Todas las voces, la voz

ArteSonado hipnotiza por la capacidad de sugerencia desde la s¨ªntesis po¨¦tica. F¨¢tima Miranda ha estudiado con la cantante japonesa Yumi Nara, el canto dif¨®nico mongol con Tran Quang Ha? y el canto Dhrupad del norte de la India con miembros de la familia Dagar. A ello hay que a?adir su conocimiento del belcanto y su experiencia en la poes¨ªa fon¨¦tica y en todo lo que tenga algo que ver con el cuerpo como emisor privilegiado de sonido. La combinaci¨®n de t¨¦cnicas y recursos expresivos de las voces de Miranda invita, de inmediato, a un viaje al fondo de la voz, en una fusi¨®n sutil y profunda de est¨¦ticas orientales y occidentales, y en una, dig¨¢moslo as¨ª, fusi¨®n con el Cosmos, que atrapa con una fuerza magn¨¦tica irresistible, por la ins¨®lita combinaci¨®n entre lo popular y lo culto, la invenci¨®n y la tradici¨®n, los sonidos de la naturaleza y el eventual sentido del humor.Todo est¨¢ controlado y justamente dosificado: el desasosiego en la pieza que lleva ese nombre; la intimidad en Diapasi¨®n; el humor delirante en Esto es de lo que no tiene nombre. Teatralmente, la propuesta art¨ªstica de Fernando Renjifo va como anillo al dedo a las intenciones de la cantante-actriz: un tenderete de s¨¢banas y ropa tendida; unas proyecciones con derviches que giran, caligraf¨ªa oriental, alambradas, gente que corre, el mar, un barco. Nunca abruma, porque el protagonismo fundamental est¨¢ en la voz y sus transformaciones, en el di¨¢logo de los ecos y las particulares polifon¨ªas. La melancol¨ªa de la sugerencia tiende un puente de complicidad a la integraci¨®n entre lo visual, lo musical y lo po¨¦tico. El fuego es interior. La voz de F¨¢tima Miranda ejerce de gu¨ªa transgresora y liberadora.