Figo extrema el contencioso Bar?a-Madrid
Los azulgrana, reanimados por los ¨²ltimos resultados, aguardan con ganas a un adversario que se siente superior futbol¨ªsticamente
El gran cl¨¢sico del f¨²bol espa?ol alcanza de nuevo el Camp Nou en grado superlativo: m¨¢s cargado que de costumbre, m¨¢s expectante que otras veces, m¨¢s extremo que nunca, tanto que las pocas entradas disponibles se han agotado antes de ponerse en taquilla
El gran cl¨¢sico del f¨²bol espa?ol alcanza de nuevo el Camp Nou (21.00, teletaquilla) en grado superlativo: m¨¢s cargado que de costumbre, m¨¢s expectante que otras veces, m¨¢s extremo que nunca, tanto que las pocas entradas disponibles (menos de 10.000 sobre 100.000 localidades) se han agotado antes de ponerse en taquilla y ayer se pagaban m¨¢s de 60.000 pesetas por una tribuna en la reventa.Figo ha cambiado de zamarra y parece como si los dos equipos se hubieran intercambiado la piel. El Madrid de hoy guarda cierta similitud con el Bar?a de ayer: un club estructurado en torno a una idea empresarial, un equipo ofensivo por naturaleza y la convicci¨®n de ir por delante del rival. Jerarca en los noventa, el Bar?a se siente amenazado por el Madrid, vive pendiente de un estado de ¨¢nimo y, en la transici¨®n, es capaz de superarse a golpes de hero¨ªsmo, atado a su ¨ªdolo Rivaldo, sintomatolog¨ªa con la que convivi¨® largo tiempo su adversario y conquist¨® hasta dos Ligas de Campeones.
Una situaci¨®n muy comprensible para quienes se explican el dominio azulgrana sobre el Madrid por el desequilibrio que provocaba Figo. Menos dr¨¢sticos se muestran los azulgrana, que entienden que el adversario es igualmente asequible, e incluso m¨¢s cuando se las da de favorito. M¨¢s que de costumbre, el contencioso Bar?a-Madrid est¨¢ en el duelo Figo-Rivaldo y los dos mundos que ambos representan. Dolida por la partida del portugu¨¦s, la hinchada barcelonista dar¨¢ calor a un Bar?a pasional, que igual se hace odiar que querer, poco fiable si se quiere, pero emocionalmente fuerte, dispuesto a defender su amor propio como ya mostr¨® en San Siro cuando el Milan le miraba de soslayo y se cruzaban apuestas sobre cu¨¢ntos goles le meter¨ªan. El rearme moral azulgrana ha llegado justo a tiempo para recibir al Madrid.
El factor campo puede jugar un papel intimidatorio para un rival que va creciendo futbol¨ªsticamente, cada vez m¨¢s regular, l¨ªder ya del campeonato. La inercia futbol¨ªstica parece jugar a su favor mientras que el entorno est¨¢ del bando azulgrana. Hay la sensaci¨®n desde las filas blancas que el Madrid ha mejorado el equipo en la misma medida que ha empeorado el del Bar?a, terreno abonado para reintentar un triunfo forastero que no llega desde hace justo 17 a?os cuando Juanito y Santillana firmaron la ¨²ltima victoria (22 octubre 1983).
"No jugamos contra Figo sino frente al Madrid", coinciden los futbolistas del Bar?a. "No s¨®lo est¨¢ Figo", corrabora Cocu, "sino que tienen hasta siete jugadores que pueden hacer gol". El potencial ofensivo madridista ha aumentado en una proporci¨®n mayor a la p¨¦rdida de consistencia defensiva, pero el Barcelona entiende que es un rival batible y, aunque no tiene un ariete, conf¨ªa en Rivaldo, que cuenta cinco goles en los dos ¨²ltimos partidos.
La goleada en San Sebasti¨¢n y el empate en Mil¨¢n han reforzado el esp¨ªritu azulgrana m¨¢s que la organizaci¨®n del juego. Futbolistas del calado de Gerard, Iv¨¢n de la Pe?a, Kluivert u Overmars est¨¢n en la enfermer¨ªa o a la espera de poder decir la suya. Las referencias son ahora los goles de Rivaldo, el equilibrio t¨¢ctico que aporta Cocu, la naturalidad que le da Xavi, la determinaci¨®n de Puyol o Sergi, la agresividad de Luis Enrique o la profesionalidad de Reiziger, que cubrir¨¢ a Figo en la cancha, pues en la grada se espera una escenograf¨ªa intimidatoria hacia el portugu¨¦s.
Hay una movilizaci¨®n, en alg¨²n caso incitada medi¨¢ticamente y en otro por derterminadas pe?as, para expresar la repulsa social hacia Figo y su cambio de camiseta. El club azulgrana ya ha alertado sobre la no conveniencia de posiciones extremas (e incluso ha advertido a los Boixos Nois, que dicen preparar algo para ser recordado), aunque ha dejado entrever que no le disgustar¨ªa que la carga emotiva del choque fuera suficientemente en¨¦rgica como para que Figo no pudiera superarla. Unos 500 polic¨ªas cuidar¨¢n de un partido declarado de alto riesgo, que congregar¨¢ a 600 periodistas (14 televisiones extranjeras) y mantendr¨¢ el protocolo: representantes de ambas directivas almorzar¨¢n juntos, aunque el presidente del Madrid, Florentino P¨¦rez, comparecer¨¢ en el palco del Camp Nou, donde le aguarda el presidente azulgrana, Joan Gaspart, que reitera que perdona pero no olvida. Gaspart ha dejado dicho que se "arruinar¨ªa por ver otro 5-0" (Sport) y P¨¦rez le ha respondido que est¨¢ convencido del triunfo de su equipo.
Del Bosque no tiene a Flavio Concei?ao y, en cambio, ha recuperado a Morientes, pero cuenta con un grupo que ha adquirido una velocidad de crucero sin reparar en el estado de la mar. Tiene muchos recursos futbol¨ªsticos, m¨¢s quiz¨¢ que el Bar?a, disminuido por las lesiones (entre ellas la del capit¨¢n Pep Guardiola), pero arremangado para revolcarle. "Dos puntos de diferencia no dan para sustentar seg¨²n que tesis", se defienden los azulgrana, deseosos de descabalgar al l¨ªder cuando s¨®lo se llevan cinco jornadas de campeonato. Pero la presencia de Figo le ha dado al partido un tono dram¨¢tico, como si el Madrid quisiera expresar con el fichaje del portugu¨¦s el traspaso de poderes y el Bar?a pretenda demostrar que est¨¢ por encima incluso de un futbolista universal como Figo.
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