Motivos economicistas
Critica el autor la decisi¨®n de Osakidetza de ralentizar la cirug¨ªa bari¨¢trica y asegura que obedece s¨®lo a motivaciones econ¨®micas.
Ante la decisi¨®n del Servicio Vasco de Salud-Osakidetza de ralentizar la cirug¨ªa bari¨¢trica y las declaraciones hechas sobre su eficacia, la Sociedad Espa?ola de Cirug¨ªa de la Obesidad (SECO) desea hacer unas precisiones que considera necesarias. La cirug¨ªa bari¨¢trica [reducci¨®n quir¨²rgica del est¨®mago] es aceptada hoy d¨ªa en todos los pa¨ªses civilizados. Mas de 23 pa¨ªses, empezando por Estados Unidos, Italia, Reino Unido, Benelux, Francia, Alemania, Jap¨®n, M¨¦jico, Brasil, Argentina, Grecia, etc., aceptan esta forma de tratamiento. Espa?a lo hace desde 1997.Las indicaciones de esta cirug¨ªa est¨¢n perfectamente aceptadas en pacientes llamados obesos m¨®rbidos cuando su grado de obesidad (IMC) es superior a 40 y si tienen entre 35 y 40 pero, adem¨¢s, sufren enfermedades derivadas de la obesidad como diabetes, hipertensi¨®n, coronariopat¨ªas, apnea del sue?o, etc. Esta cirug¨ªa se empieza a realizar en Espa?a en 1977 en la Comunidad Valenciana, que inmediatamente es seguida por Arag¨®n, Catalu?a y otras comunidades, y siempre, y sin discusi¨®n, fue cubierta por la medicina p¨²blica.En Euskadi se lleva realizando muchos a?os, al menos desde 1996, por varios hospitales y con gran ¨¦xito. La cirug¨ªa de la obesidad es el ¨²nico medio efectivo para tratar esta dolencia, pues las dietas y los tratamientos con f¨¢rmacos han fracasado siempre.
SECO es consciente del enorme esfuerzo personal que han tenido que realizar los cirujanos bari¨¢tricos vascos, a veces en contra de la administraci¨®n hospitalaria y ante la incomprensi¨®n de algunos departamentos m¨¦dicos y quir¨²rgicos. Esta falta de comprensi¨®n ha sido com¨²n siempre, tanto para el enfermo obeso como para su cirug¨ªa, y ocurri¨® antes en otros pa¨ªses y sociedades. No es algo nuevo en la cirug¨ªa de la obesidad, sino una discriminaci¨®n m¨¢s ante la incomprensi¨®n de una sociedad que piensa que esto no es una enfermedad sino un estilo de vida provocado por una conducta pecaminosa de gula. No ocurre as¨ª con el enfermo con c¨¢ncer de pulm¨®n que es fumador (y se acarre¨® su propia enfermedad) o con el enfermo coronario por ser fumador e ingerir mucho mas colesterol del que necesita. El paciente con sida est¨¢ menos discriminado y su tratamiento est¨¢ cubierto por la medicina p¨²blica. Las discriminaci¨®n hacia el obeso es, hoy, la ¨²nica pol¨ªticamente correcta.
La cirug¨ªa bari¨¢trica es hoy d¨ªa muy efectiva, con ¨ªndices de mortalidad operatoria menores de 1% cuando el hospital y ambiente hospitalario reconocen, apoyan y ayudan a los profesionales a realizar su trabajo. No es eso lo que conocemos del Servicio de Salud-Osakidetza del Pa¨ªs Vasco.
Las t¨¦cnicas est¨¢n hoy d¨ªa estandarizadas y al a?o se realizan m¨¢s de 100.000 operaciones en el mundo. La aseveraci¨®n de que la t¨¦cnica "no est¨¢ madura" y de que "no existe evidencia cient¨ªfica suficiente como implantarla para todo el mundo" la puede hacer un pol¨ªtico, pero no es responsable desde el punto de vista cient¨ªfico ni t¨¦cnico y, adem¨¢s de ser mentira, crea una alarma social grave.
La ralentizaci¨®n de este tratamiento viene dado por motivos puramente economicistas. No se ha hecho un estudio sobre la efectividad de esta cirug¨ªa en su medio; se dice que se har¨¢, pero se frena su desarrollo antes de tener bases cient¨ªficas o estad¨ªsticas para tomar esta determinaci¨®n. Los ciudadanos del Pa¨ªs Vasco deben estar orgullosos de los cirujanos que durante a?os se han preocupado de salir a reuniones, cursos y congresos, casi siempre pag¨¢ndose sus estancias, y visitando a profesionales o invit¨¢ndoles a sus respectivos hospitales para colaborar con ellos.
Esta Sociedad Espa?ola de Cirug¨ªa de la Obesidad considera que los pacientes que sufren esta dolencia tienen la misma prioridad para recibir un tratamiento efectivo como cualquier otro y que no deben ser objeto de discriminaci¨®n alguna por motivos personales, administrativos o coyunturalmente pol¨ªticos. Son muchos los a?os que miles de cirujanos han podido mejorar sus resultados para ofrecer a la sociedad una baja mortalidad -de menos del 1% cuando las condiciones son ideales- y morbilidad -de menos del 10%-, para conseguir superar en el 95% de los casos la curaci¨®n cl¨ªnica de esta terrible enfermedad, que se transforma en epidemia a comienzos del siglo XXI.
Por ello, SECO apoya de forma incondicional a todos los pacientes y cirujanos que luchen por mejorar el cuidado del paciente obeso, y reivindican un tratamiento igualitario ante otras enfermedades. Este cuidado debe ser integral, general para todos los pacientes, y p¨²blico, pues es con sus impuestos con los que deben ser tratados en nuestra sociedad.
Las maniobras dilatorias, infundadas, discriminatorias como las que se han presentado ante el Parlamento vasco solo pueden tener el rechazo de esta sociedad y la de los cirujanos que est¨¢n a nuestro lado. Esta no es, hoy d¨ªa, una cirug¨ªa experimental, sino que est¨¢ totalmente asentada en criterios cient¨ªficos v¨¢lidos y efectivos. No es una cirug¨ªa de pa¨ªses ricos, sino de los de nuestro entorno social y cultural. El apoyo incondicional de los poderes p¨²blicos, como se hace en otras patolog¨ªas -por ejemplo, en el transplante hep¨¢tico- y muy al contrario de lo que ahora ocurre, supondr¨¢ que los ya de por s¨ª muy buenos resultados en pacientes con patolog¨ªa grave puedan mejorar.
Una administraci¨®n cicatera, manipuladora, obstruccionista solo a?adir¨¢ sufrimiento al paciente obeso m¨®rbido, marginado socialmente, y aumentar¨¢ la dificultades de su tratamiento, ya de por s¨ª dif¨ªciles, a los cirujanos.
Es nuestra obligaci¨®n como pacientes, m¨¦dicos y cirujanos llamar la atenci¨®n a los ciudadanos de los derechos del obeso m¨®rbido est¨¢n siendo desviados o no reconocidos por motivos pol¨ªticos o economicistas. La Sociedad Espa?ola de Cirug¨ªa de la Obesidad y la federaci¨®n internacional estar¨¢n al lado, con su apoyo cient¨ªfico e institucional, para que esto no ocurra.
Aniceto Baltasar es presidente de la Sociedad Espa?ola de Cirug¨ªa de la Obesidad (SECO) y vicepresidente de la Federaci¨®n Internacional de Cirujanos de la Obesidad (IFSO).
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