"La violencia palestina es fruto de la frustraci¨®n contra Arafat"
Ministro de Seguridad Interior y de Asuntos Exteriores en funciones, Shlomo Ben Ami, de 56 a?os, comparte la doble y dif¨ªcil tarea, aparentemente contradictoria, de impulsar el proceso de paz y tratar de reprimir una revuelta palestina que se ha cobrado m¨¢s de cien muertes.La paradoja humana y pol¨ªtica de Shlomo Ben Ami, un tangerino emigrado a Israel cuando apenas hab¨ªa cumplido los 12 a?os, licenciado en Lengua y Literatura Hebreas, Pedagog¨ªa e Historia y profesor por la Universidad de Tel Aviv, es una m¨¢s en ese complicado rompecabezas que se llama Oriente Pr¨®ximo.Pregunta. ?Puede ir m¨¢s all¨¢ de la simple an¨¦cdota en el frente de batalla y analizar las causas de la revuelta palestina?
Respuesta. No infravaloro los sentimientos palestinos. Respeto sus reivindicaciones, en favor de su tierra y su determinaci¨®n firme a conseguir sus objetivos. Pero considero que parte de esta violencia es fruto de la frustraci¨®n generada por la propia Autoridad Palestina. Me veo incapaz de trazar una l¨ªnea y saber d¨®nde est¨¢ la frustraci¨®n originada por Arafat y por Israel. Pero digo que el 98% de la poblaci¨®n palestina est¨¢ ya bajo el control y la autoridad de Arafat. Hace unos d¨ªas he escuchado a un manifestante gritar: 'La paz es s¨®lo para los que tienen el est¨®mago lleno. No para nosotros'. As¨ª, con pocas palabras, establec¨ªa una divisi¨®n entre los que se est¨¢n beneficiando del proceso de paz, debido a la naturaleza de la Autoridad Palestina, y aquellos que sufren, el pueblo hambriento. No voy a ir m¨¢s lejos en mi an¨¢lisis. ?Pero es que alguien ha impedido a Arafat invertir los millones de d¨®lares que ha recibido de la comunidad internacional en beneficio de su pueblo? Quiz¨¢ algunos que ahora se est¨¢n manifestando lo hacen por el trato recibido de Arafat.
P. ?Pasada la oleada de violencia, cree usted que ser¨¢ posible volver a las negociaciones en el mismo punto en que se quedaron estancadas el pasado mes de julio en Camp David?
R. Negociamos con ellos en Camp David y les hicimos una oferta razonable. Pero ellos prefirieron hacer gestos de desaprobaci¨®n y acabaron yendo a una guerra. Tengo una recomendaci¨®n que hacerle a Yasir Arafat: que nos haga una contrapropuesta, en vez de orquestar toda esta oleada de violencia. En cualquier caso, Camp David ser¨¢ siempre una referencia. Ser¨¢ muy dif¨ªcil volver atr¨¢s sin este legado. Estoy orgulloso de que la Uni¨®n Europea, en la cumbre celebrada en Bia-rritz, diera su apoyo a la plataforma de Camp David como punto de partida de las futuras negociaciones.
P. Pero ustedes no se cansan, sin embargo, de decir al mismo tiempo una y otra vez que Arafat no es el socio adecuado para un proceso de paz, como si trataran de desautorizarlo?
P. Lo primero que tenemos que hacer es definir la palabra socio. Arafat es el l¨ªder del pueblo palestino, presidente de la Autoridad Palestina. Pero nosotros tenemos serias dudas de que Arafat est¨¦ dispuesto a alcanzar un acuerdo con Israel. Fuimos a Camp David con ¨¦l. Negociamos. Continuamos negociando. Ahora nos encontramos con una explosi¨®n de violencia. Estos d¨ªas escuchamos a algunos palestinos, involucrados en los acontecimientos, como Marwan Barghouti [jefe de la milicia armada de Al Fatah] que la Intifada continuar¨¢, hasta que Israel sea expulsada de los territorios y el derecho al retorno sea efectivo. ?sta es su posici¨®n. Nos preguntamos ahora si Arafat es una contraparte v¨¢lida para las negociaciones de paz. Est¨¢n actuando al estilo Hezbol¨¢. La guerrilla fundamentalista libanesa.
