Estrada congrega en las calles a un mill¨®n de filipinos
El presidente, acosado por denuncias de corrupci¨®n, pide perd¨®n ante la multitud
M¨¢s de un mill¨®n de personas se congregaron ayer en Manila para expresar su apoyo al presidente filipino, Joseph Estrada, a quien la oposici¨®n pol¨ªtica pretende destituir bajo acusaciones de corrupci¨®n. La multitud reunida en el c¨¦ntrico parque Rizal fue la m¨¢s numerosa desde la visita a Filipinas del papa Juan Pablo II en 1995. Seg¨²n la polic¨ªa de Manila, 1,2 millones de personas acudieron a la concentraci¨®n.
La multitudinaria muestra de apoyo al presidente dej¨® peque?os a sus rivales pol¨ªticos, que una semana antes s¨®lo consiguieron congregar a unas 100.000 personas en una manifestaci¨®n para exigir la destituci¨®n de Estrada. Varios departamentos gubernamentales recomendaron a sus empleados que asistieran al acto favorable al presidente, y la polic¨ªa escolt¨® hasta el parque Rizal a numerosos autobuses procedentes de los suburbios pobres de Manila. Durante la concentraci¨®n, que tuvo un marcado car¨¢cter religioso, l¨ªderes de diferentes confesiones, con la notable ausencia de la influyente Iglesia cat¨®lica, dirigieron oraciones en favor de la reconciliaci¨®n nacional. A diferencia de la misa popular organizada por la oposici¨®n el s¨¢bado anterior, en la que Estrada apareci¨® como una oveja descarriada que deber¨ªa dimitir y regresar al camino recto para salvar su alma, el presidente filipino se present¨® ayer como un padre que reconoce sus faltas y que pide perd¨®n a sus hijos y a Dios. "Pido al Se?or ayuda para que se recobre la econom¨ªa, pido perd¨®n por los pecados cometidos", dijo Estrada en la oraci¨®n que cerr¨® el acto.
Estrada, que accedi¨® a la presidencia filipina en 1998 tras una carrera de actor cinematogr¨¢fico, est¨¢ acusado de haber recibido 400 millones de pesos (unos 1.500 millones de pesetas) en sobornos procedentes de una loter¨ªa ilegal llamada jueteng y de una empresa tabaquera. La C¨¢mara baja del Parlamento filipino aprobar¨¢, previsiblemente ma?ana, la puesta en marcha del proceso de destituci¨®n del presidente, quien reconoce haber recibido propuestas de soborno pero asegura no haberlas aceptado. Al t¨¦rmino de la concentraci¨®n de ayer, Estrada expres¨® su satisfacci¨®n por la respuesta popular a su llamamiento. "Espero que esto abra ahora la puerta de la reconciliaci¨®n con mis cr¨ªticos y oponentes", afirm¨®. Estrada se ha mostrado dispuesto a responder a las acusaciones en el Senado filipino, que tiene la ¨²ltima palabra en el proceso de destituci¨®n.
Al frente de la oposici¨®n se ha situado la vicepresidenta filipina, Gloria Macapagal Arroyo, que asumir¨ªa autom¨¢ticamente la presidencia si cayese Estrada.
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