"La educaci¨®n est¨¢ descuidando la transmisi¨®n de valores"
El peligro de que el sistema educativo se ocupe s¨®lo de formar los profesionales que las empresas demandan y descuide la labor de inculcar valores en la juventud es una de las preocupaciones de numerosos pedagogos. El profesor de psicopedagog¨ªa de la Universidad Complutense Valent¨ªn Mart¨ªnez-Otero cree que la educaci¨®n emocional se deja hoy a expensas de lo que haga cada profesor, y lamenta que los docentes no dispongan de formaci¨®n ni medios para ense?ar valores de un modo cient¨ªfico. En su libro Formaci¨®n integral de adolescentes (editado por Fundamentos), Mart¨ªnez-Otero propone al profesorado un programa en 31 sesiones para promover el desarrollo personal en los j¨®venes y ense?arles a comunicar sus ideas.Pregunta. ?Qu¨¦ valores echa de menos en la educaci¨®n actual?
Respuesta. Est¨¢ muy basada en la transmisi¨®n de informaci¨®n y conocimientos, que son muy importantes. Pero se est¨¢ descuidando la transmisi¨®n de valores, actitudes y comportamientos positivos. Algunos profesores se limitan a lanzar datos y contenidos y desatienden la parte emocional de la educaci¨®n.
P. ?Qu¨¦ parte de culpa tienen los profesores?
R. Ninguna. La responsabilidad es de toda la comunidad educativa y de la sociedad. Los programas de estudio son muy amplios y no se ense?a a los alumnos a seleccionar eficazmente la informaci¨®n que les llega por Internet y otros medios.
P. ?Modifica la tecnolog¨ªa la funci¨®n del profesor?
R. S¨ª, se hace m¨¢s necesario que nunca cumplir el t¨®pico de ense?ar a aprender. El profesor debe ser un mediador que muestre al alumno c¨®mo encontrar informaci¨®n valiosa y al mismo tiempo le ayude a desarrollar su personalidad en un sentido amplio.
P. ?Est¨¢n los profesores preparados para dar su asignatura y ocuparse a la vez de la educaci¨®n emocional de sus alumnos?
R. Para eso hay que mejorar la formaci¨®n del profesorado, tanto la inicial como la permanente. Hace falta fundamentar una educaci¨®n en valores cient¨ªficamente, ense?ar t¨¦cnicas psicol¨®gicas y pedag¨®gicas contrastadas de promoci¨®n de valores.
P. Los profesores de secundaria suelen quejarse de que ya tienen bastante trabajo como para asumir m¨¢s responsabilidades.
R. Es cierto, su mayor problema es la sobrecarga por acumulaci¨®n de exigencias.
P. ?Cree que es posible evaluar la educaci¨®n en valores?
R. No veo mal crear una asignatura espec¨ªfica, pero se puede y se debe impregnar todas las materias de valores positivos, en eso consiste la transversalidad.
P. ?Qu¨¦ papel desempe?an los padres en la educaci¨®n afectiva de los j¨®venes?
R. La familia es la primera instituci¨®n educativa, el lugar donde los ni?os pasan los primeros a?os de su vida. Los padres deben estar en contacto con la escuela, implicarse en la educaci¨®n del alumno. No se trata de sobreproteger, pero tampoco de mostrar indiferencia y delegar toda responsabilidad en los profesores.
P. ?No suena eso demasiado ut¨®pico?
R. No es tan dif¨ªcil. Basta con preguntar al hijo c¨®mo le va, o acercarse al instituto de vez en cuando para interesarse por su educaci¨®n.
P. ?Hay alg¨²n rasgo de personalidad que distinga a los adolescentes de hoy de los de otra ¨¦poca?
R. S¨ª, el precio de la vida c¨®moda es que la adolescencia dura cada vez m¨¢s tiempo y provoca m¨¢s frustraci¨®n. La dificultad para lograr la independencia econ¨®mica retrasa la incorporaci¨®n al mundo de los adultos, y esto se traduce en desencanto e inestabilidad. Se observa, adem¨¢s, que la maduraci¨®n sexual se adelanta a la maduraci¨®n psicosocial, se ven chicas y chicos muy desarrollados f¨ªsicamente que se comportan de un modo pueril. El peligro es que todos estos j¨®venes con problemas de maduraci¨®n se orienten por caminos err¨®neos, como la droga o la violencia.
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