La doble personalidad de Pablo Alfaro
"No me gustar¨ªa tenerme como rival", admite el duro defensa del Sevilla, que ya lleva 21 expulsiones, es m¨¦dico y fuera del campo todo cordialidad
Pablo Alfaro, de 31 a?os de edad y licenciado en Medicina, naci¨® en Zaragoza y trabaja en Sevilla desde hace unos meses. Le gustar¨ªa especializarse en obstetricia o ginecolog¨ªa. Es una persona afable, correcta, educada y, seg¨²n sus cercanos, simp¨¢tico y muy buen tipo.Alfaro, el defensa central que juega en el Sevilla desde principios de esta temporada, es un jugador duro, dif¨ªcil de superar, experimentado despu¨¦s de militar en seis equipos diferentes -entre ellos, el Zaragoza, el Barcelona y el Atl¨¦tico de Madrid-, con los que jug¨® en la Primera Divisi¨®n y la Segunda. Reconoce que sobre el c¨¦sped no tiene amigos. "No me gustar¨ªa tenerme como rival", admite.
El futbolista volvi¨® a mostrar su peor cara el pasado domingo. En el derby Betis-Sevilla, mediada la segunda parte, cuando su equipo ya hab¨ªa conseguido igualar el gol b¨¦tico, Alfaro se fue a por el mejor jugador contrario, el centrocampista Capi, y le hizo una terrible entrada a la altura de la rodilla izquierda.
La lesi¨®n de Capi fue m¨¢s aparatosa que grave. Sufre un fuerte golpe en la r¨®tula y un peque?o esguince en el tobillo derecho, causado por otra caricia de Alfaro. Capi, que no podr¨¢ jugar el pr¨®ximo s¨¢bado contra el Lleida, dice que en el campo la entrada le pareci¨® normal. "Cuando la vi por televisi¨®n, en casa, s¨ª que me asust¨¦", matiza.
Alfaro fue inmediatamente expulsado con la tarjeta roja directa. Es una m¨¢s en su larga trayectoria. En su carrera deportiva ha visto esa cartulina 21 veces, 13 de ellas en la Primera Divisi¨®n. Es el jugador en activo m¨¢s veces expulsado. En lo que va de temporada, reci¨¦n llegado al Sevilla, ¨¦sta es la segunda vez que abandona el campo antes de tiempo por decisi¨®n del ¨¢rbitro.
En el encuentro Levante-Sevilla, de la novena jornada, el centrocampista Ettien sufri¨® una dur¨ªsima entrada de Alfaro en el ombligo, lo que le supuso a ¨¦ste una sanci¨®n de dos partidos.
Paco Herrera, su entrenador durante los dos ¨²ltimos a?os, en el M¨¦rida, y en la actualidad al frente del Numancia, alcanz¨® un pacto con ¨¦l tras su tercera expulsi¨®n. "A la pr¨®xima sanci¨®n que te pongan, yo te la triplico", le dijo. "Y funcion¨®", asegura.
Pese a todo, el t¨¦cnico afirma que Alfaro es un ejemplo tanto dentro del vestuario como fuera de ¨¦l, que sol¨ªa utilizarle como su alter ego en el campo y que recomend¨® su fichaje este a?o al Numancia "aun a sabiendas de que no podr¨ªa contar con ¨¦l en una serie de partidos por esas cruzadas de cables que le dan". "Pero sus otros valores pesan mucho m¨¢s que esos prontos", concluye.
Caminero, que coincidi¨® con Alfaro en el Atl¨¦tico de Madrid, lo define como "una persona excelente, incre¨ªble, divertida y muy buen compa?ero". En el club rojiblanco consideran "una suerte haberle conocido", seg¨²n una de sus empleadas.
En otra muestra m¨¢s de su buen car¨¢cter, Alfaro jam¨¢s se niega a atender a los medios informativos y lo hace siempre de buen grado y dando muestras de un gran sentido del humor.
Ese lado bueno de Alfaro reapareci¨® el domingo por sorpresa, como si del doctor Jekyll y mister Hyde se tratara. Nada m¨¢s bajar al vestuario, tras su expulsi¨®n, se acerc¨® al del equipo rival para comprobar el estado de Capi. "En el campo le o¨ª gritar y me asust¨¦. Es cierto que la entrada fue dura", reconoce. No obstante, es poco cr¨ªtico: "Con la amonestaci¨®n habr¨ªa sido suficiente".
"Ni yo mismo sabr¨ªa explicarla", dice resignado Alfaro en relaci¨®n con esa diferencia de car¨¢cter entre su faceta como futbolista duro y el talante del que hace gala fuera del campo. El sevillista se siente tranquilo al no haber lesionado gravemente a ning¨²n compa?ero. "Aunque los n¨²meros nunca mienten", admite en alusi¨®n a su r¨¦cord de tarjetas rojas.
Esta vez, su r¨¢pido arrepentimiento, el domingo, ha convencido al Comit¨¦ de Competici¨®n, que s¨®lo le ha sancionado con un partido por su 21? expulsi¨®n.
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