El novelista de 'Al Gazal' recuerda el gran papel de los eunucos en política
Al Gazal, el viajero de los dos orientes (Edhasa) va camino de ser un hito en la moderna novela histórica espa?ola, como lo es ya El Cid (cinco ediciones). Y su autor, Jesús Maeso de la Torre, parece destinado a convertirse en un nuevo José Luis Corral, novelista por el que ya pugnan las editoriales. La historia de Al Gazal, La Gacela, el gallardo y sabio diplomático de Abderramán II, ha cautivado a numerosos lectores (el libro, editado en mayo, va ya por la segunda edición) que disfrutan con su mezcla de rigor histórico, emoción y sensualidad. Nunca se ha contado de manera tan impactante, por ejemplo, el salvaje asalto de los vikingos a Sevilla y la brutal reacción árabe, con centenares de piratas del Norte crucificados en las palmeras. Ayer, al presentar su obra en Barcelona, el autor recordó la no menos terrible lucha por el poder entre las sedes de las cortes de Al Andalus y el gran papel de los eunucos en la política de la época.Lo que llevó a preguntarle sobre la pérdida que ha representado la práctica de la emasculación para la vida política actual. "Estoy de acuerdo en que se ha perdido mucho", apuntó jocosamente Maeso de la Torre; "los eunucos eran grandes políticos profesionales, a menudo despiadados, que, lógicamente, tenían una gran capacidad de concentrarse en los asuntos políticos, dada su falta de competencia en otros".
Del protagonista de su novela, Al Gazal, sabio, alquimista, poeta, estrellero (astrólogo), diplomático (y, éste sí, un hombre con todas las de la ley), destacó el autor -para no abandonar el campo de la política- "cómo los califas y emires de Al Andalus escogían a sus colaboradores entre lo mejor de la sociedad, un ejemplo para los políticos actuales".
Grandes aventuras
Jesús Maeso de la Torre (?beda, 1949), especialista en historia medieval, escribió Al Gazal, el viajero de los dos orientes, su primera novela, a partir de unas breves líneas que encontró sobre el personaje en un texto contemporáneo del siglo IX. "Sólo decían que Yahía Ben al Hakam, llamado Al Gazal, fue poeta del Diván de Abderramán II, y viajó como embajador suyo a Bizancio y, parece, a la corte del rey danés Harald Klaak. Yo le imagino exiliado en Bagdad y recordando los acontecimientos de su aventurera vida". ?stos son muchos, sensacionales y están relatados por Maeso de la Torre de forma que se hace imposible dejar la lectura: desde la peligrosa negociación con un pirata cretense hasta un romance con la emperatriz de Bizancio, pasando por una misteriosa búsqueda cabalística... "Considero que la novela histórica tiene la responsabilidad social de incitar a la reflexión sobre cómo vivían los hombres del pasado y en qué hemos cambiado. Y la emoción es fundamental: o haces una novela que emocione o estás perdido".
Maeso de la Torre tiene ya lista otra novela que publicará Edhasa en mayo, La piedra del destino, "que empieza donde termina Braveheart", y en la que los protagonistas son un grupo de guerreros escoceses que viajan a Santiago.
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