"La b¨²squeda del ¨¦xito f¨¢cil provoca grandes fiascos"
La escritora portuguesa Agustina Bessa-Lu¨ªs (Amarante, 1922) ha escrito 38 novelas, nueve ensayos, cinco obras de teatro, cuatro biograf¨ªas, diversas cr¨®nicas de viajes y varios libros infantiles de gran ¨¦xito. En Espa?a s¨®lo se han traducido cuatro de sus obras. De paso por Madrid para participar en Perfil de Portugal, una apuesta de futuro, una amplia operaci¨®n para promocionar la cultura portuguesa, Bessa-Lu¨ªs recuerda sus or¨ªgenes espa?oles y las influencias de El Lazarillo, Cervantes o Santa Teresa. Genial, sarc¨¢stica y entra?able, la escritora reconoce, a prop¨®sito de los plagios en la literatura, que "la b¨²squeda del ¨¦xito f¨¢cil e inmediato provoca grandes fiascos". Pregunta. Usted es una escritora muy prol¨ªfica y...
Respuesta. Ahora lo soy, pero en el siglo pasado no lo ser¨ªa. Yo he tenido la suerte de poder escribir sin hacer otra cosa. Si no hubiera tenido medios, me hubiera sacrificado para vivir m¨¢s modestamente.
P. Quer¨ªa referirme a que en Espa?a s¨®lo han traducido cuatro de sus obras.
R. Es verdad. El problema es que nunca he tenido la ambici¨®n de ser conocida. Si la literatura tiene calidad, sobrevive. Jam¨¢s he buscado relaciones o amistades para promocionarme.
P. ?El distanciamiento entre Espa?a y Portugal durante algunos a?os ha provocado ese desconocimiento de la cultura portuguesa?
R. No ha sido mi caso, porque mis amigos espa?oles, como Aranguren, La¨ªn Entralgo o Juli¨¢n Mar¨ªas, proceden de esas ¨¦pocas. Era un tiempo muy dif¨ªcil para que los portugueses salt¨¢semos al extranjero. Hab¨ªa que tener buenos padrinos y nunca me preocup¨¦ de eso. El motivo fue mi absoluta indiferencia.
P. Sus or¨ªgenes del Duero y...
R. Y de Espa?a. Mi madre era de Salamanca, cerca de Zamora, y mis abuelos maternos tambi¨¦n eran espa?oles. Mis primeros recuerdos literarios proceden de libros espa?oles.
P. ?Cu¨¢les fueron sus influencias de aquellas ¨¦pocas?
R. Me acuerdo de leer con gran placer El lazarillo y luego de Cervantes, cuando ya era una ni?a m¨¢s espabilada. Tambi¨¦n recuerdo aquellos novelones largos, donde siempre hab¨ªa una ni?a buena y hu¨¦rfana. Fue una buena preparaci¨®n antes de salir al escenario.
P. No obstante, sus obras est¨¢n marcadas por el ambiente de Oporto, del Duero.
R. S¨ª. Oporto fue y sigue siendo una ciudad empresarial, de trabajo, donde la gran burgues¨ªa no ve¨ªa con buenos ojos a los artistas. Ahora no es as¨ª, la ciudad es m¨¢s l¨²dica y creativa. Los mejores pintores proceden de Oporto, los mejores arquitectos y algunos escritores, aunque menos que en Lisboa.
P. Tambi¨¦n directores de cine.
R. S¨ª, pero Manoel de Oliveira proced¨ªa de una gran familia burguesa que le hizo la vida imposible en su juventud. No aceptaban que se gastase la fortuna en el juego de las artes.
P. Sus mujeres siempre han sido muy poderosas, fuertes.
R. Ese car¨¢cter procede de mi tradici¨®n familiar, incluso de mis or¨ªgenes castellanos, recios y serios. La mujer es ahora m¨¢s andariega, como Santa Teresa. Ella fue otra influencia. Creo que Santa Teresa hubiera sido una gran escritora profana si hubiera vivido en otro tiempo. Fue un genio de la literatura.
P. ?C¨®mo ve a las mujeres ahora?
R. Siguen siendo muy dependientes. Vengo de un encuentro de escritoras en Par¨ªs y all¨ª una psiquiatra nos dijo que la mujer busca su libertad pero sigue queriendo la protecci¨®n del hombre. Y es verdad: ?lo queremos todo!
P. ?Y los hombres?
R. Cada d¨ªa m¨¢s desconfiados [Entre risas]. La mujer ha perdido un poco de ternura. Es una pena, porque estamos perdiendo un poco de nuestra dulzura. ?Y a los hombres les gustan las mujeres dulces, aunque les mientan! [Nuevas risas].
P. ?C¨®mo ve la literatura actual?
R. Los j¨®venes no s¨¦ lo que escriben, ni lo que quieren. No les comprendo a¨²n.
P. En Espa?a estamos asistiendo a un escandaloso caso de plagio. ?Literatura prefabricada?
R. Ya me han contado. El libro es una gran industria y hay un poco de todo. La gente busca el ¨¦xito f¨¢cil e inmediato y eso provoca grandes fiascos. La industria del libro es muy cara y a veces busca vender a cualquier precio.
P. ?Cu¨¢les son sus preocupaciones vitales, pol¨ªticas?
R. Me quedo con Sartre, que dec¨ªa que el hombre es rid¨ªculo. Y la pol¨ªtica es el colmo del rid¨ªculo. Me preocupa el mundo de la paz. La guerra es una tradici¨®n largu¨ªsima, prehist¨®rica, y la paz es un sentimiento. Hay que hacer del sentimiento una gran fuerza.
Babelia
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