Ofensiva antineonazi

D¨ªas despu¨¦s de que una gran multitud se lanzara a las calles en Berl¨ªn y de otras ciudades alemanas para manifestarse contra el nazismo se concretan en Alemania los pasos legales para la ilegalizaci¨®n del Partido Nacionaldemocr¨¢tico (NPD). La C¨¢mara alta del Parlamento (Bundesrat) ha decidido secundar la demanda de proscripci¨®n aprobada por el Gobierno y el Consejo de Ministros de Interior de los Estados federales. Estos ¨®rganos estatales han llegado a la conclusi¨®n, despu¨¦s de evaluar numerosos informes, de que durante la d¨¦cada que acaba, el NPD se ha convertido en una organizaci¨®n de cuadros para la actividad criminal neonazi. Ser¨¢ el Tribunal Constitucional de Karlsruhe el que deber¨¢ decidir al respecto.La iniciativa tiene sus riesgos. Porque una decisi¨®n del Constitucional en contra de la ilegalizaci¨®n supondr¨ªa no s¨®lo un ¨¦xito propagand¨ªstico del neonazismo, sino tambi¨¦n un aumento de las dificultades para la persecuci¨®n de los grupos militantes que se han estructurado bajo dichas siglas. Ninguna idea es delito. Pero el NPD, en su d¨ªa refugio de nost¨¢lgicos del nazismo, es hoy una organizaci¨®n que, bajo su estructura legal, se dedica a la inducci¨®n, inspiraci¨®n, ejecuci¨®n y justificaci¨®n de actividades criminales violentas con el fin ¨²ltimo de destruir el sistema democr¨¢tico. Siendo as¨ª -concluyen Gobierno e instituciones alemanas-, el NPD no es ya una organizaci¨®n que defiende y expresa ideas m¨¢s o menos discutibles, sino una estructura que sirve a prop¨®sitos criminales. No es algo que aqu¨ª y ahora nos resulte del todo ajeno.

En los diez a?os de la Alemania reunificada, y especialmente en los Estados federados que fueron parte de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, han muerto cerca de cien personas, casi todas no alemanas, a causa de la violencia neonazi y xen¨®foba. Todos los partidos parlamentarios han llegado a la conclusi¨®n de que la situaci¨®n se ha convertido en intolerable y que el deterioro ha sido inducido en gran parte por la impunidad con el neonazismo, que agita y justifica dichas acciones violentas.

El Gobierno de Gerhard Schr?der ha decidido tomar la iniciativa para reforzar los mecanismos de defensa del Estado democr¨¢tico y de derecho. Si el NPD es finalmente ilegalizado, los neonazis podr¨¢n seguir pensando como piensan, pero no tendr¨¢n una cobertura legal para la agitaci¨®n y la violencia.