Jos¨¦ Saramago y Jos¨¦ Luis Sampedro afirman que el paso de los a?os les hace "m¨¢s libres y radicales"
"Cuanto m¨¢s viejo, m¨¢s radical", dijo ayer Jos¨¦ Luis Sampedro. Y Jos¨¦ Saramago a?adi¨®: "Cuanto m¨¢s viejos, m¨¢s libres y m¨¢s radicales". Durante un encuentro literario en el C¨ªrculo de Bellas Artes, los dos inconformistas escritores se rebelaron, una vez m¨¢s, contra las injusticias del mundo actual, la globalizaci¨®n y las dictaduras del mercado.Tras solicitar un minuto de silencio por el ¨²ltimo atentado de ETA, anteayer en Sevilla, el Nobel portugu¨¦s reivindic¨® "el regreso de la filosof¨ªa como un intento para buscar la sabidur¨ªa y reflexionar sobre nuestra vida y nuestras personas". Saramago explic¨® que su pr¨®xima novela La caverna, que saldr¨¢ al mercado el pr¨®ximo mes, pone de manifiesto que las reflexiones sobre la caverna de Plat¨®n siguen muy actuales: "Estamos como gente atada mirando en la pared las sombras de lo que pasa". Ya en mayo del 68 "se ped¨ªa el cambio, pero nada ha cambiado hasta ahora".
Ante una sala abarrotada de gente, Jos¨¦ Luis Sampedro explic¨® que su ¨²ltimo libro El amante lesbiano constituye "una modesta contribuci¨®n para la educaci¨®n, que aqu¨ª es un desastre y en muchos casos est¨¢ organizada deliberadamente".
"Nos atiborran de informaci¨®n y no nos dan tiempo para pensar; les interesa que no pensemos", dijo. "La globalizaci¨®n", a?adi¨®, "es monstruosa, canallesca; Dios es el beneficio de las grandes empresas y la libertad es el mercado. Hay que tener mucho cuidado con las palabras porque est¨¢n secuestrando sus significados. El rico pide libertad para seguir explotando y el pobre para que no le exploten".
El escritor portugu¨¦s advirti¨® que no tiene "una visi¨®n catastrofista del mundo, aunque el mundo sea una cat¨¢strofe; las multinacionales existen y determinan nuestra vida constantemente; estamos siendo condicionados por las im¨¢genes y quieren que no pensemos; el centro comercial es la catedral moderna y as¨ª est¨¢n creando una nueva mentalidad", subray¨®.
Por eso hay que revindicar, dijo, "el regreso a la filosof¨ªa, al pensamiento y al humanismo; no hay que olvidar que somos descendientes de la enciclopedia, la ilustraci¨®n y el iluminismo".
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