El hombre que pintaba silbando
El m¨²sico Alessandro Alessandroni rememora su papel en las pel¨ªculas del Oeste de Sergio Leone
Es sabido que los westerns de Sergio Leone tuvieron un papel determinante para despertar en otros cineastas el inter¨¦s por rodar en Almer¨ªa, en busca de luz y de sus parajes des¨¦rticos. El director italiano consigui¨® que por la estepa almeriense desfilaran los personajes encarnados por Clint Eastwood, Charles Bronson, Lee Van Cleef, James Coburn o Henry Fonda. Am¨¦n de la fotograf¨ªa que regalaba el paisaje de Almer¨ªa y del lenguaje cinematogr¨¢fico propio que el cineasta internacionaliz¨® con guiones sobre bandidos y pistoleros, hubo un apartado que revolucion¨® igualmente el s¨¦ptimo arte: la m¨²sica.No en vano, de aquellos trabajos denominados por el cine norteamericano como Spaghetti Western se dar¨ªa a conocer Ennio Morricone, considerado hoy el compositor de cine m¨¢s importante de la historia. Si Leone hizo del paisaje su bandera para fundamentar su concepci¨®n cinematogr¨¢fica, Morricone consigui¨® que con su m¨²sica cualquiera pudiera imaginarse el paisaje s¨®lo con escucharla. Y en esa proeza v¨ªa pentagrama el papel del m¨²sico Alessandro Alessandroni tuvo protagonismo propio en las bandas sonoras de las pel¨ªculas. Con tan s¨®lo una guitarra ac¨²stica y sus labios, Alessandroni construy¨® con el silbido y el sonido de las cuerdas punteadas el imaginario colectivo del p¨²blico para un mundo sin ley y de cow-boys solitarios.
"El silbido es tan personal que puede ser c¨®mico, ir¨®nico, dram¨¢tico y le puedes dar todo tipo de interpretaci¨®n. Luego, la guitarra es un instrumento accesible, que encuentras en todas partes", explicaba Alessandroni ante un auditorio de j¨®venes aficionados al cine que intentaba sonsacar al m¨²sico el secreto de su ¨¦xito.
La conferencia de Alessandroni formaba parte del curso que en homenaje a Leone se integra en el programa del quinto Festival Nacional de Cortometrajes Almer¨ªa, Tierra de Cine. En este marco el veterano int¨¦rprete quiso silbar para un reducido auditorio, entre quienes se hallaba la viuda del director, as¨ª como actores y ayudantes, y contar tambi¨¦n su historia profesional.
"Todo empez¨® cuando grab¨¢bamos un disco con Nino Rota y toda la orquesta. Entonces alguien pidi¨® que una persona silbara. Como nadie se anim¨® yo me present¨¦ voluntario. Se corri¨® la voz y por eso Ennio Morricone me llam¨® para hacer un silbidito en una pel¨ªcula. As¨ª surgi¨® una manera nueva de concebir la m¨²sica de cine", resumi¨®.
Desde ese momento comenz¨® lo que ¨¦l considera el per¨ªodo de oro para el cine italiano y que jam¨¢s volvi¨® a repetirse. Con la formaci¨®n de su grupo Cantori Moderni, fundado en 1960, sus participaciones para composiciones musicales en cine se cuentan por centenas. Y es que eso, a ¨¦l, le resultaba muy f¨¢cil. "Era sencillo porque para m¨ª ning¨²n director de cine italiano entiende de m¨²sica. S¨®lo ha habido dos excepciones: Federico Fellini y Sergio Leone. Ellos s¨ª ten¨ªan sensibilidad", asegur¨®.
De Morricone piensa que es un genio por haber introducido los elementos orquestales menos frecuentes y m¨¢s extra?os para "sacar" sonidos diferentes. Y entre comentario y comentario, el hombre que cuando silba emite un 90% de sonido y s¨®lo un 10% de aire -lo habitual es un 50% de cada- ya hab¨ªa interpretado los temas de Ag¨¢chate maldito (1970), La muerte ten¨ªa un precio (1965), Por un pu?ado de d¨®lares (1964) y El bueno, el feo y el malo (1966). Fue entonces cuando Carlo Leva, decorador que trabaj¨® tambi¨¦n con Leone, exterioriz¨® lo que en ese momento pasaba por la mente de quienes escuchaban a Alessandroni: "Para m¨ª no es tanto m¨²sica como pintura, porque lo estoy viendo con los ojos".
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