Los socialistas exigen el di¨¢logo entre los Gobiernos central y vasco para alcanzar la paz

Abatidos, profundamente conmovidos, los socialistas no renunciaron ayer a dar un sentido pol¨ªtico a sus expresiones de dolor por el asesinato de Ernest Lluch a manos de pistoleros de ETA. Lo hicieron exigiendo la recomposici¨®n de la unidad de los dem¨®cratas y proclamando que los Gobiernos de Espa?a y de Euskadi tienen "la obligaci¨®n pol¨ªtica y moral" de afrontar el problema del terrorismo "por los caminos del di¨¢logo y a trav¨¦s de la m¨¢xima eficacia policial". La respuesta, negativa, les lleg¨® ayer mismo por boca del ministro del Interior, Jaime Mayor. No hay que olvidar, dijo el ministro, que al mismo tiempo que una ofensiva terrorista hay otra pol¨ªtica, "cuyo objetivo es la secesi¨®n".El di¨¢logo y la unidad de los dem¨®cratas eran las peticiones formuladas por la ma?ana, a primera hora, por la direcci¨®n del PSC. Pero fueron tambi¨¦n el sentido de las palabras pronunciadas por Pasqual Maragall, Felipe Gonzal¨¦z y J¨®s¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero en un emotivo homenaje a Lluch celebrado por la tarde en la sede central del PSC en Barcelona, al que asist¨ªan centenares de personas. Zapatero reclam¨® all¨ª "la recuperaci¨®n de un clima de profundo consenso" como el que hace 25 a?os hizo posible la transici¨®n. Basado, dijo, en la confianza, la sinceridad, la nobleza y la generosidad con que Lluch se esforz¨® en promover la paz en el Pa¨ªs Vasco. En alusi¨®n al PP y al PNV, Zapatero pidi¨® que quienes "se sit¨²an en los extremos" busquen "el punto de encuentro" necesario para alcanzar la paz.

Sin pacto pol¨ªtico

Gonz¨¢lez intervino para explicar que la lucha por la erradicaci¨®n del terrorismo es como "una tela que se va tejiendo pacientemente". Est¨¢ hecha, dijo, de compromisos y de pactos, de colaboraciones y esfuerzos para aislar a los violentos. "En los ¨²ltimos a?os", lament¨® el ex presidente, "algunos se han dedicado a arrancar jirones de esa tela". Y el resultado ha sido, agreg¨®, que "se ha roto la parte de ese dibujo que era pol¨ªtica y que se basaba en una trabajosa confianza entre responsables pol¨ªticos de una y otra ideolog¨ªa". Hizo un balance nada halag¨¹e?o: No hay "pacto pol¨ªtico" en la lucha contra el terrorismo y se ha perdido "capacidad de acci¨®n".Tambi¨¦n Maragall insisti¨® que en que "algo tiene que empezar a cambiar". El l¨ªder de los socialistas catalanes pidi¨® que "Espa?a tome nota de nuestro dolor y de nuestra determinaci¨®n", dijo, "de construir con todos los pueblos de Espa?a un proyecto conjunto como el que Ernest Lluch quer¨ªa".

El homenaje se celebraba en una sala abarrotada por militantes socialistas y numerosas representaciones institucionales y pol¨ªticas. Entre ellos se contaban el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol; las ministras Celia Villalobos y Anna Birul¨¦s; el lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe; los presidentes de Arag¨®n, Marcelino Iglesias, y Baleares, Francesc Antich; de Asturias, Vicente ?lvarez Areces; numerosos exministros socialistas y los l¨ªderes de todos los partidos catalanes. Tambi¨¦n asist¨ªan el secretario general del PP, Javier Arenas, el coordinador de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, y los secretarios generales de CC OO y de UGT, Jos¨¦ Mar¨ªa Fidalgo y C¨¢ndido M¨¦ndez, respectivamente.

Una gran fotograf¨ªa de Lluch presid¨ªa la sala. En el vest¨ªbulo hab¨ªa 25 grandes coronas de flores. La mayor¨ªa hab¨ªan sido remitidas por agrupaciones socialistas.

