La historia como asignatura pendiente

La reforma de la ense?anza de la historia propuesta por el Ministerio de Educaci¨®n ha suscitado un debate entre los expertos sobre su alcance e idoneidad. Dos catedr¨¢ticos de historia y dos expertos en educaci¨®n analizan una reforma que, con temarios similares a los de 1970, recupera el enfoque cronol¨®gico de la historia. - Ram¨®n Villares. El presidente de la Asociaci¨®n de Historia Contempor¨¢nea opina que la reforma "no es s¨®lo una vuelta atr¨¢s en los contenidos, sino tambi¨¦n una bofetada a todos los esfuerzos que se han hecho en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas por cambiar la forma de ense?ar la historia". Villares est¨¢ de acuerdo en que hay que incluir en la materia contenidos de historia no contempor¨¢nea, "pero no de esta forma, sin consultar a toda la comunidad educativa". En su opini¨®n "el consenso educativo es tan necesario como el consenso pol¨ªtico".

Este catedr¨¢tico asegura que "las reacciones pendulares nunca son buenas en materia educativa". "Se puede discutir que haga falta estudiar m¨¢s a los Reyes Cat¨®licos, pero no me preocupan tanto los contenidos como el mensaje impl¨ªcito de que volvemos a un tipo de historia convencional que insiste en los acontecimientos y la cronolog¨ªa de figuras hist¨®ricas, en contra de todo aquello por lo que luchamos en los setenta", a?ade.

Villares asevera que la reforma "no garantiza un mayor conocimiento de humanidades, sino s¨®lo de la historia de Espa?a, y que ello no contribuye a fomentar una conciencia cr¨ªtica y una visi¨®n clara de la sociedad". "La estructura educativa no es un chicle que se pueda estirar de forma caprichosa, si sumamos contenidos hay que decir de d¨®nde queremos restar", explica Villares. En este sentido lamenta que se elimine la educaci¨®n en valores, "en contra de la tendencia generalizada en el mundo occidental".

- Javier Tusell. Para este catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea la reforma de los contenidos de Historia en 2? de bachillerato que planea hacer el Ministerio de Educaci¨®n no es equilibrada: "No me parece bien dedicar tres unidades a historia medieval y s¨®lo uno a la Espa?a actual, la que trae la democracia a partir de 1975". De igual modo, Tusell critica que se dedique el mismo espacio en los planes de estudio a los Reyes Cat¨®licos que a la monarqu¨ªa de Juan Carlos I, "as¨ª es muy dif¨ªcil que los alumnos aprendan a interpretar la realidad actual". El historiador cree que la reforma de los contenidos de historia del PP "parte de la consideraci¨®n de que Espa?a nace en los tiempos medievales, y eso es discutible, porque la naci¨®n espa?ola surge en el siglo XIX, como insiste en se?alar la historiograf¨ªa contempor¨¢nea". Tusell aventura que la reforma "irritar¨¢ a las comunidades aut¨®nomas y provocar¨¢ discusiones absurdas" y opina que "hubiera sido posible consensuar todo desde el principio, en lugar de ir ense?ando papelitos a la oposici¨®n". Su mayor preocupaci¨®n no es tanto qu¨¦ contenidos se incluyen finalmente en la asignatura de historia, sino "ver c¨®mo se va a interpretar la realidad hist¨®rica y de qu¨¦ manera se ense?a".

- Ricardo D¨ªez Hochleitner. El presidente del Club de Roma afirma: "A¨²n no hemos tenido acceso al texto de la reforma de los contenidos m¨ªnimos educativos de la ESO y el bachillerato. El planteamiento general que hicimos en la Ley General de Educaci¨®n (1970) era v¨¢lido y coherente, aunque requer¨ªa su actualizaci¨®n ante el venturoso advenimiento de la democracia y la necesaria reflexi¨®n sobre el franquismo". D¨ªez Hochleitner considera que "un temario cronol¨®gico es consubstancial con la ense?anza sistem¨¢tica de la historia, siempre y cuando no pretenda ser exhaustivo y atienda, paralelamente, al contexto cultural del pa¨ªs de cada ¨¦poca, as¨ª como al correspondiente marco de acontecimientos mundiales (al modo del cl¨¢sico texto CLIO, una obra cumbre en la ense?anza de la historia). La extensi¨®n y detalle de las ense?anzas tienen que estar acordes con el tiempo asignado a lo largo del curso". Por ¨²ltimo, recuerda: "En todo caso, lo importante es que se asegure para todos los espa?oles la oportunidad de conocer nuestra historia, es decir, nuestros or¨ªgenes y devenir, sin desmedro de aprender tambi¨¦n sobre el contexto global y sobre las particularidades locales. S¨®lo as¨ª se pueden poner las bases para la convivencia y el desarrollo sostenible de una sociedad democr¨¢tica y tolerante".

- Alfredo Mayorga. El presidente del Consejo Escolar de Estado apost¨® ayer por afrontar la reforma de los contenidos educativos "a partir de la educaci¨®n primaria, e incluso en la infantil", y no a partir de la secundaria obligatoria como planea el Gobierno.

El lat¨ªn, "gran perdedor"

J. J. G. Madrid

El presidente de la Sociedad Espa?ola de Estudios Cl¨¢sicos, Francisco Rodr¨ªguez Adrados, opina que el lat¨ªn es "el gran perdedor" de la reforma que planea el Gobierno, ya que "ni siquiera es mencionado" en el documento que revisa los contenidos m¨ªnimos de la secundaria. Si el ministerio no cambia sus planes, el lat¨ªn seguir¨¢ siendo una materia propia de la modalidad de Humanidades y Ciencias Sociales. Esto significa que los alumnos pueden elegirlo en los dos cursos de bachillerato, aunque no es obligatorio en ninguno de ellos. Este catedr¨¢tico se muestra "francamente desconsolado" por esta circunstancia, aunque cree que la reforma supone "cierto progreso" en la ense?anza de Cultura Cl¨¢sica y aplaude que el griego se podr¨¢ estudiar en los dos a?os de bachillerato.