Ehud Barak prepara la separaci¨®n f¨ªsica de Israel y los territorios palestinos
La convivencia entre israel¨ªes y palestinos es imposible. El primer ministro israel¨ª, Ehud Barak, ha llegado a esta conclusi¨®n y por ello planea separar f¨ªsica y econ¨®micamente Israel de los territorios aut¨®nomos palestinos, tratando as¨ª de garantizar la paz y la seguridad de ambas comunidades. Dos comisiones gubernamentales, una desde el Ministerio de Econom¨ªa y otra desde la cartera de Defensa, han empezado a estudiar el proyecto de separaci¨®n. La Autoridad Palestina asegura que estas elucubraciones son "irreales", pero que si se llevan a t¨¦rmino supondr¨ªan una "declaraci¨®n de guerra".
La imposibilidad de que israel¨ªes y palestinos puedan concluir en un plazo m¨¢s o menos inmediato un acuerdo de paz ha llevado al primer ministro israel¨ª a contemplar la posibilidad de decretar "por la fuerza" y de "manera dolorosa" la separaci¨®n f¨ªsica y econ¨®mica de las dos comunidades. Ehud Barak hizo p¨²blico este proyecto el pasado viernes por la noche en el transcurso de una entrevista difundida por el canal estatal de la televisi¨®n israel¨ª."No tengo otra alternativa. La separaci¨®n es la ¨²nica posibilidad", anunci¨®, sin descubrir que desde hace una semana dos equipos interministeriales presididos por el ministro de Hacienda, Avi Ben Bassat, y el viceministro de Defensa, Efraim Sneh, redactan el primer borrador de este plan de separaci¨®n de las dos comunidades y las repercusiones que podr¨ªa conllevar.
"No se trata de estrangular la econom¨ªa israel¨ª", ha recalcado el ministro de Hacienda, en un intento de tranquilizar a la poblaci¨®n palestina. El plan prev¨¦ aplicar el proyecto de manera lo "menos dolorosa posible", se iniciar¨¢ en aquellos sectores para los que palestinos e israel¨ªes tienen ya una alternariva y dejar¨¢ para mucho m¨¢s tarde las a¨¦reas m¨¢s interrelacionadas.
El plan de separaci¨®n econ¨®mica se complementa con otro en el a¨¦rea de seguridad. Los t¨¦cnicos del Ministerio de Defensa no descartan desempolvar viejos proyectos, como el de la construcci¨®n de un puente de 47 kil¨®metros de largo que una Gaza con Cisjordania, o la edificaci¨®n de una valla o muro de seguridad a lo largo de los territorios palestinos, con una serie de puertas por los que establecer¨ªan los accesos. El proyecto estudia la posibilidad de crear bloques compactos de asentamientos jud¨ªos en Cisjordania, evacuando a cerca de 10.000 colonos que se encuentran en ¨¢reas aisladas, y cerrar tambi¨¦n las 18 implantaciones de Gaza.
"Un proyecto as¨ª es una declaraci¨®n de guerra contra los palestinos", ha asegurado un portavoz del Gobierno de Yasir Arafat, para asegurar a continuaci¨®n que un plan de estas caracter¨ªsticas es "irreal" por las interconexiones existentes entre las dos comunidades, sobre todo en el campo econ¨®mico e industrial.
El proyecto de Ehud Barak no es nuevo. Ya habl¨® de ¨¦l en el transcurso de su campa?a electoral de mayo de 1998, cuando aseguraba que era necesario "construir unas vallas bien altas entre los dos pueblos" y parafraseaba los versos del poeta Robert Foster en los que aseguraba que "vallas altas hacen buenos vecinos". Barak hered¨® el proyecto del primer ministro Isaac Rabin, quien, en la d¨¦cada de los noventa, contempl¨® la misma idea como forma de impedir los ataques terroristas de Ham¨¢s.
"Hace tiempo que hemos empezado a separarnos", aseguraba ayer un comerciante ¨¢rabe del Jerusal¨¦n este, tratando de minimizar los supuestos efectos catastr¨®ficos que una decisi¨®n as¨ª podr¨ªa acarrear a la poblaci¨®n palestina, y desmintiendo los datos oficiales que aseguran que el 25% de los ingresos de las familias de los territorios aut¨®nomos proceden de Israel. Para este comerciante no es casual ni nuevo que la poblaci¨®n jud¨ªa del Jerusal¨¦n oeste no acuda ya a comprar a los mercados de la otra parte de la ciudad, o que se lo piensen dos veces antes de ir a proveerse a las tiendas de hortalizas y carnes de la ciudad pr¨®xima de Bel¨¦n, aunque son mucho m¨¢s baratas.
El proceso de separaci¨®n entre las dos comunidades, que empez¨® a aplicarse de manera no planificada pero dr¨¢stica durante y despu¨¦s de la primera Intifada -1987 a 1993-, se est¨¢ acelerando. Algunas industrias construidas en pol¨ªgonos cercanos a la franja de Gaza han empezado a cerrar definitivamente sus puertas y han anunciado que se van por falta de mano de obra barata de los obreros palestinos, a los que el Ej¨¦rcito de Israel impide cruzar la frontera desde hace tres semanas.
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