Plagio y glioblastoma
Se me ha ocurrido una idea buen¨ªsima, a m¨ª sola y sin ayuda de negro ni de ordenador ¨²ltima generaci¨®n. Resulta que en la Complutense trabaja un equipo cient¨ªfico, dirigido por el bi¨®logo Manuel Guzm¨¢n, que el pasado febrero demostr¨® claramente, a trav¨¦s de sus experimentos en ratas (aunque estoy en contra de ese abuso con los animales), que el principio activo de la marihuana cura el glioblastoma, un c¨¢ncer cerebral virulento y letal para el que no existe tratamiento. El resultado de dicha investigaci¨®n fue publicado en la revista Nature y la comunidad cient¨ªfica internacional lo ha aplaudido de forma un¨¢nime. Para continuar con el trabajo, la Complutense ha solicitado una patente en Espa?a sobre el uso de cannabinoides en el tratamiento de tumores cerebrales, de modo que ning¨²n otro cient¨ªfico, empresa o pa¨ªs podr¨ªa utilizarlo durante un a?o y Espa?a ser¨ªa pionera de un bien para la humanidad. La patente en cuesti¨®n cuesta 15 millones, cantidad de la que no dispone el equipo de Guzm¨¢n. El plazo para formalizar esta patente acaba en febrero del 2001 y, entre otros, la Imperial Cancer Research Fundation brit¨¢nica, los Institutos Nacionales de la Salud norteamericanos, la Escuela Danesa de Farmacia de Copenhague o el hospital Dana Farber de Boston esperan su turno para continuar con tan esperanzadora investigaci¨®n y para financiar de inmediato un ensayo cl¨ªnico en humanos. Lo del glioblastoma es tan agresivo como una fragata F-100, tan ensordecedor como un avi¨®n supers¨®nico de combate EF-2000, tan pesado como un tanque Leopard o como un avi¨®n patrulla P-3 Orion, s¨®lo que en el cerebro de una persona desahuciada y mucho m¨¢s barato. Si tenemos en cuenta que el gasto militar espa?ol, definido como Investigaci¨®n y Desarrollo (I+D) y que se ocupa de la construcci¨®n de esos aparatos, asciende a casi 250.000 millones, mientras que el precio de lo del tumor es de s¨®lo15 millones, yo creo que nos traer¨ªa cuenta, y con los miles de millones ahorrados podr¨ªamos dar muchas becas; a la creaci¨®n literaria, por ejemplo.Pues resulta, al tiempo, que la presentadora de televisi¨®n de sobremesa Ana Rosa y la editorial Planeta han imprimido y encuadernado una serie de pliegos de papel o p¨¢ginas, que han publicado con el premonitorio t¨ªtulo de Sabor a hiel y bajo el ep¨ªgrafe "Novela", de la que han vendido unos 100.000 ejemplares y que les ha reportado en muy pocos meses unos 40 millones de pesetas. Siendo as¨ª que la tal serie de pliegos de papel o p¨¢ginas contiene a su vez una serie de presuntos atracos a rat¨®n armado y que la editorial ha tenido que retirar su edici¨®n presuntamente butronera, la insistente pregunta de los ¨²ltimos d¨ªas, en las comidillas literarias y en las comistrajas caseras, ha sido qu¨¦ iba a pasar con los millones obtenidos, bot¨ªn cuya custodia debe de estar repartida, hoy por hoy, entre el departamento de derechos (gracejo del idioma) de esta casa de las letras y la cuenta corriente de la presunta delincuente. Unos dicen que lo decente ser¨ªa que la banda devolviera el dinero a cada uno de los incautos estafados que adquirieron esas series de pliegos de papel impresos y encuadernados; otros, que habr¨¢ que indemnizar a las principales v¨ªctimas del atraco, por el momento dos chicas escritoras que se llaman Danielle y ?ngeles; los presuntos, seguramente, estar¨¢n ya cheque en ristre para pagar las costas de los abogados. Mientras reorganizamos lo de las partidas presupuestarias de I+D, y como me he enterado de que a Ana Rosa le interesa mucho la Investigaci¨®n y el Desarrollo, pues que asisti¨® antesdeayer al madrile?o hotel Ritz para recoger el premio que, "por su trabajo proactivo en beneficio de la mujer", le entregaba la Sociedad Internacional de Menopausia (en lo que ella misma defini¨® como un "acto cient¨ªfico"), la idea que se me ha ocurrido a m¨ª sola, buen¨ªsima, es que Ana Rosa financie proactivamente, es decir, con 15 millones por lo menos, los trabajos de Manuel Guzm¨¢n sobre tumores cerebrales. As¨ª, adem¨¢s, su proactivismo podr¨ªa ser global, planetario, y beneficiar¨ªa no s¨®lo a las mujeres, que tan orgullosas estamos de ella, sino tambi¨¦n a los hombres, que de verdad que tambi¨¦n tienen cerebro, aunque sean negros o lo tengan artificial, susceptible de sufrir tumores virulentos y letales. Merece la pena, Ana Rosa, y, total, qu¨¦ son para ti y para tus encuadernadores 15 milloncejos de nada. Gracias.
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