Gran versi¨®n del "R¨¦quiem"

Una versi¨®n admirable para una partitura genial. As¨ª podr¨ªa sintetizarse la audici¨®n, tan infrecuente, de la Gran Misa de R¨¦quiem, estrenada en los Inv¨¢lidos de Par¨ªs el 5 de diciembre de 1837 por Hector Berlioz, que era ya el autor de la Sinfon¨ªa Fant¨¢stica (1830) y Haroldo en Italia (1834). Son importantes las intervenciones del gran coro, capaces de renovar, con distinto prop¨®sito y a partir de alejado impulso, la antigua escritura polif¨®nica y en la versi¨®n escuchada ahora, bajo la direcci¨®n de Rafael Fr¨¹hbeck de Burgos, la juntura del Coro Nacional (director, Steubing-Negenborg) y el de la Comunidad de Madrid (director, Jordi Casas) ha dado un resultado excelente. En uni¨®n de la Orquesta Nacional, cuya profesionalidad sabe distinguir muy bien los problemas laborales de los art¨ªsticos, interpretaron la magn¨ªfica partitura con entrega, dominio, coherencia, plenitud, flexibilidad y an¨¢lisis. Todo ello lo demanda e impone, con extraordinaria autoridad, el maestro burgal¨¦s al sustanciar estos monumentos sinf¨®nicos y corales desde una estricta motivaci¨®n musical y sin ceder a tentaciones espectaculares.