Una empresa de ocio nocturno proyecta reabrir Zeleste en el plazo de tres semanas
La empresa Tiger Bay, ligada al ocio nocturno a trav¨¦s de las programaciones de Mond Club, Mond Bar y Firaestiu, tiene previsto poner de nuevo en funcionamiento la sala Zeleste en un plazo de tres semanas. Es m¨¢s, si los permisos ahora en tr¨¢mite no se demoran, cosa poco probable seg¨²n fuentes de la empresa, la reapertura de lo que hasta el 8 de octubre se conoci¨® como Zeleste se realizar¨¢ el 14 de diciembre con un concierto protagonizado por un grupo internacional. Un d¨ªa despu¨¦s se abrir¨¢n las discotecas, verdadero pulm¨®n econ¨®mico del complejo de la calle de los Almog¨¤vers.
La inversi¨®n que ha realizado la empresa Tiger Bay para poner de nuevo en marcha el antiguo Zeleste est¨¢ en torno a 50 millones de pesetas. Tiger Bay es la sociedad que gestionaba las discotecas que funcionaban en Zeleste durante los fines de semana bajo los nombres de A Saco y Del Sur. Jose Cadah¨ªa, portavoz de la firma, explic¨® ayer: "Con el cierre de Zeleste nos quedamos con un palmo de narices, ya que despu¨¦s de varios a?os de trabajo est¨¢bamos en un momento ¨®ptimo en cuanto a resultados y asistencia de p¨²blico a nuestras sesiones".Dada la situaci¨®n, Cadah¨ªa comenz¨® a negociar con los propietarios de los locales en los que se asienta el complejo, "quienes inicialmente", dice, "se mostraron bastante reacios a cualquier acuerdo que supusiese el mantenimiento de la actividad de los locales. La verdad es que parec¨ªan bastante escaldados por todo lo que hab¨ªa ocurrido".
Tras varias semanas de negociaciones, en las que los propietarios se informaron sobre la solvencia econ¨®mica de la empresa, y tras depositar los correspondientes avales que cubren hipot¨¦ticos impagos de alquiler, Tiger Bay cerr¨® el acuerdo que posibilitar¨¢ la reapertura de la sala Zeleste. Este acuerdo "se ha formalizado por un periodo no muy amplio, pero hay muchas posibilidades de pr¨®rroga", y tambi¨¦n ha supuesto que los nuevos inquilinos paguen un alquiler "sustancialmente superior al que se ven¨ªa pagando hasta la fecha". Los alquileres se est¨¢n abonando desde este mismo mes.
Preguntado sobre si la nueva empresa asumir¨¢ las deudas que Almog¨¤vers, SA, ten¨ªa con la Seguridad Social y otros acreedores, Cadah¨ªa afirm¨®: "Este aspecto no est¨¢ contemplado al entender que nosotros nada tenemos que ver con la firma cuya gesti¨®n econ¨®mica origin¨® tales deudas". M¨¢s adelante Cadah¨ªa reconoci¨®: "Es posible que haya malpensados que crean que ¨¦sta es una operaci¨®n financiera destinada a eludir el pago de las deudas, pero ni la empresa es la misma, ni son los mismos los accionistas, ni ser¨¢ el mismo personal el que atienda y dirija las salas. La gente puede pensar lo que quiera y nosotros no podemos hacer nada por evitarlo. Simplemente creemos que, como empresarios de la noche, deb¨ªamos aprovechar las excelentes condiciones de un local cuya anterior gesti¨®n econ¨®mica llev¨® a la quiebra, y no nos podemos dejar llevar por lo que la gente pueda pensar".
A pesar de ello, Cadah¨ªa afirm¨® que este aspecto ha sido uno de los que m¨¢s les han hecho ponderar la idoneidad de la iniciativa que finalmente han puesto en marcha.
El nuevo Zeleste estudia una programaci¨®n propia
La orientaci¨®n del nuevo local, cuyo nombre a¨²n est¨¢ por decidirse, no se apartar¨¢ en lo sustancial de la del antiguo Zeleste. En una primera ¨¦poca las salas 1 y 2 ser¨¢n puestas a disposici¨®n de los promotores para la realizaci¨®n de conciertos. Se desea que las salas cuenten con equipo de luz y sonido propios. Tiger Bay tiene previsto ofrecer la sala 3 a grupos sin disco en el mercado para que act¨²en los mi¨¦rcoles y seguir ofreciendo conciertos de peque?o formato el resto de los d¨ªas.Cadah¨ªa espera que los promotores "entiendan que los alquileres que se cobraban tendr¨¢n que acercarse a cifras m¨¢s razonables, acordes con la infraestructura que el local ofrece". En un futuro m¨¢s o menos lejano la sala podr¨ªa realizar una programaci¨®n propia, "aunque ¨¦ste es un tema que queremos comentar con las promotoras para evitar susceptibilidades".
El caso es que tras apenas una cincuentena de d¨ªas sin Zeleste, la ciudad volver¨¢ a contar con la infraestructura necesaria para albergar conciertos destinados a unas 2.000 personas. Si a ello a?adimos que Barcelona Promoci¨® garantiz¨® que la sala Anexa podr¨ªa estar en funcionamiento en la pr¨®xima primavera, Barcelona pasar¨ªa de estar sometida a una crisis de infraestructuras a contar con varias alternativas para ubicar los conciertos.
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