La Justicia es otra cosa
?Verdaderamente?; cuando la sociedad critica con todo derecho a la Justicia, ?est¨¢ demandando de ella que sea justa, que escuche, que sea r¨¢pida, independiente, amable, igual para todos e inteligible?La pregunta me la formulo despu¨¦s de leer el interesante art¨ªculo de Jos¨¦ Mar¨ªa Tom¨¢s T¨ªo en EL PA?S -6 de octubre-, en el que desde una posici¨®n activa, y, por qu¨¦ no, ilusionante, hace p¨²blico su compromiso y el de la Fundaci¨®n por la Justicia, de plantar cara a la injusticia y a la insensatez que envuelven la pr¨¢xis de nuestra Justicia desde m¨²ltiples puntos de vista. Y lo hago, porque, como ¨¦l afirma al terminar su art¨ªculo, tambi¨¦n pienso yo que la Justicia es otra cosa. Pero, dicho esto, me sigo preguntando: ?qu¨¦ otra cosa es o puede ser la Justicia?; ?qu¨¦ idea pueden tener los ciudadanos de la Justicia?; ?c¨®mo la esperan?; en una palabra, ?cu¨¢l es mi propia concepci¨®n de la Justicia?
A menudo o¨ªmos decir que la sociedad, los ciudadanos -por favor, no los justiciables- reclaman de la Justicia que sea justa. Pero yo me pregunto: ?qu¨¦ se quiere decir con "ser justa"?; ?acaso justa en la aplicaci¨®n de un derecho desequilibrado, desigual y excluyente con el d¨¦bil, extra?o o diferente y protector del poderoso, sea particular o el propio Estado? As¨ª es dif¨ªcil y pr¨¢cticamente imposible que la Justicia sea justa.
Se le exije a la Justicia que escuche; pero, ?qu¨¦ entendemos por escuchar?; ?quiz¨¢ dejar hablar sin o¨ªr, sin mirar y sin tocar la realidad del sufrimiento de las personas, por lo general los m¨¢s d¨¦biles? Escuchar es sentir, compartir y aprender a conocer.
Que la Justicia sea r¨¢pida, tambi¨¦n es cualidad a menudo demandada; pero, me pregunto tambi¨¦n: ?acaso no es la rapidez la ant¨ªtesis del ejercicio de la Justicia?; ?se puede tasar el tiempo para la reflexi¨®n, para el ejercicio de la raz¨®n o para la superaci¨®n satisfactoria y fundada de la duda?; ?no estaremos confundiendo la rapidez con la prisa, con estad¨ªsticas, resultados, o quiz¨¢ objetivos cuasimercantiles? M¨¢s que r¨¢pida, la Justicia, sobre todo, debe llegar a tiempo, y en la medida de lo posible debe prevenir, evitar que se produzca el da?o; y para conseguirlo, la Justicia debe zambullirse en la realidad.
La Justicia ha de ser independiente. S¨ª, desde luego; pero, ?independiente de qui¨¦n y de qu¨¦?; ?acaso independiente del compromiso social con el d¨¦bil, con el exclu¨ªdo o con el perseguido?; ?qu¨¦ independencia se propugna cuando la demandamos de la Justicia?; ?quiz¨¢ la que se confunde con el aislamiento, con la burbuja o con la formalista y as¨¦ptica neutralidad?; ?quiz¨¢ con ese c¨®modo situarse por encima del bien y del mal? La independencia no est¨¢ re?ida con la idea del compromiso.
Los ciudadanos desean, se a?ade tambi¨¦n, una Justicia amable; sin que tampoco est¨¦ claro qu¨¦ deba entenderse por amabilidad; ?c¨®mo puede ser amable la Justicia con el ciudadano desde las alturas?; ?amabilidad o simple paternalismo?; ?por qu¨¦ el ciudadano debe mirar siempre hacia arriba? -a salvo, juicios en pasillos o en dependencias inadecuadas-.
La Justica ha de ser igual para todos; y me pregunto tambi¨¦n, ?c¨®mo puede ser la Justicia igual para todos, cuando los medios para suplicar la misma, no son iguales para todos, sin que el proceso equilibre esa desigualdad?; ?c¨®mo puede ser la Justicia igual para todos, si la propia ley consagra, justifica y no cuestiona la desigualdad y la diferencia?; ?de qu¨¦ sirve una sentencia, si su contenido no puede alcanzar efectividad, como ocurre muchas veces?
Por ¨²ltimo, es com¨²n reclamar que la Justicia sea inteligible. Pero, ?c¨®mo puede ser inteligible lo que para los ciudadanos se edifica sobre el enigma y la oscuridad, se escenifica con la liturgia m¨¢s complicada y se expresa en un lenguaje de formas lejano a las ideas?
Desde luego, para m¨ª y para muchos, la Justicia ha sido siempre y es otra cosa. Creo que la Justicia debe ser sobre todo humana y humanitaria; creo que la Justicia debe estar comprometida con la lucha por la igualdad material y social que proclama nuestra Constituci¨®n, y en definitiva, con la aspiraci¨®n y esperanza en la justicia como valor universal. Siempre he pensado que la Justicia debe ser razonada y cercana a los ciudadanos; y creo en una Justicia humilde y digna, creativa y que se practique e imparta, no s¨®lo igual para todos, sino tambi¨¦n de igual a igual. Una Justicia con la que todos debemos colaborar desde la propia autocr¨ªtica.Esta es la idea que algunos abogados tenemos de la Justicia. A nosotros, entre los juristas, nos corresponde la tarea de abrir caminos, cimentarlos y dejarlos preparados para que otros los inauguren, convirti¨¦ndolos en leyes, sentencias, en derechos y deberes; en definitiva, en garant¨ªas jur¨ªdicas. Y tambi¨¦n plantamos cara a la injusticia; como lo hemos hecho desde hace mucho tiempo.
Jos¨¦ Ram¨®n Ju¨¢niz Maya es miembro de Abogados del Mundo.
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