨¦rcito de Israel. Pero sobre todo esta movilizaci¨®n extraordinaria, convocada por los integristas isl¨¢micos de Ham¨¢s, finaliz¨® en Gaza de manera inesperada e inquietante: el incendio y destrucci¨®n de un establecimiento hotelero y dos tiendas donde se vend¨ªa y consum¨ªa alcohol en claro desaf¨ªo a una ley impuesta por los islamistas, de acuerdo con el Cor¨¢n, en la Intifada anterior. La acci¨®n pretende purificar la guerra santa contra Israel.

"?Al¨¢ es grande!", repet¨ªan los manifestantes mientras destrozaban los locales en medio de una ciudad aparentemente abandonada, con escasos comercios abiertos y sin fuerzas de seguridad en la calle.Los radicales islamistas han tratado con esta acci¨®n de recordar a la poblaci¨®n palestina las dr¨¢sticas medidas de austeridad impuestas por Ham¨¢s durante la primera Intifada, en la que en nombre del Islam, se impuso una estricta ley seca. La orden, escrita s¨®lo en el Cor¨¢n, prohibiendo la venta y el consumo de alcohol viene siendo aplicada y cumplida con escrupulosidad y rigor por parte de los establecimientos hoteleros de Gaza. En casos excepcionales, y a precios exorbitantes, los camareros aceptan servir alcohol a los extranjeros, pero con la precauci¨®n de camuflarlo en una tetera o de que se lo beban en las habitaciones.

La movilizaci¨®n de los islamistas en Cisjordania, en apoyo del D¨ªa de la Ira y en el contexto de una sociedad m¨¢s abierta y liberal, transcurri¨® siguiendo los c¨¢nones tradicionales: cierre de establecimientos, oraciones masivas en las mezquitas, para salir despu¨¦s desde all¨ª en manifestaci¨®n al encuentro de los soldados israel¨ªes. Las confrontaciones se saldaron con un muerto en Hebr¨®n y m¨¢s de cincuenta heridos en diferentes puntos de la zona, por disparos del Ej¨¦rcito hebreo.

Ramala record¨® las bombas israel¨ªes del d¨ªa anterior. La movilizaci¨®n fue secundada por millares de personas, que se concentraron a las puertas de la mezquita de Abdel Naser, la m¨¢s importante de la ciudad. La marcha, en la que se bland¨ªan hermanadas las banderas verdes de Ham¨¢s con las amarillas de la guerrilla libanesa de Hezbol¨¢, finaliz¨® ante la comisar¨ªa donde el d¨ªa anterior se hab¨ªa linchado a los dos soldados israel¨ªes. Los asistentes, que se hab¨ªan juramentado ante los restos del edificio para vengar los bombardeos israel¨ªes, se dirigieron a continuaci¨®n a la salida de la ciudad para buscar los soldados enemigos e iniciar con ellos un tiroteo que concluy¨® con cuatro heridos.

Otros incidentes sangrientos se vivieron en Bel¨¦n, frente a la Tumba de Raquel, donde un grupo de palestinos mantuvieron un enfrentamiento armado con los soldados israel¨ªes que custodian permanentemente el templo jud¨ªo. La misma situaci¨®n se vio en la ciudad compartida de Hebr¨®n, donde los manifestantes acabaron su marcha enfrent¨¢ndose a los soldados que custodian tambi¨¦n a la comunidad jud¨ªa incrustrada en el centro de la ciudad, con la excusa que se trata de un lugar santo, protegido por la Biblia.

El D¨ªa de la Ira en el Jerusal¨¦n oriental qued¨® atenazado por los servicios de seguridad israel¨ª. Desde primera hora de la madrugada la polic¨ªa hab¨ªa dispuestos f¨¦rreos controles en los accesos a la Ciudad Vieja, en un intento de impedir que los hombres menores de 45 a?os alcanzaran la Explanada de las Mezquitas. Los filtros funcionaron durante toda la ma?ana a la perfecci¨®n, mientras ante los controles de seguridad se iban concentrando los rechazados.

La plegaria del viernes fue seguida por los j¨®venes desde el exterior de la Ciudad Vieja, frente a los puestos de israel¨ªes. Rezaron ante la mirada atenta de la polic¨ªa. Las concentraciones derivaron al finalizar en peque?os incidentes, en los que menudearon las lluvias de piedras.

"Muerte al ¨¢rabe, muerte al ¨¢rabe", vociferaron de pronto decenas de integristas jud¨ªos, del barrio de Mea Sharim, en la frontera entre el este y el oeste de Jerusal¨¦n, que irrumpieron en la zona, enfrent¨¢ndose a los musulmane y buscando el cuerpo a cuerpo.

La polic¨ªa israel¨ª tuvo que trabajar con firmeza para impedir los enfrentamientos entre las dos comunidades. En especial cuando los jud¨ªos trataron de arrebatar a las fuerzas de seguridad un ¨¢rabe reci¨¦n detenido y al que trataban de linchar. El incidente, en las puertas del antiguo barrio ¨¢rabe de Mushrara, al principio de la calle Elena Amalka, hizo recordar a muchos la tr¨¢gica escena tr¨¢gica acaecida el d¨ªa anterior en una comisar¨ªa de Ramala.