P. Hay quejas y condenas sobre lo que sucede en el terreno de combate. ?Cree usted que hay un uso proporcionado de la fuerza militar en su lucha contra la violencia palestina?
R. Es una pregunta dif¨ªcil de responder. Yo le puedo dar una respuesta autom¨¢tica como ministro israel¨ª: s¨ª. Pero la realidad es mucho m¨¢s complicada. ?Qu¨¦ har¨ªamos hoy cuando tenemos un barrio de Jerusal¨¦n [Gilo] que est¨¢ siendo atacado desde un pueblo cercano palestino [Beit Djala]? Los mandos del Ej¨¦rcito nos dicen que la mejor f¨®rmula para repeler el ataque es el uso de helic¨®pteros. Todo el barrio est¨¢ en peligro y nosotros, como Gobierno, tenemos una obligaci¨®n: darles protecci¨®n. Puede que llegue un momento que nos veamos obligados a utilizar los helic¨®pteros. Porque no hay ninguna otra opci¨®n. ?Ser¨ªa esto un uso excesivo de la fuerza? Hemos utilizado s¨®lo helic¨®pteros contra posiciones, no contra personas.
P. Pero la desproporci¨®n entre muertos israel¨ªes y v¨ªctimas palestinas es clara.
R. Cuando hay una combinaci¨®n de milicia armada, polic¨ªa disparando en su contra y gente movi¨¦ndose entre ellos, en medio, el Ej¨¦rcito tiene dificultades para actuar. Esta combinaci¨®n es ¨²nica. Es un c¨®ctel explosivo, t¨ªpico de Oriente Pr¨®ximo. La respuesta que se d¨¦ estar¨¢ siempre en el filo, y puede ser criticada y calificada por los occidentales como uso excesivo de la fuerza.
P. Se est¨¢n adoptando medidas de apaciguamiento, pero ?cu¨¢ndo se va a levantar definitivamente el bloqueo de los territorios aut¨®nomos palestinos, establecido desde hace 20 d¨ªas por el Ej¨¦rcito israel¨ª?
R. Hay dos tipos de clausura: el ejercido entre ciudades palestinas y el establecido entre Israel y los territorios aut¨®nomos. El primero ya lo hemos ido levantando. El segundo depende de la amenaza de ataques terroristas. Los palestinos liberaron algunos, bueno, bastantes terroristas de Ham¨¢s y la Yihad Isl¨¢mica, en los ¨²ltimos d¨ªas. Este cierre est¨¢ vinculado con la detenci¨®n de nuevo de estos elementos radicales. Israel se encuentra en estado de alerta, ante una oleada de posibles atentados. La pol¨ªtica de cierres no es nueva y se efectu¨® en el pasado, incluso sin Intifada. Y, adem¨¢s, en algunos casos con la complicidad de la Autoridad Palestina.
P. Un an¨¦cdota para aclarar la historia. ?Dio usted en su d¨ªa permiso o lo dio su Ministerio para que el l¨ªder del partido nacionalista Likud, Ariel Sharon, visitara la Explanada de las Mezquitas, provocando la pasada oleada de violencia?
R. Yo estaba entonces en Estados Unidos. El Gobierno tampoco tom¨® ninguna decisi¨®n al respecto. Tiene usted que entender que el l¨ªder de la oposici¨®n no tiene por qu¨¦ pedir permiso al primer ministro para visitar una zona en litigio. ?Cree que [el l¨ªder conservador brit¨¢nico] William Hague tiene que pedir permiso a Tony Blair para visitar Gibraltar?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.