El fin de una maldici¨®n hist¨®rica
Gloriosa noche del Deportivo, que logra la primera victoria espa?ola en el Parque de los Pr¨ªncipes
El Deportivo alcanz¨® en Par¨ªs una victoria deslumbrante que, adem¨¢s, permiti¨® romper una maldici¨®n hist¨®rica para nuestro f¨²tbol. Hasta anoche, ning¨²n equipo espa?ol hab¨ªa vencido en el Parque de los Pr¨ªncipes de Par¨ªs, donde, en 1984, la selecci¨®n nacional y su entonces portero Arkonada vivieron una de sus noches m¨¢s infaustas en una final de la Eurocopa ante Francia. Ese fantasma resucit¨® anoche ante el Deportivo, que encaj¨® un gol en la primera parte por un fallo de Molina que result¨® una fotocopia del cometido hace 16 a?os por Arkonada y que dio aquel t¨ªtulo a Francia. Pero el Deportivo ha adquirido tal confianza en Europa que ni siquiera los demonios m¨¢s antiguos logran atemorizarle. El conjunto de Irureta tuvo una valerosa reacci¨®n tras el descanso, se ech¨® al cuello del PSG y acab¨® alcanzando un triunfo de un valor incalculable, que confirma la solidez de las aspiraciones gallegas en la Copa de Europa.Los porteros tambi¨¦n fallan, pero se les perdona menos. A Molina, quien hab¨ªa protagonizado un colosal comienzo de temporada en A Coru?a, le toc¨® anoche la bola negra y, en el minuto 35, se comi¨® un disparo de Algerino que desequilibr¨® un partido hasta entonces bastante nivelado. Molina seguramente evoc¨® una aciaga tarde de junio en la que otro flagrante desliz carg¨® sobre sus espaldas todo el peso del fracaso espa?ol en la Eurocopa. En A Coru?a, Molina estaba conjurando el fantasma de aquella cantada por la que fue injustamente arrojado a los infiernos. Pero, m¨¢s pronto o m¨¢s tarde, a todo portero le visita alguna vez el demonio, como al gran Arkonada hace 16 a?os.
PAR?S ST.-GERMAIN 1 DEPORTIVO 3
Par¨ªs Saint-Germain: Letizi; Algerino (Okpara, m. 74), Dehu, Distin, Mendy; Okocha, Ducroq, Luccin, Robert; Christian y Leroy (Ciss¨¨, m. 74). Deportivo: Molina; Manuel Pablo, Donato (Helder, m. 88), Naybet, Capdevila; Emerson, Mauro Silva; V¨ªctor (Scaloni. m. 81), Valer¨®n, Turu Flores; y Diego Trist¨¢n (Makaay, m. 61). Goles: 1-0. M. 37. Tiro de Algerino que le pasa a Molina por debajo del cuerpo. 1-1. M. 63. Centro de V¨ªctor desde la derecha, que remata a gol Naybet. 1-2. M. 69. Turu Flores se interna por la izquierda y marca de gran tiro cruzado. 1-3. M. 90. Makaay culmina un contragolpe tras regatear al portero. ?rbitro: Helmut Krug (Alemania). Amone st¨® a Naybet. Parque de los Pr¨ªncipes. Unas 40.000 personas.
Hasta la equivocaci¨®n de Molina, el Deportivo hab¨ªa pasado algunos apuros, pero el choque no se la hab¨ªa ido nunca de las manos. Javier Irureta aplic¨® al PSG su misma medicina. El conjunto parisino es un fervoroso seguidor del achique de espacios, un m¨¦todo que ha ido perdiendo popularidad en los ¨²ltimos a?os. El PSG adelanta su defensa hasta el c¨ªrculo central, donde trata de emboscar al contrario para sorprenderle luego con la velocidad supers¨®nica de Robert, Christian y el ayer ausente Anelka. Irureta hizo anoche lo mismo y su apuesta no result¨® descabellada, sobre todo porque el equipo perdi¨® su habitual tendencia fuera de casa a arremolinarse en torno al ¨¢rea propia. La coincidencia entre PSG y Deportivo contribuy¨® a espesar el juego, que qued¨® atascado en el centro del campo, y a restarle profundidad.
El partido comenz¨® con el mundo al rev¨¦s. El Deportivo se guard¨® el bal¨®n y se lo llev¨® al terreno del PSG, que se aliment¨® a base de contragolpes, una estrategia para la que el conjunto parisino est¨¢ especialmente dotado. Pero el atrevimiento inicial del Deportivo se fue diluyendo con el transcurrir de la noche. Los gallegos no lograron que su dominio del bal¨®n cristalizase en algo concreto frente a la meta de Letizi, entre otras razones porque Valer¨®n, el encargado de enlazar con el ataque, olvid¨® sus buenas actuaciones recientes y volvi¨® a dejarse llevar por su apocamiento natural. El PSG se elev¨® entonces unos cent¨ªmetros por encima de su rival, que se qued¨® absolutamente romo. Pero, aunque los franceses tuvieron algunas ocasiones -un cabezazo de Christian o un remate cruzado del siempre peligroso Robert-, sus incursiones no hicieron perder la compostura al Deportivo, que se agarr¨® a su providencial solidez. De hecho, cuando el demonio visit¨® a Molina el choque parec¨ªa de nuevo equilibrado.
Ante el infortunio no cabe m¨¢s respuesta que el valor, y eso fue lo que sac¨® a relucir el Deportivo tras el descanso. Irureta orden¨® una ofensiva general y se equipo se ech¨® hacia arriba en busca del empate. El PSG, que no parece entender de racaner¨ªas, tampoco renunci¨® a ampliar su ventaja, y el partido vivi¨® sus momentos m¨¢s vibrantes. El Deportivo tuvo el gol a punto muy pronto, en un mano a mano de Turu Flores ante Songo'o, pero la alegr¨ªa tampoco se demor¨® en exceso, porque Naybet apareci¨® como un intruso en el ¨¢rea de Letizi, en una acci¨®n inesperada para un defensa, y conect¨® un derechazo que se fue a la red. Con el empate, el Deportivo no se dej¨® seducir por la tentaci¨®n del conformismo.
La euforia del gol le dur¨® el tiempo suficiente para acabar enterrando al PSG. Con los franceses a¨²n tratando de asimilar el tanto de Naybet, Makaay se qued¨® solo ante el portero pero la cruz¨® demasiado cuando ¨¦ste se le echaba encima. No hubo que lamentar la ocasi¨®n perdida, porque s¨®lo un par de minutos despu¨¦s Turu Flores remataba la faena. El argentino se cosi¨® el bal¨®n dentro del ¨¢rea y remat¨® cruzado lejos del alcance de Letizi, en una hermosa combinaci¨®n de habilidad y potencia de disparo. Con el PSG irremediablemente aturdido, el Deportivo s¨®lo tuvo que tirar de oficio y del oportunismo de Makaay en el ¨²ltimo suspiro para lograr una victoria de mucho brillo y, de paso, acabar con una maldici¨®n hist¨®rica.
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