"Yo no hago pol¨ªtica, me conformo con ser un artista", aclara el Nobel Gao Xingjian
El escritor hablar¨¢ en la entrega de los premios sobre este siglo de revoluci¨®n sin freno
Gao Xingjian, el escritor chino nacionalizado franc¨¦s que acaba de recibir el Premio Nobel de Literatura, se convirti¨® ayer en la estrella de la Feria de Francfort. Con aspecto algo cansado, aturdido por los flases y las c¨¢maras de televisi¨®n, ante cerca de 2.000 periodistas, se mostr¨® muy paciente, aunque con extraordinaria amabilidad cort¨® las preguntas que pretend¨ªan implicarlo en pol¨ªtica. "Yo no hago pol¨ªtica, me conformo con ser un artista", afirm¨®. En un peque?o aparte con los periodistas espa?oles, Xingjian explic¨® que ha le¨ªdo a Lorca y que es un poeta que le entusiasma.
Tambi¨¦n le gusta Espa?a y su cultura. "Es tan vital y tan din¨¢mica, tan alejada de la cultura china, mucho m¨¢s tranquila y apacible, que me complementa". Ha estado en Barcelona, una ciudad que tambi¨¦n le gusta, y en el Pa¨ªs Vasco, donde se lo pas¨® de muerte con la pr¨¢ctica de los vinos y las tapas.Todas las editoriales espa?olas andan a la caza de los libros de Gao Xingjian, y la que parece que est¨¢ por el momento en mejor posici¨®n es Ediciones del Bronce (Grupo Planeta), que dirige Miriam Tey. Tey y Miquel Alzueta, responsable para Latinoam¨¦rica del grupo, conocieron al escritor chino, hace seis meses, a trav¨¦s de una amiga com¨²n en un encuentro en la Provenza francesa. Hablaron hasta hartarse -Gao es un excelente conversador- y los espa?oles se llevaron dos de sus libros para estudiar su posible publicaci¨®n en Espa?a: La monta?a del alma, considerada como su novela m¨¢s importante, y un libro de entrevistas con el autor. A trav¨¦s de esa amiga com¨²n, Xingjian les hizo saber que ellos tendr¨¢n los derechos para publicarlos en Espa?a. Gao no tiene agente y va por libre; dicen los que le conocen que necesita sobre todo confiar en las personas para la edici¨®n de sus libros. Tey, Alzueta y ¨¦l se reunir¨¢n el pr¨®ximo fin de semana en Par¨ªs, donde vive el escritor, y es posible que all¨ª lleguen al acuerdo definitivo. Los espa?oles est¨¢n dispuestos a traducirlos directamente del chino, idioma en el que escribe. Los editores temen que con el Nobel se dispare el precio de sus libros y son conscientes de que Xingjian no es un autor de masas. La editorial francesa que lo publica, ?ditions du Aube, hizo saber ayer que el escritor no firmar¨¢ ning¨²n contrato en Francfort y que desea huir de las presiones y las prisas.
"Un milagro"
Xingjian dijo ayer que el Nobel "ha sido como un milagro". "Una sorpresa que ha cambiado mi vida tranquila; s¨¦ que deber¨¦ reorganizarla para poder seguir trabajando. De lo que s¨ª estoy seguro es de que no se puede escribir esperando que te den el Nobel". "En mi casa de Par¨ªs se ha producido una acumulaci¨®n de faxes y de llamadas telef¨®nicas que yo no puedo atender. Una buena amiga m¨ªa se har¨¢ cargo de todo eso a partir de ahora", dijo. El escritor est¨¢ dispuesto a llevar una vida m¨¢s o menos enloquecida hasta diciembre, y tras la ceremonia de entrega de los Nobel, en Estocolmo, reflexionar¨¢ c¨®mo seguir adelante.En el discurso del Nobel, en la capital sueca, hablar¨¢ sobre un siglo de revoluci¨®n sin frenos, haciendo hincapi¨¦ en las nefastas ideolog¨ªas que han asolado esta ¨¦poca que le ha tocado vivir. "Nunca he hecho pol¨ªtica, detesto la pol¨ªtica en su conjunto como manipulaci¨®n de los pueblos y de los ciudadanos, aunque no me reprimo de las cr¨ªticas de todo aquello que no me gusta".
Preguntado por la Revoluci¨®n Cultural china y sobre c¨®mo fue aplaudida en aquel momento por j¨®venes europeos, Xingjian dijo que fue "como la revoluci¨®n rusa de octubre, aunque en un contexto diferente. No se ha hecho a¨²n un an¨¢lisis profundo de lo que pas¨®, de la locura en que se sumergi¨® todo un pueblo que vivi¨® una pesadilla. Hacen falta estudios de todo lo que pas¨®, y ser¨ªa necesario que lo hicieran muy seriamente historiadores y soci¨®logos".
Algunos periodistas intentaron que se pronunciara sobre si su Nobel puede ser una ayuda para recuperar las libertades en la Rep¨²blica Popular China y le preguntaron si est¨¢ dispuesto a representar un papel similar al de Solzhenitsin en la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica. "No creo. Muy pocos chinos han podido leer lo que he escrito, incluso cuando viv¨ªa en China".
La vida del escritor chino, que se exili¨® hace 20 a?os, no ha sido f¨¢cil. Perteneciente a una familia intelectual (su madre, actriz; su padre, vinculado a la ense?anza universitaria), su primera pasi¨®n fue el teatro. "Desde muy peque?o mont¨¢bamos obras teatrales con mi madre. Hasta 1970 no publiqu¨¦ mi primer libro, aunque ten¨ªa muchos originales escritos. Fui uno de los primeros en hablar en China de la literatura moderna y contempor¨¢nea francesa; hab¨ªa problemas con la censura y fui muy criticado. Con un grupo de amigos pusimos en marcha teatro experimental y se dijo en mi pa¨ªs que yo era el representante del teatro del absurdo. Yo dije y sigo diciendo que lo que es absurdo es la vida".
Xingjian fue internado durante a?os en un campo de reeducaci¨®n. Ah¨ª naci¨® su profunda reflexi¨®n sobre la palabra y el silencio. En aquel momento tuvo que optar por el silencio. "Era imposible saber en qui¨¦n pod¨ªas confiar. No pod¨ªas hablar con los colegas, porque hac¨ªan informes y te denunciaban. Fue la pol¨ªtica del miedo".
Cuando por fin pudo salir de China rompi¨® todos los lazos con su primera esposa y con su hijo, que siguen viviendo all¨ª, incluso con sus amigos. Debi¨® ser muy duro, le preguntaron. "Al principio, s¨ª, pero ahora tengo otros amigos en todo el mundo. En estos 20 a?os no he vuelto a China y creo que nunca podr¨¦ volver".
Sus libros en general son una reflexi¨®n en torno a la condici¨®n humana. "He intentado hablar del dolor y del sufrimiento que ha habido en mi vida y en la vida de mi familia; he intentado mostrar la vida tal cual es, el dolor tal cual es. El horror y el terror".
Babelia
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