Los expertos se?alan que el hombre-masa que defini¨® Ortega ha ganado la partida
Mermall y S¨¢nchez C¨¢mara analizan 'La rebeli¨®n de las masas' 70 a?os despu¨¦s
"Lo caracter¨ªstico del momento es que el alma vulgar, sabi¨¦ndose vulgar, tiene el denuedo de afirmar el derecho a la vulgaridad y lo impone dondequiera". Esta sentencia de Jos¨¦ Ortega y Gasset, escrita hace 70 a?os en La rebeli¨®n de las masas, mantiene toda su vigencia. As¨ª lo atestiguaron ayer los profesores Thomas Mermall e Ignacio S¨¢nchez C¨¢mara en la jornada de clausura en Madrid del congreso sobre el fil¨®sofo. A juicio de ambos, la televisi¨®n y el sistema educativo representan dos ¨¢mbitos donde el hombre-masa definido por Ortega ha ganado la partida.
Que nadie se llame a enga?o, comentaron los expertos. El hombre-masa no ha de ser identificado con los obreros manuales, con la gente poco instruida o con las multitudes que acuden a los partidos de f¨²tbol. Por el contrario, el hombre-masa es el especialista-b¨¢rbaro o el sabio-ignorante. Quiz¨¢ Ortega y Gasset se sinti¨® influido por sus a?os de formaci¨®n en Alemania, donde se suele calificar de "idiota especializado" a aquel que s¨®lo domina una materia e ignora con altaner¨ªa todo lo dem¨¢s.Como muchos profesores anglosajones, el estadounidense Thomas Mermall, catedr¨¢tico em¨¦rito de Literatura Espa?ola en la City University de Nueva York, fue muy ilustrativo en su conferencia. "Hoy en d¨ªa, el criterio reinante para los programas de televisi¨®n", afirm¨®, "es el mismo que domina el mundo del show-business donde el espect¨¢culo, la diversi¨®n y el chismorreo cobran primac¨ªa sobre la informaci¨®n. As¨ª es que la televisi¨®n, ¨®rgano principal de la democratizaci¨®n de la cultura, ha abdicado de su misi¨®n p¨²blica. En vez de elevar el nivel cultural de la audiencia, la ha rebajado".
Tampoco escapa la educaci¨®n al ¨¦xito y a la proliferaci¨®n del hombre-masa. Mermall cit¨® el caso de una profesora de Estados Unidos que, tras ser amonestada por su decano por ser demasiado exigente, escribi¨®: "Hemos llegado a una situaci¨®n en nuestra ense?anza en la que todos tienen que funcionar en un mismo nivel acad¨¦mico porque en una democracia no se puede ofender a nadie". Pero la tendencia se ha contagiado a la pol¨ªtica. En l¨ªnea con la iron¨ªa de toda su intervenci¨®n, Mermall defini¨® as¨ª a George Bush y Al Gore. "Bush es incapaz", coment¨® el profesor, "de formular una frase coherente en su propio idioma, mientras que Gore se esfuerza en ocultar su inteligencia para no aparentar ser demasiado listo y para evitar el sambenito del elitismo". Tras utilizar una frase del ensayista franc¨¦s Alain Finkielkraut -"ser elitista supone no aceptar que Montaigne y un concierto de rock est¨¦n al mismo nivel intelectual"-, Mermall destac¨® entre los valores orteguianos que "el elitismo brilla con sentido positivo y refleja su visi¨®n aristocr¨¢tica de la sociedad".
En la misma sesi¨®n del congreso, Ignacio S¨¢nchez C¨¢mara, catedr¨¢tico de Filosof¨ªa del Derecho de la Universidad de A Coru?a, subray¨® la identificaci¨®n que Ortega y Gasset hac¨ªa de especializaci¨®n y barbarie. "Los cirujanos, los profesores o los periodistas", dijo, "son los b¨¢rbaros, en muchas ocasiones". Al tiempo que calific¨® a Ortega de "cl¨¢sico intempestivo que nos interpela y nos obliga a reflexionar", S¨¢nchez C¨¢mara explic¨® que Ortega advirti¨® en La rebeli¨®n de las masas contra la amenaza del fascismo. A prop¨®sito de la actitud de Ortega ante el r¨¦gimen de Franco tras su regreso del exilio en 1945, Mermall asever¨® que el fil¨®sofo "jam¨¢s apoy¨® el r¨¦gimen franquista".
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