Los toxicom¨¢nos se pinchan tres veces menos de lo previsto en la narcosala

Los toxic¨®manos van tres veces menos de lo que esperaba la Agencia Antidroga a la narcosala de Las Barranquillas para pincharse. Ahora, al cumplirse los seis meses de la apertura de este dispositivo, las cabinas de venopunci¨®n se est¨¢n utilizando 31 veces al d¨ªa, frente a las 100 o 150 previstas. El consejero de Sanidad, Ignacio Ech¨¢niz, resta importancia a este dato y destaca que desde mayo este servicio socio-sanitario, que califica de "satisfactorio", ha atendido 111 sobredosis, 68 "con riesgo de muerte".

"El funcionamiento de la sala de venopunci¨®n ha sido m¨¢s satisfactorio de lo que preve¨ªamos", asegur¨® ayer Ech¨¢niz al hacer el balance de este servicio, apoyado por todos los grupos parlamentarios y las asociaciones de apoyo a drogodependientes, en el pleno de la Asamblea.En seis meses, seg¨²n los datos del consejero, por la narcosala han pasado 1.499 drogodependientes de los m¨¢s de 5.000 que acuden al poblado marginal de Las Barranquillas. En 3.881 ocasiones, los toxic¨®manos la han utilizado para inyectarse drogas; en 8.399, para recibir jeringuillas, y en 1.122, para recibir asistencia m¨¦dica ordinaria. Se han atendido asimismo 111 urgencias por consumo de estupefacientes, 68 de ellas con riesgo de muerte.

El diputado socialista Eduardo S¨¢nchez-Gatell calific¨® estos datos de "inevaluables". "La sala pretend¨ªa evitar la transmisi¨®n de enfermedades como el sida ofreciendo un lugar higi¨¦nico para inyectarse a los toxic¨®manos y para eso es importante saber cu¨¢ntos tienen ya la costumbre de pincharse en ella. Pero Ech¨¢niz no nos dice nada sobre eso", matiz¨®.

Numerosos toxic¨®manos han acudido alguna vez a la narcosala. Pero es dif¨ªcil encontrar alguno que haya adquirido el h¨¢bito de inyectarse en ella. Se quejan de que est¨¢ situada a un kil¨®metro de la zona donde compran papelinas. "Vienes en una cunda y si bajas a la narcosala no te esperan para volver. Otras veces est¨¢s tan enmonado que te pinchas en la primera esquina", aducen.

Pedro Ortega, miembro de la ONG Universida, que acude todos los d¨ªas a este poblado a repartir jeringuillas, asegura que, pese a que ¨¦l y sus compa?eros siempre aconsejan a los drogodependientes que usen la narcosala, su impresi¨®n es que apenas lo hacen. "Dicen que les queda lejos", a?ade.

Jorge Guti¨¦rrez, presidente de la ONG Madrid Positivo y m¨¦dico del centro para drogodependientes de La Rosilla, tiene la misma impresi¨®n. "La Agencia ha sido valiente instalando este dispositivo tan necesario, pero su uso es por ahora escaso. Quiz¨¢ no se han agotado todas las estrategias para captar usuarios", concluye.

El mayor uso de las salas de inyecci¨®n se ha producido este mes, con 31 venopunciones diarias. En junio hubo 20 al d¨ªa, 28 en julio, 15 en agosto y septiembre y 22 en octubre.