Bush propone acortar la batalla del recuento para evitar da?os a los mercados financieros
Los dem¨®cratas insisten en que se debe proseguir con los recuentos manuales de los votos
George Bush inst¨® ayer a Al Gore a poner punto final a la batalla de los escrutinios en Florida para no prolongar la incertidumbre sobre el futuro de la presidencia de EE UU y evitar da?os mayores a los mercados financieros internacionales. A trav¨¦s de su apoderado, James Baker, Bush propuso que todo tipo de recuentos terminaran a la hora tope fijada para anoche por la secretaria de Estado de Florida y ratificada por el juez Terry Lewis. Gore rechaz¨® de plano la propuesta e invit¨® a los condados que le son favorables a desafiar el ultim¨¢tum y proseguir escrutinios manuales.
"No tenemos que usurpar a los tribunales de Florida", declar¨® William Daley, jefe de la campa?a de Gore, confirmando que los dem¨®cratas continuaban confiando en demandas y apelaciones. "?Cu¨¢ndo va a terminar esto?", se pregunt¨® el habitualmente flem¨¢tico Baker. La noche anterior, Karen Hughes, portavoz de Bush, hab¨ªa anticipado cu¨¢l es la sospecha republicana: "Lo que est¨¢ diciendo el vicepresidente [Gore] es que debemos ignorar las leyes hasta que ¨¦l pueda alterar el resultado de las elecciones", dijo Hughes. Seg¨²n los republicanos, Gore pretende prolongar los recuentos en los condados de Florida, como Palm Beach, que le son favorables hasta conseguir el n¨²mero suficiente de papeletas para superar la exigua ventaja de Bush.Baker, que fue secretario de Estado con el padre de Bush, afirm¨® que la incertidumbre sobre las elecciones, que ya dura una semana, est¨¢ provocando turbulencias en los mercados financieros. "?Por qu¨¦ est¨¢n perturbados los mercados? Porque no ven ning¨²n final a esto", dijo. Daley asegur¨® que los problemas burs¨¢tiles de los ¨²ltimos d¨ªas no tienen nada que ver con las elecciones norteamericanas, sino "con malos resultados empresariales". Pero Wall Street acogi¨® ayer positivamente la sentencia del juez Lewis, que parec¨ªa acortar el periodo de espera.
Acuciados por el deseo de victoria y ajenos de momento al da?o a la legitimidad del ganador que producir¨¢ esta crisis, Gore y Bush no ofrec¨ªan signos de moderaci¨®n. Una informaci¨®n de Los Angeles Times sobre la existencia de negociaciones fue desmentida rotundamente por ambos campos. Seg¨²n esa informaci¨®n, Bush aceptar¨ªa un recuento manual en toda Florida a cambio de que Gore renuncie a posteriores demandas judiciales.
La ¨²nica propuesta comprobada del d¨ªa fue la que hizo Baker. Consist¨ªa en que los republicanos aceptaban los resultados de recuentos manuales, siempre y cuando estuvieran completados a la hora l¨ªmite fijada por la secretaria de Estado de Florida (las 23 horas de ayer en Espa?a) y ratificada por el juez Lewis. Los dos bandos se compromet¨ªan a renunciar a acciones judiciales. El rechazo de Gore fue inmediato. "Eso no es una oferta, es una incorrecta descripci¨®n de las leyes de Florida", dijo Daley.
El cambio en la posici¨®n de Bush era muy modesto, pero Baker afirm¨® que no estaba "exento de riesgos". La corta ventaja de Bush, dijo, "podr¨ªa evaporarse" con los recuentos manuales permitidos hasta anoche y los votos por correo. A falta de los resultados finales de todos los condados y de completar, en la noche del viernes, el escrutinio de los votos por correo, Bush, seg¨²n los resultados oficiales provisionales anunciados esta madrugada por la secretaria de Estado, Katherine Harris, lleva una ventaja de 300 votos. Eso le conceder¨ªa los 25 compromisarios de ese Estado en el Colegio Electoral, y con ello, la Casa Blanca. Pero Gore se resist¨ªa a aceptar el plazo de anoche, quer¨ªa un completo recuento manual en los condados de Palm Beach, Volusia y Miami-Dade.
Gore centraba sus ataques en Harris, la m¨¢xima autoridad electoral de Florida. Seg¨²n Warren Christopher, apoderado de Gore, Harris dio "un paso en la direcci¨®n del partidismo" al establecer el plazo fijado anoche para la entrega de todos los resultados certificados de los condados. Pero Bush obtuvo una importante victoria legal cuando el juez Lewis ratific¨® la decisi¨®n de Harris.
"Confusi¨®n" era la palabra citada hasta la saciedad en las radios y televisiones que informaban al segundo de estas evoluciones. En manos de abogados y jueces, el futuro de la Casa Blanca era ayer m¨¢s incierto que en la larga y emocionante noche electoral de la pasada semana. El ajetreo en el campo dem¨®crata ensordec¨ªa las palabras pronunciadas el d¨ªa anterior por Gore: "No querr¨ªa ganar la presidencia por unos pocos votos escrutados por error, mal interpretados o no contabilizados, y no creo que Bush lo quiera tampoco". Bush, por su parte, enterraba los signos de precipitaci¨®n en el dise?o de su Gobierno y ped¨ªa a sus partidarios fondos para pagar a los abogados.
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