Luis Enrique s¨ª acudi¨® a la cita

Todos los focos y todas las miradas estaban dirigidas a Figo. Pero otros tres futbolistas vivieron ayer un d¨ªa especial. Distinto, al menos. Hab¨ªa otros Figos sobre el campo. En el once inicial del Bar?a estaban Luis Enrique y Dani, dos ex madridistas, mientras Alfonso aguardaba turno en el banquillo; en el Madrid, am¨¦n de Figo, estaba presente Celades, que acud¨ªa por vez primera al Camp Nou con la camiseta blanca. No todos ellos estuvieron al mismo nivel. De color gris se ti?¨® la actuaci¨®n de Celades. Y en menor medida la de Dani. Luis Enrique, el que antes viaj¨® de un equipo a otro, y por tanto el m¨¢s acostumbrado a este tipo de situaciones, se elev¨® por encima de sus colegas, como se elev¨® por encima de todos los rivales al cabecear el primer gol del Bar?a.Que Luis Enrique era el m¨¢s enchufado de todos al ritmo del choque se demostr¨® bien pronto. ?l fue el autor de la primera falta del partido, de la primera entrada de cierta dureza. Se la hizo a Munitis y el ¨¢rbitro le llam¨® la atenci¨®n. Corr¨ªa el minuto dos, y en el cuatro fue Celades el que imit¨® al que fuera su compa?ero en el Bar?a hasta hace dos a?os. Celades entr¨® con dureza a Sim?o y tuvo menos suerte que Luis Enrique. Para ¨¦l fue la primera tarjeta amarilla del partido.

Fue el primero Celades en ser amonestado y fue el primero que en el Madrid se atrevi¨® a lanzar a porter¨ªa. Lo hizo en el minuto nueve, desde fuera del ¨¢rea, y su disparo lo despej¨® sin mayores problemas Dutruel. A partir de ah¨ª, Celades se oscureci¨®. Y con ¨¦l, el Madrid. Apenas tom¨® contacto con el bal¨®n y vio desde cierta distancia, al igual que Makelele, c¨®mo Xavi gobernaba el partido.

Por entonces, ninguno de los dos ex madridistas presentes en el Bar?a -Luis Enrique y Dani- hab¨ªan aparecido en escena. Pero al asturiano le gustan estos retos. Lejos de esconderse, acostumbra a dejar huella siempre que se enfrenta a su antiguo equipo. Al cuarto de hora se asom¨® al borde del ¨¢rea y le sac¨® una falta a Guti que Rivaldo mand¨® por encima del larguero. En el 23, un bal¨®n que alcanz¨® a recuperar en la esquina acab¨® en pies de Sim?o, que lo estrell¨® contra el poste. Poco despu¨¦s lleg¨® el primer gol del Bar?a, en aquella falta botada por Xavi que remat¨® de cabeza Luis Enrique. Incluso antes del descanso lleg¨®, aunque de manera forzada al remate, y el bal¨®n se march¨® alto.

Mientras, la actuaci¨®n de su compa?ero Dani apenas ten¨ªa trascendencia. Apenas se le comput¨® alguna acci¨®n de m¨¦rito, sin peso ninguno en el desarrollo del choque. Tres cuartos de los mismo se puede decir de Celades.

Dani abandon¨® el campo en el minuto 21 de la segunda parte, sustituido por Frank de Boer. Siete despu¨¦s, Alfonso, que vivi¨® d¨ªas de gloria en el Bernab¨¦u, entraba en sustituci¨®n de Luis Enrique. A aqu¨¦l le dio tiempo a participar activamente en el segundo tanto del Bar?a, en el que cabece¨® al larguero antes de que Sim?o aprovechara el rechace. Y le dio tiempo, adem¨¢s, a rematar ante Casillas, que repeli¨® su disparo. Pero entre todos los que han vivido en ambos bandos, nadie se emple¨® como Luis Enrique, que acudi¨®, otra vez, puntual a la cita.