La nueva terminal de Bilbao se abre sin fallos y con m¨¢s visitantes que pasajeros

Un correcto funcionamiento, gran cantidad de visitantes, algunos problemas de humedades en el p¨¢rking y quejas de los taxistas. De todo hubo ayer con la apertura de la nueva terminal del aeropuerto de Bilbao, saludada por una persistente lluvia. El traslado del edificio de Sondika al nuevo de Loiu no provoc¨® ning¨²n contratiempo de importancia tanto a los equipos del aer¨®dromo como a los de las compa?¨ªas a¨¦reas. "Todo ha ido bien y el traslado tambi¨¦n se desarroll¨® sin problemas", comentaron los responsables.

Las jornadas del viernes y el s¨¢bado fueron ajetreadas para los trabajadores del aeropuerto. Aunque la mudanza se ha realizado en fases distintas y la parte m¨¢s importante se ha llevado a cabo a lo largo de la semana pasada, se tem¨ªa a la fecha clave: el paso en la noche del s¨¢bado de una terminal a otra. "Ha ido muy bien. Para las 12.30 [a primera hora de la madrugada de ayer] ya estaba todo trasladado", aseguraban ayer en la oficina de informaci¨®n de Aena, el ente que gestiona todos los aeropuertos espa?oles.La siguiente prueba era la puesta en marcha del espectacular edificio de Calatrava, cerca de 39.000 metros cuadrados de superficie, que incluye 36 mostradores de facturaci¨®n y un aparcamiento de cinco plantas que ofrece 3.000 plazas. El primer vuelo, que parti¨® a las 6.45 horas con destino a Mil¨¢n, despej¨® las dudas y las buenas perspectivas se confirmaron con la llegada, a las 9.11 horas, del primer avi¨®n, procedente de Palma de Mallorca. Los pasajeros de ambas l¨ªneas tuvieron un peque?o premio -relojes y juegos de parch¨ªs- por ser los primeros en utilizar el nuevo aer¨®dromo.

Pero fue, sobre todo, la jornada del curioseo. Para ¨²ltimas horas de la ma?ana, el luminoso vest¨ªbulo y especialmente el pasillo anterior a la zona de embarque era un pulular de familias con sus hijos, parejas de j¨®venes y jubilados con miradas multidireccionales, panfletos informativos en mano e inagotable curiosidad. La cafeter¨ªa, con las cristaleras frente a la plataforma de aeronaves, fue una de las paradas preferidas, especialmente porque en la vieja terminal de Sondika era una utop¨ªa contemplar la llegada y el despegue de los aviones.

"No hemos tenido ning¨²n problema, todo funciona bien. Adem¨¢s, estamos mejor, con m¨¢s espacio y todo m¨¢s bonito", se?alaba un empleado de la oficina de Iberia.

Las m¨²ltiples pantallas de informaci¨®n de los vuelos -incluso en el exterior del edificio-, el amplio aparcamiento cubierto, que ser¨¢ gratuito hasta el 30 de noviembre, y el acogedor escenario eran objeto continuo de halago. "He visitado todos los nuevos proyectos de Bilbao y es el mejor edificio. Es at¨ªpico. Es el aeropuerto m¨¢s bonito que he visto, es un aut¨¦ntica obra de arte", comentaba una alemana, arquitecto de profesi¨®n, que paseaba una y otra vez por las instalaciones.

En el otro lado, las goteras en algunas zonas, los charcos en el acceso subterr¨¢neos desde el aparcamiento a la terminal, la baja calidad de la megafon¨ªa y la disposici¨®n de los taxis. "Estamos peor que en Sondika. S¨®lo pueden estar aqu¨ª [junto a la puerta de llegadas] 13 taxis y el resto tiene que esperar a 500 metros, pero sin ninguna visibilidad de la parada, por lo que no se sabe si se necesitan taxis o no", se queja un taxista. O sea, las luces y sombras de casi siempre.