V¨ªctimas sin amparo
El "terrorismo dom¨¦stico", como empiezan a llamar algunos a la violencia por raz¨®n de g¨¦nero, que sufren las mujeres en Espa?a hoy, cerca de dos millones seg¨²n encuestas oficiales y muchas m¨¢s seg¨²n otras fuentes, ya se ha cobrado, en lo que va de a?o, m¨¢s v¨ªctimas que el terrorismo de ETA.Es verdad que la escalada terrorista etarra de los ¨²ltimos meses obliga a las instituciones a destinar recursos materiales a la protecci¨®n de las personas susceptibles de ser objetivos de ETA, los jueces por ejemplo, que tambi¨¦n temen por su vida, por sus familias y se merecen protecci¨®n. Por ello estamos conformes con la incorporaci¨®n de los guardaespaldas al equipo humano de cada cargo p¨²blico, pero muchas m¨¢s muertes, mucho m¨¢s miedo y mayor indefensi¨®n tienen las v¨ªctimas del "terrorismo dom¨¦stico". Mujeres que viven bajo amenaza, mujeres torturadas, mujeres v¨ªctimas que cr¨ªan hijos v¨ªctimas. Mujeres que se merecen y necesitan protecci¨®n.
La diferencia entre las v¨ªctimas de uno u otro tipo de terrorismo es evidente. En el caso de los etarras, el asesino puede ser cualquiera programado para ello, con mala o buena pinta; en cuanto a las mujeres maltratadas, ya sabemos qui¨¦nes las matan, aunque no publiquen sus nombres. Ser¨ªa, pues, m¨¢s f¨¢cil y barata la protecci¨®n a una v¨ªctima del "terrorismo dom¨¦stico" y probablemente m¨¢s efectiva. Es por eso por lo que apelamos a la conciencia de los responsables p¨²blicos que priorizan las acciones de Gobierno destinando recursos materiales y planteamos la urgente necesidad de protecci¨®n que necesitan en Espa?a m¨¢s de dos millones de mujeres que viven diariamente bajo el terror.
Porque animar a las mujeres que sufren malos tratos a salir de su t¨²nel requiere una respuesta de la sociedad, no vale decirles que "pueden denunciar" si luego no las protegemos del revanchismo de sus maltratadores.- Carmela G¨¢lvez. Sevilla.
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