Raz¨®n y sinraz¨®n del pensamiento ¨²nico
Escribo en relaci¨®n con el art¨ªculo publicado el pasado 14 de noviembre con el t¨ªtulo de Raz¨®n y sinraz¨®n de las protestas antiglobalizaci¨®n. Quiero manifestar mi desacuerdo con ciertas opiniones all¨ª expresadas. En primer lugar, se afirma en dicho art¨ªculo que protestar contra procesos generales inherentes al desarrollo de la econom¨ªa mundial, como el capitalismo o la globalizaci¨®n actuales, no tiene sentido pr¨¢ctico, sino que m¨¢s deseable ser¨ªa hacerlo contra situaciones concretas. Pues bien, yo creo que la misma riqueza, o m¨¢s, tiene protestar contra situaciones concretas de pobreza, desigualdad, corrupci¨®n... que contra el sistema que las produce. El autor parece querer transmitir que s¨®lo es "¨²til" protestar contra lo concreto, contra las consecuencias de un sistema de pensamiento, y no contra las causas que provocan esas si-tuaciones: el propio sistema. Ante esto, me surgen dos reflexiones: la primera es que realmente las soluciones pasan por analizar las causas de esas situaciones indeseables y acabar con ellas; y la segunda es que, por suerte, existe m¨¢s de una forma de pensar (no s¨®lo el pensamiento ¨²nico) que, desde la creatividad, propone alternativas a la forma en que queremos gestionar el proceso de globalizaci¨®n (es imparable y tiene aspectos positivos) y no se empe?a en luchar contra ella, sino contra los mecanismos por los cuales se est¨¢ llevando a cabo.
En segundo lugar, me parece que el autor se responde muy r¨¢pidamente a varias cuestiones que se plantean en dicho art¨ªculo. Se pregunta por qu¨¦ no protestan los representantes de los trabajadores de los pa¨ªses en desarrollo. A lo que se contesta que es porque salen ganando con esta forma de globalizaci¨®n. S¨®lo decir que me surgen muchas dudas: ?cu¨¢ntos trabajadores tienen representantes en esos pa¨ªses? ?Acaso tienen voz los propios trabajadores? ?Existe esa libertad de expresi¨®n? ?Salen ganando esquilmando sus propios recursos naturales, sin tener en cuenta su propio medio ambiente a largo plazo, como sugiere m¨¢s tarde el autor? En fin, creo que el asunto es m¨¢s complejo.
Me parece importante tambi¨¦n informar de que no son tantos los que protestan violentamente, pero s¨ª, curiosamente (me despiertan curiosidad los intereses que hay detr¨¢s de los medios de comunicaci¨®n), los que m¨¢s se ven y oyen. Que los d¨ªas anteriores a la cumbre oficial de Praga hubo una contracumbre con gran participaci¨®n organizada por la sociedad civil internacional. - Jorge Navacerrada S¨¢nchez. Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.