En manos de Arafat
A falta de un par de votaciones de tr¨¢mite, el primer ministro israel¨ª, el laborista Ehud Barak, se ha resignado a la celebraci¨®n de elecciones anticipadas, probablemente en mayo de 2001; y todo parece indicar que en ellas tendr¨¢ una influencia decisiva lo que d¨¦ de s¨ª en estos meses de interregno la escarpada negociaci¨®n con los palestinos.En 1996, los atentados del movimiento islamista de Ham¨¢s ya fueron cruciales para la victoria del ultranacionalista del Likud Benjam¨ªn Netanyahu sobre el laborista Sim¨®n Peres; y ahora, de manera a¨²n m¨¢s directa, si Arafat puede darle al candidato laborista seis meses de calma -y hay que subrayar si puede-, Barak tiene una buena opci¨®n para dar la vuelta a unos marcadores que le sit¨²an 21 puntos por debajo de Netanyahu -que busca la candidatura- y a 11 de Ariel Sharon, todav¨ªa l¨ªder del Likud, que ya se ha postulado oficialmente, aunque presionado por la sombra amenazadora del anterior jefe de Gobierno.
En ese tiempo, Barak tendr¨¢ manos libres para negociar sin un Parlamento adverso y podr¨¢ tratar de convertir los comicios en un plebiscito sobre la guerra y sobre su paz. No parece, sin embargo, que deba buscar un acuerdo cerrado, sino m¨¢s bien presentar una propuesta de arreglo al electorado, puesto que el propio Arafat no va a querer jug¨¢rselo todo con un gobernante que no sabe si va a pasar la prueba electoral. Al mismo tiempo, con los dos negociadores m¨¢s enconados que nunca tras la matanza de palestinos en que se ha convertido la Intifada de las mezquitas, no se ve c¨®mo el israel¨ª puede, como ya ha hecho, ofrecer nada mejor que una difusa responsabilidad sobre los lugares santos del islam en la Jerusal¨¦n ¨¢rabe.
Si llega el caso, no faltar¨¢ quien culpe a Arafat de la derrota electoral de Barak, mucho m¨¢s conciliable que cualquier candidato del Likud a los intereses de su pueblo, a causa de su presunta intransigencia negociadora. Sin embargo, s¨®lo la ciudadan¨ªa israel¨ª ser¨¢ responsable de a qui¨¦n elija.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.