"No hay soluciones militares para la Intifada"

Marwan Barghouti, de 40 a?os, es desde hace tres semanas el jefe indiscutible de la nueva Intifada que se ha cobrado m¨¢s de 120 v¨ªctimas y al menos 3.500 heridos. Este licenciado en Literatura ¨¢rabe, formado en la Universidad de Bir Zeit, el Harvard de Cisjordania, miembro destacado del Consejo Legislativo Palestino y componente de la c¨²pula dirigente del partido gubernamental Al Fatah, dirige desde la calle una milicia popular, los Tanzim, compuesta por cerca de 120.000 hombres -seg¨²n los servicios secretos israel¨ªes- y un arsenal de m¨¢s de 30.000 armas. Dos cifras que ¨¦l niega en esta entrevista.El liderazgo de Barghouti se encuentra avalado por m¨¢s de veinte a?os de lucha contra el "enemigo sionista"; un combate que inici¨® en las aulas de la universidad en la d¨¦cada de los a?os ochenta, para continuar luego al frente de los sectores m¨¢s radicales y extremistas del Fatah en Ramala, lo que le vali¨® numerosas detenciones, cinco a?os en las prisiones israel¨ªes y un largo exilio en T¨²nez, a donde fue expulsado poco despu¨¦s de iniciarse la primera Intifada, el 8 de diciembre de 1987.

Barghouti volvi¨® a los territorios palestinos gracias a los Acuerdos de Oslo, cuando su nombre fue incluido en una primera lista de repatriados pactada entre Yasir Arafat e Isaac Rabin, con una misi¨®n concreta, tratar de reestructurar en la zona de Cisjordania el partido gubernamental de Fatah, reconstruyendo al mismo tiempo las filas deslavazadas y maltrechas de su rama juvenil, los Shabiba, uno de los m¨¢s destacados protagonistas de la primera revuelta de las piedras. A partir de esta organizaci¨®n juvenil cre¨® por encargo de Arafat los Tanzim, cuyo bautismo de fuego tuvo como escenario la ciudad vieja de Jerusal¨¦n, cuando en 1996 estall¨® una espiral de violencia por la construcci¨®n por parte del Gobierno de Israel del t¨²nel de los Hasmoneos bajo la Explanada de las Mezquitas. Ahora su milicia encabeza una nueva lucha, hasta conseguir la independencia de Palestina.

Pregunta. ?Hasta cu¨¢ndo continuar¨¢ la Intifada?

Respuesta. La pregunta no nos la debe hacer a nosotros. La pregunta debe hac¨¦rsela a los soldados israel¨ªes. Nosotros estamos en nuestro pa¨ªs. Es natural que luchemos por nuestra tierra, por nuestra independencia. ?Cree que nos gusta estar as¨ª? Desde hace 30 d¨ªas no hacemos otra cosa que ir cada ma?ana al cementerio a enterrar a nuestros muertos. El fin de la Intifada es poner fin a la ocupaci¨®n israel¨ª.

P. ?Ha recibido ¨®rdenes de Arafat de poner fin a la protesta de los palestinos en la calle?

R. Nadie puede apagar el interruptor de la Intifada. Arafat no puede dar esta orden, porque nadie puede controlar el sentimiento del pueblo palestino. ?Cree que no lo he intentado? Incluso lo he ensayado con mi propio hijo. Tiene 15 a?os. Le he dicho que no volviera a la calle. Pero no me ha hecho caso; cada d¨ªa est¨¢ ante el chekpoint [puesto de control] frente a los soldados israel¨ªes. No puedo hacer nada por detenerlo.

P. Los acusan de utilizar ni?os en sus enfrentamientos con la fuerzas de seguridad israel¨ª.

R. Acabamos de hacer un llamamiento para que los ni?os menores de 16 a?os no tomen parte en la Intifada. Pero ya le digo, es imposible. ?Pero d¨®nde cree que estamos, en Tel Aviv? Estamos aqu¨ª en nuestra propia casa. ?Sabe usted c¨®mo se siente la calle? Est¨¢ indignada.

P. ?Y los Tanzim, qui¨¦nes lo componen?

R. El Tanzim es Al Fatah y Al Fatah es el Tanzim. Es as¨ª de claro. Todos los miembros del partido Fatah son a su vez miembros del Tanzim. Pero le puede asegurar que somos bastantes menos de los que dice la prensa israel¨ª.

P. ?De d¨®nde sacan las armas?

R. De Israel. Tenemos relaciones con las mafias de Israel. Ellos nos proporcionan las armas de contrabando. Pero sobre esto tambi¨¦n se ha escrito y especulado mucho. En cualquier caso le dir¨¦ que todas las armas juntas de los palestinos no superan el arsenal de cualquier asentamiento jud¨ªo. Tenemos algunas decenas de hombres armados. Esto es todo. No millares como aseguran los jud¨ªos.

P. ?Qu¨¦ diferencia hay entre esta Intifada y la anterior de 1987?

R. Esta Intifada ha logrado cruzar las fronteras. Ha logrado influir en todos los pa¨ªses ¨¢rabes. Hay m¨¢s solidaridad que nunca. Es cierto que la anterior sirvi¨® para colocar la lucha palestina en un lugar elevado, el m¨¢s alto, de la agenda pol¨ªtica internacional. Ahora es otra cosa, es la lucha por la independencia.

P. ?Ha olvidado el camino de la paz?

R. Los palestinos apoyan la paz. No hay soluciones militares para la Intifada. Estamos buscando una soluci¨®n pol¨ªtica. Tenemos que vivir junto con los israel¨ªes. Son nuestros vecinos. Estamos luchando en favor de una reconciliaci¨®n hist¨®rica, en que se acepten nuestras condiciones m¨ªnimas; retorno de los cuatro millones de refugiados, devoluci¨®n de los territorios conquistados en 1967, derecho a tener nuestro Estado y total soberan¨ªa sobre nuestra capital, Jerusal¨¦n Este. Estamos dispuestos a sacrificarnos por ello.

P. En esta guerra ha habido episodios vergonzosos, como el linchamiento de los dos soldados israel¨ªes en la comisar¨ªa de Ramala hace ahora una semana. ?Qu¨¦ opina del incidente?

R. No estoy de acuerdo en lo que sucedi¨®. Estoy en contra. Fue un grave error. Lo he repetido en muchas ocasiones.

P. A medida que se avanza en la revuelta se asegura cada vez m¨¢s que crecen las diferencias pol¨ªticas entre usted y el presidente Yasir Arafat.

R. No es cierto. Arafat y yo mantenemos excelentes relaciones. ?l es el presidente de la Autoridad Nacional Palestina. Es nuestro presidente. Es cierto que en ocasiones tenemos nuestras opiniones sobre temas puntuales. Pero eso es todo.