Tranquilidad
Ma?ana cumplen nueve meses los sucesos racistas que tuvieron lugar en El Ejido. Hoy se sabe que la tranquilidad de este pueblo de Almer¨ªa pasa por la presencia masiva de fuerzas policiales. No ha existido una actuaci¨®n dirigida a la eliminaci¨®n de las causas que originaron los actos de xenofobia. El aislamiento social de los inmigrantes, la ausencia de un techo digno y la ocupaci¨®n ilegal en los invernaderos siguen siendo una realidad. Eso s¨ª, no hay actos violentos de relevancia. La polic¨ªa garantiza la tranquilidad.Esta situaci¨®n podr¨ªa pensarse que es excepcional. No es as¨ª. Basta con mirar hacia cualquier sector de la sociedad. Da igual que se trate de terrorismo, de violencia, dom¨¦stica o no. La soluci¨®n de los problemas sociales, para el Gobierno central, pasa por la presencia policial y el cambio de leyes. Si un tal Otegi habla de patriotas, se aprovecha la irritaci¨®n social y se cambia la ley para poder acusar en el futuro a todos, menos a Otegi (las leyes penales no tienen efectos retroactivos). Si los menores queman autobuses, se cambia la ley. Se hace mayores a los que queman autobuses y a los que no (la ley no distingue entre menores del Norte o del Sur). Si los inmigrantes siguen llegando a nuestras costas, se les detiene, se les niega el pan, la atenci¨®n m¨¦dica y se les pone en un barco de vuelta. De vuelta a empezar, porque ma?ana vuelven a pasar el Estrecho.
Es una forma de gobernar. No resuelve nada. Tal vez si el Gobierno central, en lugar de apostar por el Estado policial, apostara por solucionar los problemas sin miedo a la generosidad, no ser¨ªan necesarias tanta polic¨ªa ni tanta colaboraci¨®n ciudadana.
Mientras la apuesta sea la de los cambios normativos y la presencia policial masiva y se olvide, como en El Ejido, que es necesaria una sensibilizaci¨®n social, una atenci¨®n a los sectores menos favorecidos y un compromiso en los temas de Estado que no tiene que ser un asentimiento a todos sus posicionamientos irreductibles, tendremos muchos ejidos y mucha polic¨ªa. La tranquilidad, si es que en estas condiciones se disfruta, pasar¨¢ por tener un agente para cada ciudadano. No parece que sea posible. Lo de gobernar, de seguir as¨ª, tampoco.EUGENIO SU?REZ PALOMARES
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