Las denuncias de financiaci¨®n ilegal contra Putin quedar¨¢n sin investigar

Alexandr Veshniakov, presidente de la Comisi¨®n Electoral Central de Rusia, asegur¨® ayer que no investigar¨¢ la denuncia del oligarca Bor¨ªs Berezovski de que Vlad¨ªmir Putin financi¨® ilegalmente su campa?a a la presidencia con fondos de Aeroflot. "Necesitamos", dijo, "documentos jur¨ªdicamente v¨¢lidos, y no simples declaraciones". Bor¨ªs Grizlov, jefe del grupo parlamentario de Unidad, el partido del poder y objeto de la misma acusaci¨®n, la rechaz¨® y la achac¨® al af¨¢n de notoriedad del poderoso magnate.

"Al no ser ya ¨²til para las nuevas autoridades, recurre a cualquier m¨¦todo para seguir en el centro de la atenci¨®n p¨²blica", asegur¨® Grizlov.La guerra del Kremlin y los fiscales contra algunos oligarcas sigue al rojo vivo, con Berezovski y Vlad¨ªmir Gusinski, patr¨®n del grupo Media Most, en el ojo del hurac¨¢n, y con el control de las dos principales cadenas de televisi¨®n (la ORT y la NTV) en juego.

Berezovski, que se declar¨® "exiliado pol¨ªtico" y se neg¨® a testificar el mi¨¦rcoles en el caso Aeroflot (por supuesto fraude masivo), asegur¨® por la noche en la NTV que lo ¨²nico que hizo en la compa?¨ªa a¨¦rea fue "ayudar a convertirla en una empresa normal", y que s¨®lo regresar¨¢ a Rusia cuando obtenga garant¨ªas de que se le tratar¨¢ con justicia. Gusinski, contra el que ya pesa una orden de busca y captura, y que se encuentra en Espa?a, se dice v¨ªctima de una persecuci¨®n del Kremlin.

Fuentes de los principales medios de comunicaci¨®n de Media Most (NTV, la radio Eco de Mosc¨², el diario Segodnia y el semanario Itogui), ofrecieron ayer una interpretaci¨®n del acoso que sufren Gusinski y su grupo. En su opini¨®n, la fiscal¨ªa act¨²a al dictado del Kremlin en una batalla en la que lo ¨²nico que importa es el poder y la pol¨ªtica, no el dinero.

Las mismas fuentes trazaron el retrato de un Putin marcado por traumas y complejos de su pasado de esp¨ªa, obsesionado por mantener la vertical del poder y espectador obsesivo de la NTV, cuyos informativos pide que le graben si no puede seguirlos a su hora para verlos por la noche. En este esc¨¢ndalo, a?aden, no importan ni el fiscal general (Vlad¨ªmir Ustinov), ni el ministro de Informaci¨®n (Mija¨ªl Lesin), ni el jefe de la Administraci¨®n Presidencial (Alexandr Voloshin), implicados en el acoso a Media Most, sino tan s¨®lo Putin.

El l¨ªder del Kremlin, indican las fuentes, ha convertido a Gusinski en la aut¨¦ntica oposici¨®n, un papel que el partido comunista ha renunciado a interpretar. S¨®lo el temor a la reacci¨®n internacional, a?aden, impidi¨® que Putin aprovechase el incendio en agosto de la torre de la televisi¨®n para liquidar la NTV con cualquier pretexto t¨¦cnico.

Putin niega que est¨¦ en juego la libertad de prensa y centra el conflicto en que Media Most no devuelve los pr¨¦stamos de Gazprom. De eso no cabe duda. Si Gusinski pagara sus deudas, su posici¨®n ser¨ªa m¨¢s clara y la independencia de la NTV quedar¨ªa te¨®ricamente a salvo. Pero as¨ª todo depende de que se alcance un acuerdo que ya ha tenido dos versiones frustradas.

El primer trato, en julio, sellaba la venta del grupo a Gazprom, y fue incumplido por Gusinski, quien, una vez a salvo en Espa?a, aleg¨® que se le arranc¨® la firma casi "a punta de pistola". Del segundo, que no daba a nadie el control de Media Most, se volvi¨® atr¨¢s hace unos d¨ªas Alfred Koj, representante de la superempresa del gas. Las fuentes de Most dicen que lo hizo por presiones de la fiscal¨ªa, o sea, del Kremlin. Koj lo achac¨® a que era ilegal y no garantizaba que Gusinski lo cumpliera.