Explicaciones necesarias
La comparecencia prevista para este mi¨¦rcoles del ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, en el Congreso de los Diputados con el fin de explicar los m¨¦todos de repatriaci¨®n de inmigrantes que viene aplicando el Gobierno se erige como una de las citas m¨¢s esperada de esta semana, toda vez que las justificaciones de las autoridades gubernativas de la zona m¨¢s que aclarar las cosas las han complicado.Las declaraciones del subdelegado del Gobierno en C¨¢diz, Miguel Osuna, se?alando que desconoce si se incumple la ley al transportar a los inmigrantes en las bodegas de los buques y atribuyendo las culpas, en todo caso, tanto a pr¨¢cticas pasadas como a los capitanes de dichos buques, rayan el esc¨¢ndalo, de ah¨ª que tanto PSOE como IU se hayan apresurado a dirigir preguntas en el mismo sentido al ministro sobre este asunto.
De cualquier forma, lo sucedido vuelve a poner de manifiesto una vez m¨¢s la carencia de un plan integral por parte de la Administraci¨®n para abordar el fen¨®meno de la inmigraci¨®n con eficacia y respeto a la ley. Tambi¨¦n deja a las claras la falta de medios suficientes, no ya policiales, sino asistenciales y de todo tipo. Cada uno act¨²a por su cuenta, por lo que ser¨ªa adecuado que, de una vez por todas, Gobierno central y Junta de Andaluc¨ªa se pusieran definitivamente de acuerdo en esta materia. Mientras tanto, no se ha de olvidar que los inmigrantes ilegales, s¨®lo en Almer¨ªa, superan ya los 11.000.
Sin embargo, los indicios apuntan a que continuar¨¢n los conflictos institucionales. El Gobierno andaluz ya present¨® el pasado d¨ªa 4 la denuncia en los juzgados de La L¨ªnea por peligro cierto en la reparaci¨®n del submarino nuclear brit¨¢nico Tireless. Adem¨¢s, en estos d¨ªas perfila tambi¨¦n un documento con el que dirigirse al Ejecutivo nacional con el fin de que presente a su vez otra denuncia ante la Uni¨®n Europea contra Gran Breta?a, por considerar la Junta que los brit¨¢nicos infringen varias directivas europeas al solventar la aver¨ªa de esta nave en Gibraltar.
Pero est¨¢ claro que la previsi¨®n m¨¢s destacada pasa por Torremolinos y el Congreso del Partido Andalucista, el mismo que ya tiene ganado, seg¨²n ¨¦l mismo afirma, Antonio Ortega, el actual secretario general. Ganado y desde hace tres meses. Estos d¨ªas previos van a servir para el desarrollo de una traca final que puede estar configurada por nuevas denuncias de supuestas irregularidades en el proceso previo de elecci¨®n de delegados, por contactos de ¨²ltima hora entre unos y otros contrincantes y, qui¨¦n sabe, si por nuevas revelaciones sobre el sistema de financiaci¨®n de este partido. Como se ve, el debate program¨¢tico o ideol¨®gico aparece absolutamente arrinconado ante la dura batalla que van a librar los de siempre en la formaci¨®n de la mano abierta. Todo ello sin descartar nuevas evoluciones de Ortega para mostrar su musculatura ante los socios de Gobierno con los presupuestos de 2001 como tel¨®n de fondo. Una buena excusa para cobrar algo de protagonismo ante los suyos e indicarles que ahora quien manda es ¨¦l y no Alejandro Rojas-Marcos. Otra cosa es que le crean.
En el PSOE est¨¢n metidos igualmente en un proceso precongresual. En el comit¨¦ director de esta semana debe quedar lista la ponencia que se ha de abordar en el c¨®nclave de diciembre. Un texto que aporta como novedad la intenci¨®n de reducir y simplificar dicho proceso congresual, as¨ª como dar tambi¨¦n vida propia a las respectivas oficinas parlamentarias, al margen de la estructura de las ejecutivas provinciales.
La visita del comisario europeo Franz Fischler a Marruecos debe ser, adem¨¢s, especialmente seguida por los andaluces. Se trata de un gesto casi a la desesperada para desbloquear la negociaci¨®n sobre un nuevo acuerdo de pesca. Al margen del ¨¦xito o no de esta iniciativa, es necesario no despreciar las palabras del ministro de Agricultura y Pesca, Miguel Arias Ca?ete, quien una otra vez advierte al sector sobre la obligatoriedad de reestructurar la flota pesquera, pase lo que pase con Marruecos. El que avisa no es traidor.
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