Prohibir las harinas afectar¨¢ a 90 empresas espa?olas de las que viven 10.000 familias

En Espa?a hay 90 empresas, de las que viven 10.000 familias, dedicadas a transformar los despojos animales en harinas c¨¢rnicas y grasas animales. Esas harinas y grasas se usan ahora para fabricar piensos de engorde r¨¢pido (las grasas se usan tambi¨¦n para elaborar jabones, pasteles y galletas, por cierto). Su prohibici¨®n implica destruir los despojos y los animales muertos en granja, que ahora se usan para fabricar las harinas. El sector estima en m¨¢s de 50.000 millones de pesetas el coste de esta destrucci¨®n (medio bill¨®n de pesetas en la UE). La cifra no incluye la reconversi¨®n del sector.

Piensos de soja

La cifra tampoco incluye los costes de construir varias incineradoras, que ser¨¢n necesarias para destruir todos esos materiales vacunos (cerca de 1,5 millones de toneladas de despojos) y tambi¨¦n las harinas y piensos acumulados en stock. Espa?a produce 400.000 toneladas de harinas c¨¢rnicas. El stock es peque?o ahora mismo, pero es probable que empiece a acumularse desde hoy mismo.Actualmente no hay ninguna incineradora dedicada a ello. S¨®lo hay cinco plantas autorizadas para transformar los despojos en harinas inertes, que luego deben incinerarse o tirarse a un vertedero. Una incineradora del tipo de las que se usan en el Reino Unido para estos fines cuesta unos 2.000 millones de pesetas, pero posiblemente Espa?a necesitar¨¢ menos capacidad.

Los animales muertos en granja suponen unas 37.000 toneladas al a?o. El resto hasta los 1,5 millones de toneladas son los despojos y residuos de carnicer¨ªas y mataderos que no se consideran de riesgo -sebos, est¨®magos, pulmones- y parte de los animales que los veterinarios no consideran aptos para el consumo humano, que hasta ahora se usaban para hacer harinas. El sector estima el coste de destruir todo esto en m¨¢s de 50.000 millones de pesetas, quiz¨¢ el doble.

La cosa no acaba ah¨ª. Al no poder usar harinas animales, habr¨¢ que usarlas de soja y otros granos. Ello implicar¨¢ importar soja, seguramente americana, y posiblemente transg¨¦nica (lo cual no supone ning¨²n riesgo para la salud, pese a las continuas campa?as ecologistas, desautorizadas por la inmensa mayor¨ªa de los cient¨ªficos).

M¨¢s a¨²n. Los animales de granja crecen mucho m¨¢s deprisa con piensos animales que con piensos de soja y otros granos. Esto se traducir¨¢ en un importante encarecimiento de todos los productos c¨¢rnicos de consumo, incluidos el cerdo y el pollo.La idea que maneja el Ministerio de Agricultura es que las 90 empresas dedicadas ahora a transformar despojos en harinas y grasas c¨¢rnicas se reciclen para cubrir todas esas nuevas necesidades de destrucci¨®n de restos vacunos. Ello evitar¨ªa los costes sociales y econ¨®micos del cierre de las empresas, y reducir¨ªa al m¨ªnimo los expedientes de crisis o regulaci¨®n.

La incineraci¨®n a m¨¢s de 800 grados inactiva por completo el prion, y a 1.300 grados destruye cualquier residuo de prote¨ªna. Bruselas sugiri¨® ayer la posibilidad de usar las cenizas provenientes de los despojos incinerados para fabricar cemento, asfalto, alfombras, combustibles (biogas) y abonos, informa Sandro Pozzi.