El amanecer de Fox

M¨¦xico vivi¨® ayer "un nuevo amanecer", como lo calific¨® el nuevo presidente, el conservador Vicente Fox, en su discurso de toma de posesi¨®n. Es la primera vez, tras 71 a?os de dominio absoluto del PRI (Partido Revolucionario Institucional), que un candidato de la oposici¨®n, en elecci¨®n libre, limpia y pac¨ªfica, alcanza la presidencia de la rep¨²blica en competencia con el partido instalado en el poder. El cambio es ya grande. Llegar no ha sido f¨¢cil. Pero la tarea que le queda al nuevo presidente, y a todo este gran y complejo pa¨ªs de 100 millones de habitantes, es inmensa. Fox va a necesitar capacidad y algo de suerte. El PRI consolid¨® un r¨¦gimen de corrupci¨®n con la patrimonializaci¨®n del Estado, los favores pol¨ªticos y econ¨®micos, las mafias del narcotr¨¢fico y otras redes de delincuencia y las mordidas menores. En un pa¨ªs en el que un 95% de los delitos queda impune, Fox ha mandado un mensaje claro al nombrar a un general como Rafael Macedo de la Concha al frente de la fiscal¨ªa general, al tiempo que ha lanzado un alegato a favor de los derechos humanos y ha prometido que los servicios secretos dejar¨¢n de espiar a pol¨ªticos y periodistas.

Fox llega a la presidencia cuando la econom¨ªa del pa¨ªs crece, finalmente, a un ritmo sostenido. Sin embargo, la ralentizaci¨®n de la econom¨ªa del gran vecino del norte (EE UU) podr¨ªa afectar negativamente a M¨¦xico, y la deuda y las estrecheces presupuestarias podr¨ªan impedir el urgente combate contra la enorme desigualdad social mexicana. A la vez habr¨¢ de atender a las demandas de los ind¨ªgenas (un 10% de la poblaci¨®n), cuya marginaci¨®n ha producido revueltas como la zapatista en el Estado m¨¢s pobre, Chiapas. Fox necesitar¨¢ algo m¨¢s que los 15 minutos prometidos durante la campa?a electoral para "cambiar soldados por empleos".

Fox ha agrupado en su equipo ministerial tendencias pol¨ªticas de signos diversos. El ¨¢rea econ¨®mica tiene una clara marca empresarial, pero con una orientaci¨®n centrista. Al frente de la pol¨ªtica exterior, un acad¨¦mico procedente de la izquierda como Jorge Casta?eda. Fox tendr¨¢ que gobernar, de hecho, en coalici¨®n, en el seno de su propio Gobierno, pero sobre todo en la C¨¢mara, donde est¨¢ en minor¨ªa y necesita alcanzar con la oposici¨®n esa "gran alianza" a la que aludi¨® ayer. Dos tercios de los 32 Estados siguen gobernados por el PRI, y en el Congreso, su Partido de Acci¨®n Nacional (PAN), lleno de contradicciones internas respecto a algunos de los proyectos reformistas de Fox, no cuenta con una mayor¨ªa suficiente. Tendr¨¢ que buscar el pacto.

Fox aporta aire fresco y una promesa de democratizaci¨®n y de esclarecimiento de los episodios turbios del pasado. Buena parte de lo ocurrido en la apertura pol¨ªtica, pero tambi¨¦n en el saneamiento econ¨®mico y en el asentamiento de la relaci¨®n econ¨®mica con EE UU se debe, como reconoci¨® ayer el propio Fox, a la labor de su predecesor, Ernesto Zedillo. ?ste, sin duda odiado por su PRI, ha sido el art¨ªfice de una nueva revoluci¨®n, esta vez pac¨ªfica, hacia la plena democratizaci¨®n y hacia la modernidad de este M¨¦xico que ha ganado peso en el mundo. Fox ha vendido muy bien hasta ahora su imagen. A la m¨¢s dif¨ªcil hora de gobernar, no debe defraudar las esperanzas suscitadas cuando tantos saludan estas nuevas ma?anita.