Las matem¨¢ticas de la vida
Francisco Javier Mu?oz emplea nuevos modelos de ense?anza para evitar el rechazo a la asignatura
"Me gustan las matem¨¢ticas. Entiendo que haya personas a las que les guste m¨¢s y a las que les guste menos, incluso que no les guste nada. Sin embargo, resulta preocupante y digno de reflexi¨®n y estudio el que haya algunos que aseguren poco menos que odiarlas, y muchos que no guarden un recuerdo agradable de ellas". Francisco Javier Mu?oz Delgado, catedr¨¢tico de Matem¨¢ticas en la Universidad de Ja¨¦n, reflexionaba as¨ª al inicio del curso universitario durante la lecci¨®n inaugural que acept¨® dar.D¨®nde reside el problema, se pregunt¨®. Y ¨¦l mismo responde que quiz¨¢ est¨¦ en el sistema de ense?anza, durante la transmisi¨®n de los conocimientos. Para que eso mismo no le pase a ¨¦l con sus alumnos ofrece unas clases, y unas conferencias sobre matem¨¢ticas, que pueden denominarse de cualquier manera menos aburridas.
Este a?o da clase a los estudiantes del primer curso de Biolog¨ªa. Para intentar que a ellos no les llegue el odio o la aversi¨®n por su asignatura se ha decantado por lo pr¨¢ctico. Durante las dos primeras semanas Francisco Javier Mu?oz les expuso problemas del ¨¢rea de esta carrera que no tienen soluci¨®n m¨¢s que a trav¨¦s de las matem¨¢ticas. Ellos se tienen que dar cuenta de que no tienen las suficientes herramientas y en la siguiente fase el profesor explicar¨¢ c¨®mo se resuelve.
Entre los casos pr¨¢cticos que se han planteado se encuentra el de una persona que gestiona una plantaci¨®n de pinos que tiene como objetivo vender en Navidad. Tiene que saber qu¨¦ ¨¢rboles son los m¨¢s rentables porque su precio en mercado var¨ªa seg¨²n el tama?o, y adem¨¢s tiene que repoblar tantos como corte para mantener el negocio de un a?o para otro. Las soluciones llegan con las matem¨¢ticas y en eso est¨¢n enfrascados ya en las clases. Aprender a gestionar esta plantaci¨®n lleva a conocer tambi¨¦n qu¨¦ hacer cuando el material con el que se trabaja son truchas de una piscifactor¨ªa, por ejemplo. Otra aplicaci¨®n pr¨¢ctica que tienen que resolver los alumnos est¨¢ relacionada con la gen¨¦tica, saber cuando se cruzan plantas qu¨¦ resultado dar¨¢n en sucesivas generaciones, c¨®mo aumenta o disminuye y a qu¨¦ ritmo la poblaci¨®n de una especie animal dependiendo del n¨²mero de hembras y su edad.
Mu?oz Delgado reconoce que los estudiantes se sorprenden cuando encuentran una forma distinta de aprender una asignatura por la que muchos no tienen excesivas simpat¨ªas iniciales. En sus intervenciones, los casos pr¨¢cticos son la norma habitual y al convertir una explicaci¨®n matem¨¢tica en un conocimiento ¨²til consigue atraer la atenci¨®n. Los profesores de matem¨¢ticas en la universidad suelen quejarse del bajo nivel que tienen los estudiantes, apunta. Todos hacen un diagn¨®stico, pero nadie quiere asumir responsabilidades: "Los profesores dela universidad pueden quejarse de lo que se ense?a en Secundaria. A su vez, los de Secundaria achacan el problema a Primaria y, finalmente, los profesores de Primaria culpan a los planes de estudio, la familia y la sociedad en general. De tal suerte que nadie o todos tendr¨ªamos la culpa".
La teor¨ªa de Mu?oz Delgado es que un docente debe buscar las matem¨¢ticas cercanas a cada titulaci¨®n: "Mostremos a los alumnos c¨®mo podemos hacer que comprendan mejor la biolog¨ªa, la econom¨ªa o la ingenier¨ªa". Deben ser los profesores, a?ade, los que hagan que los alumnos exijan en los planes de estudio m¨¢s horas de esta asignatura porque la consideren ¨²til en su aprendizaje.
Francisco Javier Mu?oz, de 35 a?os, dice que es posible que en el futuro "se produzcan manifestaciones de estudiantes reclamando m¨¢s matem¨¢ticas". Para ello cree que tiene un aliado inigualable con las nuevas tecnolog¨ªas. Hace unos a?os hab¨ªa que estudiar las tablas de logaritmos que desaparecieron por las calculadoras. El siguiente paso son los ordenadores que hacen c¨¢lculos simb¨®licos, dibujos "y esas odiosas integrales y derivadas". Ahora, a?ade el catedr¨¢tico, quiz¨¢ hay que pensar en ense?ar a los alumnos el porqu¨¦ de las cosas, para qu¨¦ sirve y qu¨¦ utilidad pr¨¢ctica tiene una ra¨ªz cuadrada. "Ya muy poca gente las hace a mano". Quiz¨¢, dice, las nuevas tecnolog¨ªas hagan cambiar en muy poco tiempo la ense?anza de esta asignatura. "La adaptaci¨®n no ser¨¢ f¨¢cil", asegura.
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