Un equipo con m¨¢s convicci¨®n y car¨¢cter que juego
T¨¢ctica, coraje, solidaridad colectiva y una habilidad especial para interpretar los partidos y llevarlos a su terreno. Eso es el Boca Juniors, un equipo que gana por convicci¨®n y car¨¢cter m¨¢s que por juego. Pragm¨¢tico al l¨ªmite, conservador. Hay que medirle como conjunto. Y todas sus individualidades hay que entenderlas dentro del bloque. - C¨®rdoba. Colombiano. Un portero tan seguro que se ha convertido en el principal valor del Boca. Su excelente momento de forma no es una simple racha. Decidido y el¨¢stico. Tapa bien. Se tiene fe. Muy buenos gestos t¨¦cnicos. Entrega la pelota con precisi¨®n y rapidez en largo, un fil¨®n para los contragolpes. Guardameta de equipo grande. Tiene una obsesi¨®n: marcar alguna vez un gol.
- Ibarra. Gran despliegue f¨ªsico. Va y viene constantemente. En las inmediaciones del ¨¢rea rival sabe lo que se hace, principalmente tirando paredes. En la defensa lo pasa peor cuando no se le asigna un marcaje individual. Sujeta mal al delantero que irrumpe por su zona. F¨¢cil de sorprender.
- Berm¨²dez. Colombiano. Le apodan El Patr¨®n. L¨ªder del equipo. Defensa dur¨ªsimo, de much¨ªsima presencia. Poderoso en el juego a¨¦reo y frontal. Gana todos los balones divididos. Sufre para reaccionar cuando le buscan la espalda. Limitado t¨¦cnicamente. Le cuesta sacar el bal¨®n. Lo regala en cuanto se le presiona.
- Traverso. Es un defensa central t¨ªpico que ha jugado mucho como volante de contenci¨®n. Bianchi duda sobre si situarle ante el Madrid como volante por la izquierda, aunque lo normal es que juegue como central izquierdo. Mucho oficio. Excelente recuperador. Dificultad para trasladarse y ocupar espacios amplios.
- Matell¨¢n. Inestable. Combina actuaciones positivas y negativas sin un porqu¨¦. Constituye, junto a Faggiani, el aspecto m¨¢s criticado de la estructura defensiva del Boca. Sobre todo, porque les toc¨® reemplazar a Samuel y Arruabarrena, la mitad de una defensa en la que se apoyaron los ¨¦xitos recientes del equipo. Zurdo. Contundente, pero vulnerable. Lo pasa mal cuando la jugada, el regate del rival o el pase al que debe anticiparse se le perfilan hacia su pierna derecha.
- Faggiani. Bianchi le ha perdido la fe, hasta el punto de que hoy puede quedarse fuera. Es el futbolista menos fiable de la defensa. Tiene una gran pegada. Voluntarioso en el juego de ida y vuelta. Pero no es nada fuera de lo com¨²n. Sube como un aut¨®mata y centra al ¨¢rea al bulto. No tiene desborde. Tampoco garantiza la posesi¨®n. Enormes dudas con el bal¨®n. Irregular en la marca. Jug¨® sin ¨¦xito en el Valencia, en el que, eso s¨ª, logr¨® una vez, ante el Barcelona, anular a Figo.
- Battaglia. Medio centro de contenci¨®n que en el Boca acostumbra a jugar por los costados. A sus 20 a?os, mucho futuro. Jugador defensivo, con dificultades para dar fluidez al juego. Llega sin bal¨®n tanto por dentro como por fuera. De fuerte personalidad, ganador. No se arruga.
- Serna. El tercer colombiano. El emblema del equipo. Un 5 t¨ªpico. Aguerrido, din¨¢mico, fort¨ªsimo. Golpea mucho y no se nota. Contagioso. Alivia el juego con asociaciones cortas. Tiene el sexto sentido necesario para mezclarse entre los centrales y anda sobrado en la recuperaci¨®n. La s¨ªntesis del Boca: no se dobla nunca.
- Basualdo. Oficio y experiencia. Maneja los tiempos. Reconoce con celeridad el tipo de partido que conviene. Aporta reflexi¨®n al juego, calma. No es jugador, a sus a?os, para afrontar un encuentro de igual a igual. Se siente m¨¢s c¨®modo en los grises. No se desmarca ni desborda. Equilibra.
- Riquelme. Quiere la pelota al pie. Decide el juego ofensivo. Para que el Boca juegue bien, ¨¦l debe jugar bien. No hace esfuerzos exagerados para desmarcarse, pero cuando recibe la pelota resulta imposible quit¨¢rsela. Usa el cuerpo con inteligencia y fortaleza como barrera entre su defensor y el bal¨®n. Futbolista de amplio repertorio, dotado de un toque exquisito y una extraordinaria capacidad para localizar y llevar el esf¨¦rico al lugar desatendido por el rival. Agudo y profundo, especialista del ¨²ltimo pase. Juega con serenidad.. Muy dif¨ªcil que algo le intranquilice. El encargado de ejecutar casi todas las acciones a bal¨®n parado. Extraordinario en esa faceta.
- Delgado. Velocidad y potencia. Usa las dos piernas. Un extremo con gol. Tiene m¨¢s gol que desborde, m¨¢s remate que habilidad. y disparo. Da al equipo m¨¢s gol que Guillermo Barros Schelotto, pero le viene peor a Palermo. No no es un buen pasador.
- Guillermo Barros Schelotto. Su hermano mellizo, Gustavo, tambi¨¦n juega en el Boca. Es regate y centro. Su juego favorece a Palermo, el gran beneficiado de sus pases. Poca presencia en el ¨¢rea. Bravo y descarado. Disfruta sorteando rivales. Tiene el andar t¨ªpico de algunos argentinos gambeteadores que han pasado por Espa?a: Latorre, Posse...
- Palermo. Goleador. No busca la pelota, no necesita anticiparse. Su marca es estar siempre en el lugar donde llega el bal¨®n. Gran juego a¨¦reo. Un goleador sin virtudes. De desplazamiento lento, le incomodan las defensas que dejan grandes espacios. No participa en la gesti¨®n de las jugadas, s¨®lo las remata. Sus defectos y limitaciones no le acomplejan. Tiene una enorme fe en sus virtudes -presencia f¨ªsica, juego a¨¦reo, valent¨ªa y perseverancia- y en su remate: lleva la porter¨ªa entre ceja y ceja. No le importa la orientaci¨®n ni la distancia. Dispara desde cualquier parte. Se siente m¨¢s c¨®modo en el centro izquierda del ataque. La referencia ofensiva del Boca.
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