El festejo y su penalizaci¨®n
Llevarse el dedo ¨ªndice a los labios pidiendo silencio con recochineo a la afici¨®n contraria es una forma de festejar goles. Un adem¨¢n cuya ejecuci¨®n no conlleva sanci¨®n por parte del ¨¢rbitro. S¨®lo existen dos supuestos tipificados como punibles con tarjeta amarilla: festejar quit¨¢ndose la camiseta o mostrando leyendas, y festejar traspasando el l¨ªmite del rect¨¢ngulo de juego. En esos casos el ¨¢rbitro debe mostrar tarjeta amarilla."Por lo dem¨¢s", seg¨²n explica el portavoz del Comit¨¦ T¨¦cnico de ?rbitros de Espa?a, Jos¨¦ ?ngel Jim¨¦nez, "la casu¨ªstica de las celebraciones puede ser tan amplia que los reglamentos no pueden contenerla y los ¨¢rbitros s¨®lo est¨¢n obligados a registrar en el acta lo que consideren conveniente".
La informaci¨®n del acta -"que seg¨²n c¨®mo est¨¦ redactada puede tener m¨¢s o menos relevancia", seg¨²n Jim¨¦nez- es analizada por el Comit¨¦ Superior de Disciplina Deportiva en Espa?a, o por la Comisi¨®n de Disciplina de la FIFA si los hechos ocurren en un partido internacional. Este ¨²ltimo fue el caso de McCarthy.
En Italia, la pol¨¦mica est¨¢ en pleno. "?Basta! El f¨²tbol no puede castigar la alegr¨ªa", rezaba el editorial publicado ayer por La Gazzetta dello Sport. El peri¨®dico criticaba la sanci¨®n con tarjeta amarilla -la segunda, que fue roja y expulsi¨®n- a un jugador del Verona que, tras marcar un gol el domingo pasado, salt¨® las vallas publicitarias para gritar su gesta frente a la grada.
La de McCarthy no fue la primera vez que la euforia traicion¨® a un jugador. En 1998, Batistuta meti¨® un gol y se llev¨® el ¨ªndice a los labios para mandar a callar al Camp Nou. Al a?o siguiente, Ra¨²l lo imit¨® en el mismo escenario. Ninguno de los dos fue castigado. En 1997, Giovanni celebr¨® un gol del Barcelona en el Bernab¨¦u con tres butifarras a los ultras y fue suspendido con un partido. En 1997, Leonardo, del Valencia, festej¨® un gol en el Calder¨®n simulando la postura de un perro al orinar y fue sancionado. En la Liga italiana, Francesco Totti, del Roma, celebr¨® un gol al Lazio dirigi¨¦ndose a los hinchas rivales con una leyenda debajo de su zamarra: "Os jodimos de nuevo". Fue sancionado con dos partidos.
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