Aznar, macabro
El se?or Aznar, aquel que dec¨ªa que Espa?a iba bien (?por qu¨¦ ya no lo dice?), se dedica a hacer chistes con lo que m¨¢s respeto deber¨ªa tener: la vida de las personas. Y a m¨ª, en estos temas, nada me hace gracia. Habr¨ªa que recordarle al se?or Aznar que un buen dirigente es el que es capaz de ponerse en el lugar y las circunstancias del ciudadano y, en especial, del que sufre. Pero el se?or Aznar se dedica a hacer gracias.Y as¨ª, en vez de estar en la manifestaci¨®n contra ETA, se permite pasar lista de los asesinados que no pudieron estar all¨ª, ?menuda broma! Si la se?ora viuda del fiscal Portero le recrimina la falta de protecci¨®n de su marido, lo que facilit¨® el asesinato, ¨¦l lo despacha diciendo que "no toca hablar de esto" y su jefe de seguridad, el se?or Oreja, dice que no hay seguridad para todos. ?Naturalmente!, pero el buen gobernante es el que distribuye los recursos de la forma m¨¢s eficaz posible. Y el se?or Portero por su especial rango, por haberlo solicitado reiteradamente, por estar amenazado y porque se sab¨ªa que en Granada hab¨ªa un comando, tendr¨ªa que haber estado mejor protegido. Exactamente igual que lo estuvo el se?or Aznar cuando ETA quiso acabar con ¨¦l y, gracias a esa protecci¨®n (coche blindado incluido), hoy puede contarlo.
Y el miedo y el temor que 300.000 ciudadanos del entorno de Gibraltar tienen lo despacha con chistecitos como "hoy toca inmersi¨®n", "es m¨¢s divertido cantar el Submarino amarillo".
Se?or Aznar: si quiere que los andaluces le creamos en eso de que no hay ning¨²n riesgo, lo tiene f¨¢cil: haga como hace tiempo hizo su mentor pol¨ªtico Fraga y trasl¨¢dese con su familia a vivir al Campo de Gibraltar mientras el Tireless est¨¦ all¨ª. Le aseguro que ser¨¦ el primero en creerle. Pero, mientras, no vuelva a re¨ªrse de los andaluces, y menos con las cosas serias. Rafael Mart¨ªn de Agar.- Alcal¨¢ de Guadaira. Sevilla.
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