Un ganadero juzgado por engorde con clembuterol de reses culpa a sus empleados

El ganadero Jes¨²s Escudero, juzgado desde ayer en Sevilla por un supuesto delito contra la salud p¨²blica al engordar reses ilegalmente con el f¨¢rmaco prohibido clembuterol, en la finca de su propiedad en Utrera (Sevilla) entre 1990 y 1998, culp¨® sus empleados. La Fiscal¨ªa pide para ¨¦l cuatro a?os de c¨¢rcel. La acusaci¨®n particular, Izquierda Unida de Utrera, le acusa adem¨¢s de fraude documental y de estafa, por lo que pide 13 a?os.En el juicio est¨¢n tambi¨¦n acusados dos ex empleados de Escudero: Manuel ?lvarez Soriano, uno de los encargados de la finca, y Mar¨ªa Dolores S¨¢nchez Rojas, oficinista y administradora ¨²nica de Terneros Catal¨¢n SL, la sociedad a cuyo nombre est¨¢ el negocio desde 1994. Fiscal y acusaci¨®n particular coinciden en pedir un a?o de c¨¢rcel para ambos. Una cuarta imputada, Esther Jim¨¦nez, era el contacto entre la empresa, en Barcelona, y la finca de Utrera.

Seg¨²n Escudero, las peticiones de Fiscal¨ªa y acusaci¨®n particular deber¨ªan ser justo al rev¨¦s. Escudero dijo que mantuvo el negocio de cr¨ªa y engorde de ganado a su nombre entre 1988 y 1994 y que en septiembre de ese a?o, por problemas de salud, cedi¨® el negocio a una sociedad limitada formada por sus dos hijos y por S¨¢nchez. Entre 1995 y 1996 tres reses propiedad de Terneros Catal¨¢n dieron positivo por clembuterol en sendos an¨¢lisis. Guardia Civil y Polic¨ªa localizaron en dos registros posteriores de la finca numerosas dosis del famoso f¨¢rmaco para el engorde animal y de hasta otras doce sustancias prohibidas.

Escudero defiende que, desde la formaci¨®n de la sociedad, ¨¦l se limit¨® a ayudar en lo que pudo y que la gesti¨®n directa de la empresa y del ganado recay¨® sobre S¨¢nchez y los tres encargados de la finca, ?lvarez uno de ellos. El abogado de la acusaci¨®n particular, Rafael Ib¨¢?ez, y el defensor de Manuel ?lvarez, el letrado Jos¨¦ Manuel Bejarano, creen que el empresario teji¨® un esquema legal simulado pero que las ¨®rdenes segu¨ªan siendo suyas.

Las declaraciones de S¨¢nchez y ?lvarez apoyaron esa tesis. S¨¢nchez dijo que particip¨® en la sociedad por miedo a perder su empleo. ?lvarez declar¨® que cedi¨® un terreno de su padre para guardar vacas de Escudero y acept¨® poner a su nombre un terreno del acusado por las mismas razones que S¨¢nchez. Ambos perdieron finalmente su empleo en 1996, cuando denunciaron las actividades de Escudero.