El 'negro'
"Admito que muchos de vosotros os pregunt¨¦is con qu¨¦ me pago ciertos lujos que un sueldo escaso como corrector de estilo en una conocida editorial nunca me permitir¨ªa. Una buena observaci¨®n. Pero cada cual se busca la vida donde puede y como puede. Consciente de mis l¨ªmites, reconozco con dolor inconfesable que nunca alcanzar¨¦ esa gloria literaria que el mundo me ha negado. Mi talento creador es algo estrecho y envidio -nadie sabe hasta d¨®nde- a esos prestidigitadores que hacen diabluras con las palabras, que embriagan al lector con la forma que le otorgan a una historia o que encantan y seducen tejiendo h¨¢bilmente esas frases donde se derraman las pasiones humanas, la dicha o el tormento, el delirio o la ternura. Lo m¨ªo es simplemente un ejercicio constante de la mediocridad. Domino la sintaxis, eso s¨ª. Mi l¨¦xico se mueve en la abundancia. Conozco bien las reglas de la ret¨®rica. Soy le¨ªdo y mi olfato distingue con soberana agudeza la verdad y la impostura, el ingenio o la vulgaridad en cualquier texto literario. Pero tanta sabidur¨ªa se vuelve contra m¨ª cuando aspiro a trascender en mis propios escritos. Nunca ser¨¦ un cl¨¢sico. Ni siquiera un digno aspirante al reino de los elegidos. Por eso me conformo con resolver ciertos encargos que me proporcionan ingresos nada despreciables y un ¨¦xito tan m¨ªo como ajeno que disfruto a solas desde esta clandestinidad. Ellos tienen el perfil y la fama porque la vida les dot¨® de ese privilegio. Yo les presto una historia que perge?o en el plazo pactado ajust¨¢ndome a sus reglas. Cuando escribo para ellos en la secreta morada de mi cuarto, algo ocurre en m¨ª que restituye de alg¨²n modo el fracaso de no ser nunca nadie. Y luego, cuando todo termina, ellos ponen su nombre en las puertas de ese libro y s¨®lo yo sabr¨¦ que sus frases son las m¨ªas, que ese sue?o que late bajo la firma de un extra?o es un trozo de m¨ª que nadie ha de saber. Pero mi poder es tambi¨¦n infinito y alg¨²n d¨ªa, cuando la rabia o la traici¨®n se cruce en mi camino, puedo minar mi historia de trampas tan letales como el plagio o la venganza. Saber que uno no existe es todo un privilegio; estar a salvo y gozar ante el ¨ªdolo ca¨ªdo es algo ya supremo".
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