"No me interesa lo experimental"

Peque?a gran noticia en el mundo de la poes¨ªa catalana: Francesc Parcerisas saca libro nuevo. Aunque es autor silencioso y poco prol¨ªfico, el director de la Instituci¨® de les Lletres Catalanes aumenta con Natura morta amb nens (Quaderns Crema) una obra seria, coherente y bien valorada por sus colegas. Este nuevo libro, que coincide con la tercera edici¨®n del antepen¨²ltimo, L'edat d'or (tambi¨¦n en Quaderns Crema), ahonda en las caracter¨ªsticas de los anteriores: introspecci¨®n, relato de la propia experiencia y distancia respecto a modas y experimentos formales."Es cierto que en los ¨²ltimos tiempos ha crecido la poes¨ªa llamada experimental, la que depende de otros soportes, como recitales, m¨²sica, etc¨¦tera", explica Parcerisas, "pero a m¨ª digamos que no me interesa demasiado. Es un fen¨®meno que ya ha ocurrido en otros pa¨ªses: a medida que los creadores se hacen mayores, van perdiendo inter¨¦s por lo experimental. A m¨ª cada d¨ªa me interesa m¨¢s lo que hacen gente como Joan Margarit, Enric S¨°ria o Pep Rosanes, por ejemplo, poetas a los que me siento cercano".

En Natura morta amb nens, adem¨¢s de un poema (Els morts) ins¨®litamente extenso, predomina el tema habitual en Parcerisas: los estragos del tiempo, pero esta vez canalizado a trav¨¦s de las figuras de padres e hijos: "Si en ello ha tenido que ver mi propia paternidad ha sido de manera inconsciente. Lo cierto es que a medida que escrib¨ªa me daba cuenta de que estaba haciendo una especie de balance de mi vida, como si pasara cuentas conmigo mismo, y eso se ha traducido en un di¨¢logo fronterizo entre un padre, el m¨ªo, que no puede conversar porque ya no est¨¢ y unos hijos que a¨²n no pueden hacerlo porque son demasiado peque?os". De hecho, el t¨ªtulo del libro quiere sintetizar esta polarizaci¨®n: "La imagen del bodeg¨®n con elementos vivos lo describe a la perfecci¨®n: una mirada al pasado, que es esa naturaleza muerta, englobada dentro de otra al futuro, que son los ni?os".

Precisamente las 20 p¨¢ginas del poema Els morts son un compendio de ello: "Y se qued¨® en 20 porque par¨¦, que si no... Es un poema claramente autobiogr¨¢fico, donde quer¨ªa recrear escenas de mi vida con gente que ya falleci¨®, y gracias al cual he ido descubriendo muchos momentos almacenados en mi memoria que ni sab¨ªa que hubiesen tenido tanta importancia... Gente que ha actuado como modelo m¨ªo sin yo siquiera saberlo". A Parcerisas no le importa demasiado que la larga sucesi¨®n de escenas resulte dif¨ªcil de seguir para el lector no avezado: "De hecho, ni siquiera mis conocidos m¨¢s ¨ªntimos podr¨ªan reconstruir mi periplo vital a trav¨¦s de ese mon¨®logo interior, aunque todo lo que cuento es real". En Natura morta amb nens destacan, adem¨¢s, un par de piezas singulares: un poema navide?o con trampa (pues resulta que no es lo que parece), por ser la ¨²nica con rima, y un poema de homenaje a un espacio cerrado m¨¢s dado a lo l¨²brico que a lo l¨²dico, por ser la ¨²nica que contraviene una de las reglas de Parcerisas, lo que ¨¦l llama la "herencia carneriana": que todo poema debe tener t¨ªtulo y que ¨¦ste tiene que definir a aqu¨¦l. Sobre lo escaso de su obra, Parcerisas considera que para un escritor siempre es mejor escribir poco: "Si eres malo, le ahorras sufrimiento al lector, y si eres bueno, le haces desear tu nuevo libro".