Luc Leblanc tambi¨¦n confiesa sus pecados

"Catarata de confesiones", aseguraban ayer las radios francesas, pero no fue para tanto. Despu¨¦s de Virenque subi¨® al estrado, como testigo, Luc Leblanc, ex ciclista y compa?ero de Virenque en el Festina la temporada 94. Y como su antiguo amigo, Leblanc, que pasa por ser el monsieur propre (se?or limpio) del ciclismo franc¨¦s, tambi¨¦n reconoci¨® haberse dopado. "Pero lo hice sencillamente para restablecer el equilibrio con los otros", dijo. "Para seguir mi carrera despu¨¦s de haber sido quinto un Tour que corr¨ª a pan y agua, me vi obligado a tomar. Fue muy duro para m¨ª tener que recurrir a ello". "Pero eran s¨®lo dosis homeop¨¢ticas y nunca pas¨¦ de 47% o 48% de hematocrito", se apresur¨® a precisar Leblanc, lo que hizo que el juez, daniel Delegove, se permitiera ironizar: "S¨ª, s¨ª, homeopat¨ªa con EPO".Leblanc tambi¨¦n quiso dejar claro que su t¨ªtulo mundial, el arcoiris ganado en Agrigento en 1994, no ten¨ªa nada que ver con el dopaje, que lo suyo comenz¨® en 1995, precisamente cuando dej¨® el Festina. Voet desminti¨® esta versi¨®n y dijo que ¨¦l mismo le prepar¨® su c¨®ctel favorito, EPO, el d¨ªa de la carrera, y corticoides.

Una precisi¨®n vital, pensaba Leblanc, para que la UCI no le desposeyera del Mundial a posteriori, como hizo recientemente con el franc¨¦s Chiotti, campe¨®n Mundial de mountain bike que confes¨® el consumo de EPO. Sin embargo, no le habr¨ªa hecho falta. La UCI enseguida aclar¨® que aunque hubiera confesado que us¨® EPO en el 94 no le habr¨ªan quitado el t¨ªtulo, ya que la falta prescribe a los cinco a?os.

Habr¨ªa sido, de todas maneras, una decisi¨®n complicada. Si se lo quitaran, el t¨ªtulo deber¨ªa reacer en el segundo, Chiappucci, un italiano acusado profusamente de abuso de EPO; y el tercero no fue otro que el propio Virenque.