El euro y el BCE
?Saldr¨¢ el euro alg¨²n d¨ªa del estado de crisis permanente en el que se encuentra desde su lanzamiento? Desde mediados de septiembre, en que la intervenci¨®n concertada por los bancos centrales en el mercado de cambios le hab¨ªa hecho ganar un poco de terreno, se dec¨ªa que hab¨ªa salido adelante. Mejor, se promet¨ªa una irresistible ascensi¨®n gracias al dinamismo renovado de la econom¨ªa europea. Y he aqu¨ª que de nuevo ha vuelto a caer. En el origen de esta reca¨ªda se encuentra una entrevista concedida, el 16 de octubre, a The Times de Londres por el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Wim Duisenberg. En ella dej¨® entrever que una acci¨®n de los bancos centrales para sostener el euro era dif¨ªcilmente factible en el contexto actual de crisis de Oriente Pr¨®ximo.A la furia de los mercados se une la c¨®lera de los dirigentes pol¨ªticos europeos y la rabia de la prensa econ¨®mica anglosajona. Nadie niega que Duisenberg haya metido la pata. Descartar p¨²blicamente la posibilidad de una intervenci¨®n es se?alar al adversario que el arma con la que le amenazas no est¨¢ cargada. Pero el presidente del BCE no es el ¨²nico culpable. El BCE ha ca¨ªdo en su propia trampa. Al apoderarse de la pol¨ªtica de cambios, al dejar a su presidente repetir, no sin provocaci¨®n: "El euro soy yo", el Consejo de Gobernadores del BCE ha ligado su credibilidad a la evoluci¨®n del euro frente al d¨®lar. El presidente del BCE no puede ser el ¨²nico responsable de los desenga?os del euro. (...) ?Es culpa de Duisenberg si, desde hace 21 meses, los inversores internacionales prefieren comprar d¨®lares en lugar de euros?
, 20 de octubre del 2000.
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