Centenares de personas que no pudieron entrar en la sala escucharon los parlamentos desde la calle, en la que se instalaron altavoces. Entretanto, muchos hac¨ªan una larga cola para firmar en los libros de condolencia. La emoci¨®n y el calor se cobraron algunos desmayos.

Uno de los momentos m¨¢s intensos lleg¨® cuando el ex presidente del PSC Joan Revent¨®s afirm¨®, muy emocionado, que adem¨¢s de otras cosas "el socialismo es un sentimiento". Y que ese sentimiento refuerza la capacidad humana de sentir como propio el dolor de los dem¨¢s. El asesinato de Lluch, asegur¨®, "nos ayudar¨¢ a mantenernos fieles a los ideales socialistas".

A media tarde, Jaime Mayor acudi¨® tambi¨¦n a la sede socialista, en la calle de Nicaragua, convertida en el epicentro de las condolencias, ante la inexistencia de una capilla ardiente que no se instal¨® por deseo expreso de la familia de Lluch. Mayor mantuvo all¨ª una reuni¨®n de m¨¢s de una hora con Maragall y Narc¨ªs Serra, de cuyo contenido no trascendi¨® nada. Pero el ministro ya hab¨ªa sido expl¨ªcito en una comparecencia celebrada por la ma?ana en la Delegaci¨®n del Gobierno, poco despu¨¦s de conocerse la declaraci¨®n pol¨ªtica del PSC reclamando unidad y di¨¢logo.

Tras dar el p¨¦same a "la familia socialista" y a la de Ernest Lluch, el ministro evit¨® descalificar de manera contundente la demanda de los socialistas, que Maragall hab¨ªa le¨ªdo con solemnidad acompa?ado por el secretario de organizaci¨®n del PSOE, Jos¨¦ Blanco, y el primer secretario del PSC, Jos¨¦ Montilla. "No podemos olvidar", afirm¨® Mayor, "que existe una ofensiva terrorista simult¨¢nea a una ofensiva pol¨ªtica para avanzar en lo que significar¨ªa, abandonando la autonom¨ªa, alcanzar otra cosa distinta que es el derecho de autodeterminaci¨®n o el derecho de secesi¨®n, llam¨¦mosle como queramos".

El ministro reiter¨® que los "puntos de encuentro" en los que el PP est¨¢ dispuesto a coincidir con otras formaciones que los defiendan son "el Estatuto y la Constituci¨®n, que ha unido a la sociedad espa?ola en estos a?os". La l¨ªnea a seguir es la que emprendieron el pasado lunes representantes de Interior de los Gobiernos central y vasco, "que estuvieron reunidos todo el d¨ªa para afianzar una serie de medidas indispensables en esta etapa de ofensiva terrorista", dijo.

Aznar ir¨¢ a la manifestaci¨®n

El dolor se hab¨ªa trasladado de lleno a Barcelona. De hecho, no hicieron falta muchas palabras para que, en Madrid, los miembros de la Junta de Portavoces del Congreso de los Diputados acordaran suspender del orden del d¨ªa las preguntas de control al Gobierno y las comparecencias de ministros para rendir cuentas a la oposici¨®n por diversos asuntos. Tampoco las habr¨¢ hoy.Muchos socialistas que ten¨ªan que interpelar al Gobierno se trasladar¨¢n a Barcelona para acudir a la manifestaci¨®n c¨ªvica contra ETA. Entre ellos, Rodr¨ªguez Zapatero, quien a primera hora de la ma?ana recibi¨® una llamada de condolencia del presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. La Moncloa anunci¨® que el presidente del Gobierno tambi¨¦n asistir¨¢ a la concentraci¨®n.

La solidaridad tambi¨¦n lleg¨® desde el Pa¨ªs Vasco, donde el Parlamento de Vitoria aprobaba ayer una declaraci¨®n de condena contra un asesinato "que s¨®lo puede calificarse como acto cruel, inhumano y brutal. Un crimen que revela una ausencia de valores ¨¦ticos y morales que repugna a la inmensa mayor¨ªa de los ciudadanos". El texto define a Lluch como "un hombre de enorme talla intelectual y pol¨ªtica, comprometido con la tolerancia y el di¨¢logo, y profundo conocedor y amante del Pa¨ªs Vasco y de sus gentes".